El objetivo fue averiguar si la humidificación del aire en interiores puede prevenir o reducir los síntomas de sequedad o las infecciones de las vías respiratorias altas en entornos educativos y en el lugar de trabajo.
Durante el periodo de calefacción, la humedad del aire interior es baja, lo que puede provocar molestias como sequedad de ojos, nariz, garganta y piel. Además, la sequedad e irritación de la mucosa puede provocar, a su vez, susceptibilidad a las infecciones de las vías respiratorias superiores. Estas afecciones también podrían estar asociadas con no asistir al trabajo y al colegio. Aumentar la humedad del aire en interiores mediante humidificadores podría prevenir o reducir los síntomas de sequedad o las infecciones de las vías respiratorias altas.
Estudios encontrados:
Se incluyeron 13 estudios con 4551 participantes. Siete estudios se llevaron a cabo en el lugar de trabajo (en hospitales y en oficinas) y cinco estudios se realizaron en entornos educativos (escuelas de educación infantil y primaria). No fue posible analizar los datos de un estudio para el propósito de esta revisión.
Humidificación del aire en interiores comparada con no humidificar
Los estudios incluidos mostraron que el aumento de la humedad del aire en interiores mediante la instalación de humidificadores en los lugares de trabajo no tuvo ningún efecto, y otros estudios mostraron una reducción de los síntomas de sequedad de los ojos, la piel y las vías respiratorias altas. Sin embargo, la calidad de la evidencia fue baja a muy baja.
En cuanto al absentismo, los resultados de los estudios (la mayoría de ellos realizados en el entorno educativo) tampoco son consistentes. La certeza de la evidencia fue muy baja.
Calidad de la evidencia
Se consideró que la certeza de la evidencia era de baja a muy baja por limitaciones en los estudios. Esto significa que no es posible confiar en los hallazgos globales.
¿Qué es lo que todavía se debe averiguar?
Se necesitan estudios de mayor certeza, con definiciones y mediciones precisas de los síntomas.
La humidificación del aire en interiores en el lugar de trabajo podría tener un efecto escaso o nulo sobre los síntomas de sequedad ocular, cutánea y de las VRA. Los estudios que investigaron el absentismo laboral o escolar por enfermedad solo pudieron resumirse narrativamente, debido a las diferentes medidas de desenlace evaluadas. La evidencia indica que aumentar la humidificación podría reducir el absentismo, pero es muy incierta. Por lo tanto, se necesitan futuros ECA que incluyan tamaños muestrales más grandes, que evalúen los síntomas de sequedad de forma más técnica o que definan rigurosamente el absentismo y controlen los posibles factores de confusión para determinar si el aumento de la humedad del aire en interiores puede reducir o prevenir los síntomas de sequedad ocular, cutánea o de las VRA o las infecciones de las VRA en el lugar de trabajo y en entornos educativos a lo largo del tiempo.
La exposición al aire seco en interiores durante los periodos de calefacción se ha asociado con síntomas de sequedad e irritación de las vías respiratorias altas y de la piel. La membrana mucosa irritada o dañada constituye un importante puerto de entrada para los agentes patógenos que causan las infecciones respiratorias.
Determinar la efectividad de las intervenciones que aumentan la humedad del aire en interiores para reducir o prevenir los síntomas de sequedad ocular, cutánea y de las vías respiratorias altas (VRA) o las infecciones de las VRA, en el trabajo y en entornos educativos.
La última búsqueda en todas las bases de datos se realizó en diciembre de 2020. Se hicieron búsquedas en Ovid MEDLINE, Embase, CENTRAL (Biblioteca Cochrane), PsycINFO, Web of Science, Scopus y en el ámbito de seguridad y salud laboral: NIOSHTIC-2, HSELINE, CISDOC y la base de datos interna de la División de medicina laboral y ambiental de la Universidad de Zúrich. También se estableció contacto con expertos, se comprobaron las listas de referencias de ensayos incluidos, las revisiones relevantes y se consultó la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) de la OMS.
Se incluyeron estudios controlados con un diseño de grupos paralelos o cruzados (cross-over), estudios cuasialeatorizados, estudios controlados tipo antes y después y estudios de series de tiempo interrumpido sobre los efectos de la humidificación del aire en interiores para reducir o prevenir los síntomas de sequedad y las infecciones de las vías respiratorias altas como desenlaces principales en el lugar de trabajo y en el entorno educativo. Como desenlaces secundarios se consideraron la calidad del aire percibida, otros eventos adversos, las bajas por enfermedad, la realización de las tareas, la productividad y la asistencia, así como los costes de la intervención.
Dos autores de la revisión de forma independiente comprobaron la elegibilidad de los títulos, los resúmenes y los textos completos, extrajeron los datos, y evaluaron los riesgos de sesgo de los estudios incluidos. Se resumió la evidencia para los desenlaces principales "ojo seco", "nariz seca", "piel seca", para el desenlace secundario "absentismo", así como para la "percepción de aire cargado" como medida relacionada con el efecto perjudicial. La certeza de la evidencia se evaluó con el método GRADE.
Se incluyeron 13 estudios con al menos 4551 participantes, y se extrajeron los datos de 12 estudios con al menos 4447 participantes. Siete estudios se centraron en el ámbito laboral, tres de ellos con trabajadores de oficina y cuatro con personal hospitalario. Tres de estos fueron estudios cruzados por conglomerados con 846 participantes (un ensayo cuasialeatorizado), uno fue un ensayo controlado de grupos paralelos (2395 participantes) y tres fueron estudios controlados tipo antes y después con 181 participantes. Entre 1963 y 1975 y en 2018 se notificaron cinco estudios, todos ensayos controlados, con al menos 1025 participantes, que se centraron en el entorno educativo. En total se incluyeron al menos 3933 (88%) participantes en los análisis de datos.
Debido a la falta de información, los resultados de la evaluación del riesgo de sesgo siguieron siendo principalmente inciertos y los riesgos de sesgo evaluables de los estudios incluidos se consideraron predominantemente altos.
Desenlaces principales en el ámbito laboral:
Se ha observado que la humidificación del aire en interiores en el lugar de trabajo podría tener un efecto escaso o nulo sobre los síntomas de sequedad ocular y nasal (VRA). El único ensayo cuasialeatorizado mostró una reducción significativa de los síntomas de sequedad ocular en trabajadores adultos (odds ratio [OR] 0,54; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,37 a 0,79) con una evidencia de certeza baja. El único estudio cruzado no aleatorizado por conglomerados mostró un efecto positivo no significativo de la humidificación sobre los síntomas de sequedad nasal (OR 0,87; IC del 95%: 0,53 a 1,42) con una evidencia de certeza baja.
Se observó que la humidificación del aire en interiores en el lugar de trabajo podría tener un efecto escaso y no significativo sobre los síntomas de sequedad cutánea. Los resultados agrupados de dos ensayos no aleatorizados por conglomerados mostraron un alivio no significativo de la sequedad cutánea tras la humidificación del aire en interiores (OR 0,66; IC del 95%: 0,33 a 1,32) con una evidencia de certeza baja. Del mismo modo, los resultados agrupados de dos estudios tipo antes y después no arrojaron ningún resultado estadísticamente significativo (OR 0,69; IC del 95%: 0,33 a 1,47) con una evidencia de certeza muy baja.
Ningún estudio informó sobre el desenlace de infecciones de las vías respiratorias altas.
Ningún estudio realizado en entornos educativos investigó los desenlaces principales de esta revisión.
Desenlaces secundarios en el ámbito laboral:
La percepción de aire cargado aumentó durante la humidificación en los dos estudios cruzados (OR 2,18; IC del 95%: 1,47 a 3,23); (OR 1,70; IC del 95%: 1,10 a 2,61) con una evidencia de certeza baja.
Desenlaces secundarios en el entorno educativo:
Según diferentes medidas y contextos de absentismo, cuatro de los seis estudios controlados encontraron una reducción del absentismo tras la humidificación del aire en interiores (OR 0,54; IC del 95%: 0,45 a 0,65; OR 0,38; IC del 95%: 0,15 a 0,96; proporción 4,63% versus 5,08%).
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