Antecedentes
Los términos "cognición" y "funcionalidad cognitiva" describen todas las actividades mentales relacionadas con el pensamiento, el aprendizaje, la memoria y la comunicación. Con la edad, se producen cambios normales en la cognición. También existen enfermedades que pueden afectar la cognición, principalmente la demencia, que se torna cada vez más frecuente a medida que aumenta la edad a partir de los 65 años. Los investigadores han mostrado mucho interés en tratar de prevenir el deterioro cognitivo y la demencia. Se sabe que mantenerse mentalmente activo a lo largo de la vida se asocia con un riesgo menor de demencia. Por lo tanto, se ha sugerido que la estimulación de la actividad mental en la edad madura (que se define en esta revisión entre los 40 y los 65 años) quizá sea una manera efectiva de mantener una buena funcionalidad cognitiva a medida que se envejece. El entrenamiento cognitivo comprende un conjunto de tareas estandarizadas para "ejercitar el cerebro" de diversas maneras. Los programas de entrenamiento cognitivo suelen ser ejecutados mediante ordenadores o tecnología móvil, de modo que los individuos puedan realizarlos por sí solos en el domicilio. Cada vez con más frecuencia, estos programas están disponibles para el público en general en la forma de paquetes comerciales. El objetivo era saber si el entrenamiento cognitivo por ordenador es una manera efectiva para que los individuos de entre 40 y 65 años mantengan una funcionalidad cognitiva aceptable a medida que envejecen.
Lo realizado
Se realizaron búsquedas, en la bibliografía médica y hasta el 15 de marzo 2018, de ensayos que comparasen la funcionalidad cognitiva de individuos de entre 40 y 65 años y que hubieran participado de entrenamiento cognitivo por ordenador al menos por tres meses versus un grupo de control que no lo había hecho. Para que la comparación fuera lo más justa posible, debía decidirse al azar si los participantes se asignaban al grupo de entrenamiento cognitivo o de control. El interés principal fueron las medidas generales de cognición. La opción de tres meses para la intervención fue algo arbitraria, pero se cree que es improbable que períodos más cortos de entrenamiento pudieran tener efectos duraderos.
Datos encontrados
Se descubrió que se habían realizado muchos estudios más cortos, aunque sólo un estudio cumplió con los criterios para esta revisión. Este estudio se realizó en el Reino Unido e incluyó dos tipos diferentes de entrenamiento cognitivo en línea. El grupo de control participó de un juego en línea que no se esperaba que tuviera efectos cognitivos. Este entrenamiento duró seis meses, y los autores del estudio midieron la cognición al final del período de entrenamiento. Los investigadores asignaron al azar a 6742 personas en el estudio, pero la tasa de abandonos fue alta. Se estimó que lo anterior hizo que los resultados presentaran un alto riesgo de sesgo; por lo tanto, se consideró que la certeza de la evidencia presentada por este estudio fue baja, lo que indica que podrían obtenerse resultados diferentes con estudios de investigación adicionales. Este estudio no midió la funcionalidad cognitiva general (el interés principal), aunque sí midió algunos subtipos de funciones cognitivas. El grupo de entrenamiento cognitivo fue levemente superior en una prueba de razonamiento; por su parte, el grupo de control fue muy levemente superior en una prueba de memoria de trabajo (un tipo de memoria a muy corto plazo). Ninguna evidencia indicó que hubo diferencias en los grupos en cuanto a la memoria medida con una prueba de aprendizaje de palabras.
Conclusiones
No se pudo determinar si la participación en el entrenamiento cognitivo por ordenador en la edad madura tiene efectos duraderos sobre la funcionalidad cognitiva. Se cree que es una pregunta importante que debería investigarse más en profundidad en los ensayos que analizan el entrenamiento cognitivo durante tres meses o más. También será importante que los investigadores traten de encontrar la mejor forma de mantener la motivación de los individuos para seguir con el entrenamiento.
Se halló evidencia de calidad baja de sólo un estudio. No se pudo determinar si el entrenamiento cognitivo por ordenador es efectivo para mantener la funcionalidad cognitiva global en adultos sanos de edad madura. Se recomienda firmemente que se emprendan estudios de alta calidad para investigar la efectividad y la aceptabilidad del entrenamiento cognitivo en la edad madura (con intervenciones que duren el tiempo suficiente para tener efectos duraderos sobre la reserva cognitiva y cerebral y con investigadores que realicen el seguimiento el tiempo suficiente para evaluar los efectos sobre resultados clínicamente importantes en la edad avanzada).
El envejecimiento normal se asocia con cambios en la funcionalidad cognitiva que son no patológicos ni son necesariamente indicativos de una futura enfermedad neurocognitiva. La baja reserva cognitiva y cerebral y la estimulación cognitiva limitada se asocia con un mayor riesgo de demencia. La evidencia emergente indica que los cambios cognitivos sutiles, que pueden detectarse años antes de cumplir los criterios para el deterioro cognitivo leve, pueden ser predictivos de demencia futura. De importancia para la intervención y la reducción en el riesgo de enfermedad, la investigación también sugiere que la participación en actividades mentales estimulantes a lo largo de la edad adulta aumenta la reserva cognitiva y cerebral y reduce el riesgo de demencia. Por lo tanto, la edad madura (entre los 40 y los 65 años) puede ser un momento apropiado para introducir las intervenciones cognitivas de mantenimiento de la funcionalidad cognitiva y, a más largo plazo, posiblemente prevenir o retrasar la aparición de demencia clínica.
Evaluar los efectos de las intervenciones de entrenamiento cognitivo por ordenador de al menos 12 semanas de duración para el mantenimiento o la mejoría de la funcionalidad cognitiva en individuos de edad madura sin deterioro cognitivo.
Se realizaron búsquedas hasta el 31 de marzo 2018 en ALOIS (www.medicine.ox.ac.uk/alois), el registro especializado del Grupo Cochrane de Demencia y Trastornos Cognitivos (CDCIG). Se hicieron búsquedas adicionales en MEDLINE, Embase, PsycINFO, CINAHL, ClinicalTrials.gov, y en el WHO Portal/ICTRP en www.apps.who.int/trialsearch, para garantizar que la búsqueda fue lo más completa y actualizada posible, para identificar ensayos publicados, no publicados y en curso.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorios (ECA) y ensayos cuasialeatorios, publicados o no, informados en cualquier idioma. Los participantes eran individuos cognitivamente sanos de entre 40 y 65 años de edad (un 80% de la población estudiada en este intervalo de edad). Las intervenciones experimentales siguieron los siguientes criterios: la intervención era cualquier forma de intervención cognitiva por ordenador interactiva (incluidos los ejercicios y juegos de ordenador, los dispositivos móviles, la consola de juego y la realidad virtual, que incluyó la práctica repetida de ejercicios estandarizados de dominio/s cognitivo/s específico/s para mejorar la funcionalidad cognitiva); la duración de la intervención fue de al menos 12 semanas; se midieron los resultados cognitivos; y las intervenciones de entrenamiento cognitivo se compararon con las intervenciones de control activo o inactivo.
Para el método de detección preliminar de los resultados de la búsqueda, se utilizó un método "crowd" para identificar ECA. Al menos dos autores de revisión de forma independiente cribaron las citas restantes sobre la base de los criterios de inclusión; extrajeron los datos de forma independiente; y evaluaron la calidad del ensayo incluido, mediante el herramienta de evaluación de riesgo de sesgo Cochrane. Para evaluar la calidad general de la evidencia se utilizaron los criterios GRADE.
Se identificó un estudio elegible que examinó el efecto del entrenamiento cognitivo por ordenador (ECO) en 6742 participantes mayores de 50 años, con una duración del entrenamiento y seguimiento de seis meses. Se consideró que fueron bajos el riesgo de sesgo de abandono y la calidad general de la evidencia.
Los investigadores no aportaron datos sobre el resultado primario. Los resultados indican que puede haber una ventaja pequeña para el grupo de ECO en la función ejecutiva (diferencia de medias [DM] -1,57; intervalo de confianza [IC] del 95%: -1,85 a -1,29; participantes = 3994; evidencia de baja calidad) y una ventaja muy pequeña para el grupo de control en cuanto a la memoria de trabajo (DM 0,09; IC del 95%: 0,03 a 0,15; participantes = 5831; evidencia de baja calidad). La intervención puede haber tenido poco o ningún efecto sobre la memoria episódica (DM -0,03; IC del 95%: -0,10 a 0,04; participantes = 3090; evidencia de baja calidad).
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