Pregunta de la revisión
¿Los probióticos administrados a las embarazadas antes del parto o a las madres de recién nacidos prematuros después del parto en comparación con la administración de placebo, ninguna intervención o la administración posnatal de probióticos a los recién nacidos prematuros, reducen el riesgo de morbilidad y mortalidad en los recién nacidos prematuros?
Antecedentes
La inflamación puede contribuir al parto prematuro y a la morbilidad en los recién nacidos prematuros. Los recién nacidos prematuros están en riesgo de alteraciones del crecimiento de las bacterias "buenas" normales del tracto intestinal. Los probióticos son suplementos que contienen "bacterias buenas". La administración de estas bacterias directamente a los recién nacidos prematuros puede disminuir la inflamación y el riesgo de enfermedad gastrointestinal grave (enterocolitis necrosante) así como el riesgo de muerte. Sin embargo, existen problemas de seguridad relacionados con la administración de probióticos directamente a los recién nacidos prematuros.
Características de los estudios
A partir de las búsquedas, actualizadas hasta marzo de 2017, se incluyeron 12 ensayos elegibles con un total de 1450 madres y 1204 lactantes. En 11 ensayos se les administraron probióticos a las madres durante el embarazo y en un ensayo se les administraron después del parto de lactantes prematuros. Ningún estudio comparó la administración materna de probióticos directamente con la administración neonatal. Los estudios en embarazadas se centraron en varios aspectos de los estudios con diferentes probióticos administrados en diferentes momentos. El riesgo de parto prematuro de las embarazadas incluidas en estos ensayos por lo general fue bajo. En el único ensayo en el que las madres recibieron probióticos después del parto, los lactantes pesaban menos de 1500 g al nacer.
Resultados clave
La evidencia no es suficiente para concluir si existe un efecto beneficioso o perjudicial significativo en los neonatos de la administración oral de suplementos de probióticos a las embarazadas con bajo riesgo de parto prematuro o la administración oral de suplementos de probióticos a las madres de lactantes prematuros después del parto. No hubo ensayos que administraran probióticos a las madres con alto riesgo de tener un lactante prematuro, de manera que se desconocen los efectos de los probióticos administrados a esta población. Se necesitan más estudios para saber si los probióticos administrados a las madres de lactantes prematuros disminuyen la muerte, la enterocolitis necrosante u otros problemas relacionados con la prematurez.
Calidad de la evidencia
En general, la evidencia fue de calidad baja a muy baja debido a la imprecisión (tamaño de la muestra pequeño) y la falta de direccionalidad (las madres incluidas en los estudios no presentaban necesariamente un alto riesgo de parto prematuro).
La evidencia no es suficiente para concluir si existe un efecto beneficioso o perjudicial significativo en los neonatos de la administración oral de suplementos de probióticos a las embarazadas con bajo riesgo de parto prematuro o la administración oral de suplementos de probióticos a las madres de lactantes prematuros después del parto. La administración oral de suplementos de probióticos a las madres de lactantes prematuros después del parto puede disminuir tiempo hasta alcanzar el 50% de la alimentación enteral; sin embargo, esta estimación es muy imprecisa. Se necesita más estudios de investigación de la administración posnatal de probióticos a las madres de lactantes prematuros, así como a las embarazadas con alto riesgo de parto prematuro.
La inflamación puede contribuir al parto prematuro y a la morbilidad de los lactantes prematuros. Los lactantes prematuros están en riesgo de alteraciones en el microbioma protector normal. Se ha demostrado que los probióticos orales administrados directamente a los lactantes disminuyen el riesgo de enterocolitis necrosante (ECN) grave, así como el riesgo de muerte, pero existen problemas de seguridad relacionados con la administración de probióticos directamente a los lactantes prematuros. A través de la reducción de la inflamación materna, los probióticos pueden desempeñar una función en la prevención del parto prematuro y la disminución del medio inflamatorio en relación con el parto de lactantes prematuros, y pueden alterar el microbioma de los lactantes prematuros cuando se administran a las madres durante el embarazo. Los probióticos administrados a las madres después del parto de lactantes prematuros pueden afectar la colonización bacteriana del lactante, lo que podría reducir potencialmente la incidencia de ECN.
1. Comparar la eficacia de la administración materna de probióticos versus placebo o ninguna intervención durante el embarazo para la prevención del parto prematuro y la prevención de la morbilidad y la mortalidad de los lactantes prematuros.
2. Comparar la eficacia de la administración materna de probióticos versus placebo, ninguna intervención o la administración neonatal de probióticos a las madres de lactantes prematuros después del parto sobre la prevención de la mortalidad y las morbilidades del prematuro, como la ECN.
Se utilizó la estrategia de búsqueda estándar del Grupo Cochrane de Neonatología (Cochrane Neonatal Review Group) para buscar en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL 2017, número 2), MEDLINE vía PubMed (1966 hasta 21 de marzo de 2017), Embase (1980 hasta 21 de marzo de 2017), y en CINAHL (1982 hasta 21 de marzo de 2017). También se buscaron los ensayos controlados aleatorios y los ensayos cuasialeatorios en las bases de datos de ensayos clínicos, las actas de congresos y las listas de referencias de los artículos recuperados.
Los ensayos controlados aleatorios se incluyeron en la revisión si administraron probióticos orales a las embarazadas con riesgo de parto prematuro o a las madres de lactantes prematuros después del parto. Se consideraron para inclusión los ensayos cuasialeatorios, pero no se identificaron. Los estudios que incluyeron a embarazadas administraron probióticos desde < 36 semanas de gestación hasta el trimestre del parto. Los probióticos considerados fueron los de los géneros Lactobacillus, Bifidobacterium o Saccharomyces.
Se utilizaron los métodos estándar de la Colaboración Cochrane y del Grupo Cochrane de Neonatología para determinar la calidad metodológica de los estudios y para la recopilación y análisis de los datos.
Se incluyeron 12 ensayos elegibles con un total de 1450 madres y 1204 lactantes. En 11 ensayos se les administraron probióticos a las madres durante el embarazo y en un ensayo se les administraron después del parto de lactantes prematuros. Ningún estudio comparó la administración materna de probióticos directamente con la administración neonatal. Los ensayos prenatales incluidos fueron muy variables en la indicación para el ensayo, la edad gestacional y la duración de la administración de los probióticos, así como la dosis y la forma farmacéutica de los probióticos. El riesgo de parto prematuro de las embarazadas incluidas en estos ensayos por lo general fue bajo. En un metanálisis de los datos de los ensayos, la administración oral de probióticos a las embarazadas no redujo la incidencia de parto prematuro < 37 semanas (cociente de riesgos [CR] típico 0,92; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,32 a 2,67; cuatro estudios, 518 madres y 506 lactantes), < 34 semanas (diferencia de riesgos [DR] típica 0,00; IC del 95%: -0,02 a 0,02; dos estudios, 287 madres y lactantes), la incidencia de mortalidad del lactante (DR típica 0,00; IC del 95%: -0,02 a 0,02; dos estudios, 309 madres y 298 lactantes) ni la edad gestacional al nacer (diferencia de medias [DM] 0,15; IC del 95%: -0,33 a 0,63; dos estudios, 209 madres con 207 lactantes).
Un ensayo estudió la administración de probióticos a las madres después del parto prematuro e incluyó a 49 madres y 58 lactantes. No hubo diferencias significativas en el riesgo de ECN (CR 0,44; IC del 95%: 0,13 a 1,46; un estudio, 58 lactantes), la cirugía por ECN (CR 0,15; IC del 95%: 0,01 a 2,58; un estudio, 58 lactantes), la muerte (CR 0,66; IC del 95%: 0,06 a 6,88; un estudio, 58 lactantes) y la muerte o la ECN (CR 0,53; IC del 95%: 0,19 a 1,49; un estudio, 58 lactantes). Hubo una mejoría en el tiempo hasta alcanzar el 50% de la alimentación enteral en los lactantes cuyas madres recibieron probióticos, pero la estimación no es precisa (DM -9,60 días; IC del 95%: -19,04 a -0,16 días; 58 lactantes). No se informaron otras mejorías en los resultados neonatales. Las estimaciones no fueron precisas y no excluyen la posibilidad de efectos perjudiciales o beneficiosos significativos con la administración materna de probióticos. No se registraron casos de sepsis comprobada por cultivo con el microorganismo probiótico. La calidad de la evidencia según los criterios GRADE se consideró baja a muy baja debido a la inconsistencia y a la imprecisión.
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