Pregunta de la revisión
Se determinó cómo se comparan los inhibidores de la renina (IR) con los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina para tratar hipertensión.
Antecedentes
La hipertensión es un problema de salud pública mundial que se asocia con altos niveles de incidencia y riesgos de enfermedades circulatorias y renales. En 2007 se introdujeron en el uso clínico los IR para la hipertensión. Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina se prescriben ampliamente para el tratamiento de la hipertensión. Sin embargo, se desconoce la efectividad y seguridad comparativas de los IR y los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina.
Fecha de la búsqueda
Se buscó evidencia hasta agosto de 2020.
Características de los estudios
En esta revisión se incluyeron ensayos aleatorizados doble ciego con control activo (ECA). Se incluyen 11 ECA con 13 627 participantes, con una edad media de 51 a 74 años. La duración del seguimiento varió desde cuatro semanas a 36 meses.
Resultados clave y certeza de la evidencia
Evidencia de certeza baja no mostró una diferencia entre los IR y los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina en las muertes por cualquier causa, los ataques al corazón, los efectos secundarios graves ni en los abandonos del estudio debido a los efectos secundarios. Evidencia de certeza baja indicó que los IR reducen la presión arterial más que los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, pero se podría deber a un sesgo en el diseño y la realización de los estudios. Se necesitan más ECA independientes para evaluar las enfermedades y las muertes, y para determinar si la diferencia en la reducción de la presión arterial es real.
En el tratamiento de la hipertensión existe poca certeza de que los inhibidores de la renina (IR) y los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina no difieran en cuanto a la mortalidad por todas las causas y el infarto de miocardio. Existe una certeza de baja a moderada de que no difieren en cuanto a los episodios adversos. La evidencia de ligeras reducciones en la presión arterial con los inhibidores de la renina en comparación con los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina es de certeza baja. Se necesitan más ensayos independientes, grandes y a largo plazo para comparar los IR con los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, en particular para evaluar los desenlaces de morbilidad y mortalidad, pero también sobre el efecto de disminución de la presión arterial.
Los inhibidores de la renina (IR) reducen la presión arterial más que el placebo y se cree que la magnitud de este efecto es similar a la de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina. Sin embargo, la eficacia de un fármaco para reducir la presión arterial no se puede considerar un indicador definitivo de su efectividad para reducir la mortalidad y la morbilidad. Se desconoce la efectividad y seguridad de los IR en comparación con los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina para tratar la hipertensión.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los inhibidores de la renina en comparación con los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina en personas con hipertensión primaria.
El documentalista del Grupo Cochrane de Hipertensión (Cochrane Hypertension Group) buscó ensayos controlados aleatorizados en las siguientes bases de datos hasta agosto de 2020: el registro especializado del Grupo Cochrane de Hipertensión (Cochrane Hypertension Specialised Register), el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL) MEDLINE (desde 1946), Embase (desde 1974), en la plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud y en ClinicalTrials.gov. También se estableció contacto con los autores de los artículos relevantes con respecto a otros trabajos publicados y no publicados. En la búsqueda no hubo restricciones de idioma.
Se incluyeron los estudios aleatorizados, con control activo y doble ciego (ECA) con al menos cuatro semanas de seguimiento en pacientes con hipertensión primaria, que compararon inhibidores de la renina con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina e informaron de la morbilidad, la mortalidad, los episodios adversos o los desenlaces de presión arterial. Se excluyeron las personas con hipertensión secundaria confirmada.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los ensayos incluidos, evaluaron los riesgos de sesgo e introdujeron los datos para el análisis.
Se incluyen 11 ECA con 13 627 participantes, con una edad media al inicio de 51,5 a 74,2 años. La duración del seguimiento varió desde cuatro semanas a 36,6 meses.
Hubo poca diferencia entre los IR y los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina para los desenlaces de mortalidad por todas las causas: riesgo relativo (RR) 1,05; intervalo de confianza (IC) del 95%: 0,93 a 1,18; cinco ECA, 5962 participantes; evidencia de certeza baja; infarto de miocardio total: RR 0,86; IC del 95%: 0,22 a 3,39; dos ECA, 957 participantes; evidencia de certeza muy baja; episodios adversos: RR 0,98; IC del 95%: 0,93 a 1,03; diez ECA, 6007 participantes; evidencia de certeza moderada; episodios adversos graves: RR 1,21; IC del 95%: 0,89 a 1,64; diez ECA, 6007 participantes; evidencia de certeza baja; y retiros por efectos adversos: RR 0,85; IC del 95%: 0,68 a 1,06; diez ECA, 6008 participantes, evidencia de certeza baja. No hubo datos disponibles sobre el total de episodios cardiovasculares, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal terminal ni sobre cambios en la frecuencia cardíaca. Evidencia de certeza baja indicó que los IR redujeron la presión arterial sistólica: diferencia de medias (DM) -1,72; IC del 95%: -2,47 a -0,97; nueve ECA, 5001 participantes; y la presión arterial diastólica: DM -1,18; IC del 95%: -1,65 a -0,72; nueve ECA, 5001 participantes, en mayor medida que los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, pero se consideró que esto era más probable debido al sesgo que a un efecto real.
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