¿Cuál es el problema?
El aborto espontáneo es la causa más frecuente de pérdida del embarazo y una de las complicaciones más frecuentes en las primeras etapas del mismo. Se calcula que el 15% de los embarazos terminan en aborto, y que el 25% de las mujeres sufren un aborto a lo largo de su vida. El aborto espontáneo puede provocar graves complicaciones como hemorragias e infecciones, e incluso la muerte, sobre todo en los países de ingresos bajos. El aborto espontáneo se define generalmente como la pérdida de un embarazo antes de las 24 semanas de gestación. La mayoría de los abortos espontáneos se producen en las primeras 14 semanas y se conocen como abortos tempranos.
¿Por qué es esto importante?
El aborto espontáneo puede tratarse de forma expectante (esperar que el tejido del embarazo salga de forma natural), de forma médica (administrar pastillas para que el útero expulse el tejido del embarazo) o de forma quirúrgica (extirpar el tejido del embarazo durante una operación). Sin embargo, existe incertidumbre sobre la efectividad, la seguridad y los efectos secundarios de los métodos disponibles para tratar un aborto espontáneo. El objetivo de esta revisión Cochrane es determinar qué método es el más efectivo y seguro, con menos efectos secundarios. Se recopilaron y analizaron todos los estudios relevantes para responder esta pregunta.
¿Qué evidencia se encontró?
Se buscó evidencia en febrero de 2021 y se identificaron 78 estudios con 17 795 mujeres. La mayoría de las mujeres recibieron tratamiento en hospitales. A las mujeres se les diagnosticó un aborto diferido (también llamado aborto espontáneo silencioso, en el que no se ha expulsado tejido del embarazo y no hay sangrado ni dolor) o un aborto espontáneo incompleto (que ya ha empezado a sangrar o a tener dolor y quizás ha expulsado algo de tejido del embarazo). Se encontró evidencia de seis métodos diferentes de tratamiento de un aborto espontáneo; tres métodos quirúrgicos (aspiración por succión más preparación cervical, dilatación y legrado, o aspiración por succión), dos métodos médicos (mifepristona más misoprostol o misoprostol solo), y tratamiento expectante o placebo.
El análisis indicó que los tres métodos quirúrgicos y los dos métodos médicos podrían ser más efectivos que la conducta expectante o el placebo para completar el proceso del aborto espontáneo. La aspiración por succión con preparación del cuello uterino fue el mejor método de tratamiento de los abortos espontáneos, seguido de la dilatación y el legrado, y de la aspiración por succión sola. Los dos métodos médicos, mifepristona combinada con misoprostol y misoprostol solo, se clasificaron como cuarto y quinto mejores métodos, respectivamente.
A partir de los datos disponibles no es posible conocer mucho sobre el desenlace muerte o complicaciones graves. En los estudios que contribuyeron a este desenlace no se informaron muertes. Entre las complicaciones graves, la mayoría fueron mujeres que necesitaron transfusiones de sangre, algunas tuvieron perforaciones en el útero relacionadas con la cirugía o requirieron otros procedimientos para salvar la vida. Debido a la escasez de los datos no fue posible conocer qué método es el mejor para este desenlace. Sin embargo, el manejo expectante o el placebo se asociaron con complicaciones más graves, en comparación con las opciones de tratamiento alternativas.
También se analizaron por separado las mujeres que sufrieron un aborto incompleto, en comparación con las que sufrieron un aborto diferido. En ambos grupos de mujeres, los tres métodos quirúrgicos y los dos métodos médicos resultaron ser más efectivos que el manejo expectante o el placebo para proporcionar un tratamiento definitivo de un aborto espontáneo. Estos análisis para los abortos incompletos y diferidos coincidieron con el análisis general en el que los métodos quirúrgicos fueron mejores para proporcionar un tratamiento definitivo a un aborto espontáneo que los métodos médicos, que a su vez fueron mejores que el manejo expectante o el placebo. Sin embargo, los beneficios para las mujeres con abortos diferidos que se sometieron a cualquier método de tratamiento que no sean el manejo expectante o placebo fueron mucho mayores, en comparación con las mujeres con abortos incompletos. Lo anterior se debe probablemente a que el manejo expectante o el placebo son más efectivos en las mujeres en las que el proceso de aborto espontáneo ya se ha iniciado, en comparación con las mujeres en las que el proceso aún no se ha iniciado.
¿Qué significa esto?
En general, todos los métodos fueron más efectivos para tratar un aborto espontáneo en comparación con el manejo expectante o el placebo, pero los métodos quirúrgicos fueron más efectivos que los médicos. El manejo expectante o el placebo tienen la menor probabilidad de éxito en el tratamiento de un aborto espontáneo y la mayor probabilidad de complicaciones graves y de necesidad de una operación no planificada o de urgencia. En esta revisión se encontró que los beneficios para las mujeres con abortos diferidos que se sometieron a cualquier método de tratamiento distinto del manejo expectante o el placebo fueron mucho mayores en comparación con las mujeres con abortos espontáneos incompletos.
Según los efectos relativos del metanálisis en red, todos los métodos quirúrgicos y médicos para el tratamiento de un aborto espontáneo podrían ser más efectivos que el manejo expectante o el placebo. Los métodos quirúrgicos fueron los mejor valorados para tratar un aborto espontáneo, seguidos de los métodos médicos, que a su vez se situaron por encima del manejo expectante o el placebo. El manejo expectante o el placebo tuvieron la mayor probabilidad de complicaciones graves, incluida la necesidad de una cirugía no planificada o de urgencia. Un análisis de subgrupos demostró que los métodos quirúrgicos y médicos podrían ser más beneficiosos en las mujeres con aborto diferido en comparación con las mujeres con aborto incompleto. Debido a que el tipo de aborto espontáneo (diferido e incompleto) parece ser una fuente de inconsistencia y heterogeneidad dentro de estos datos, se reconoce que el metanálisis en red principal puede ser poco fiable. Sin embargo, se planificó explorar este hecho más a fondo en futuras actualizaciones y considerar el análisis primario como redes separadas para el aborto diferido e incompleto.
El aborto espontáneo, definido como la pérdida espontánea de un embarazo antes de las 24 semanas de gestación, es frecuente; aproximadamente el 25% de las mujeres sufren un aborto espontáneo a lo largo de su vida. Se calcula que el 15% de los embarazos terminan en aborto. El aborto espontáneo puede provocar morbilidades graves como hemorragias, infecciones e incluso la muerte, sobre todo en contextos sin una atención sanitaria adecuada. Los abortos espontáneos precoces se producen durante las primeras 14 semanas de embarazo y pueden tratarse de forma expectante, médica o quirúrgica. Sin embargo, existe incertidumbre sobre la efectividad y los riesgos relativos de cada opción.
Determinar la efectividad relativa y los perfiles de seguridad de los diferentes métodos de tratamiento del aborto espontáneo precoz, además de establecer las jerarquías de los métodos disponibles según su efectividad, seguridad y perfil de efectos secundarios mediante un metanálisis en red.
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (9 de febrero de 2021), ClinicalTrials.gov y en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) (12 de febrero de 2021) así como en las listas de referencias de los estudios identificados.
Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorizados que evaluaron la efectividad o la seguridad de los métodos para el tratamiento del aborto espontáneo. El aborto espontáneo precoz se definió como menor o igual a 14 semanas de gestación, e incluyó el aborto diferido y el incompleto. El tratamiento de los abortos espontáneos tardíos después de las 14 semanas de gestación (a menudo denominados muertes fetales intrauterinas) no fue elegible para inclusión en la revisión. Los ensayos por conglomerados y cuasialeatorizados fueron elegibles para inclusión. Los ensayos aleatorizados publicados solo como resúmenes fueron elegibles si fue posible identificar información suficiente. Se excluyeron los ensayos no aleatorizados.
Al menos tres autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron los ensayos para la inclusión y el riesgo de sesgo, extrajeron los datos y verificaron su exactitud. Se determinaron los efectos relativos y se establecieron las jerarquías de los desenlaces primarios aborto completo y del desenlace compuesto de muerte o complicaciones graves. La certeza de la evidencia se evaluó mediante el método GRADE. Los efectos relativos para los desenlaces principales se informan subagrupados según el tipo de aborto espontáneo (incompleto y diferido). Se realizaron metanálisis apareados y metanálisis en red para determinar los efectos relativos y establecer las jerarquías de todos los métodos disponibles.
El presente metanálisis en red incluyó 78 ensayos aleatorizados con 17 795 mujeres de 37 países. La mayoría de los ensayos (71/78) se realizaron en ámbitos hospitalarios e incluyeron mujeres con abortos diferidos o incompletos. En los 158 grupos de los ensayos se utilizaron los métodos siguientes: 51 grupos de los ensayos (33%) utilizaron misoprostol; 50 (32%) utilizaron aspiración por succión; 26 (16%) utilizaron conducta expectante o placebo; 17 (11%) utilizaron dilatación y legrado; 11 (6%) utilizaron mifepristona más misoprostol; y tres (2%) utilizaron aspiración por succión más preparación cervical. De estos 78 estudios, 71 (90%) proporcionaron datos en forma utilizable para el metanálisis.
Aborto completo
Según los efectos relativos del metanálisis en red de 59 ensayos (12 591 mujeres), se encontró que cinco métodos podrían ser más efectivos que el manejo expectante o el placebo para lograr un aborto completo:
- aspiración por succión tras la preparación del cuello uterino (razón de riesgos [RR] 2,12; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,41 a 3,20; evidencia de certeza baja),
- dilatación y legrado (RR 1,49; IC del 95%: 1,26 a 1,75; evidencia de certeza baja),
- aspiración por succión (RR 1,44; IC del 95%: 1,29 a 1,62; evidencia de certeza baja),
- mifepristona más misoprostol (RR 1,42; IC del 95%: 1,22 a 1,66; evidencia de certeza moderada),
- misoprostol (RR 1,30; IC del 95%: 1,16 a 1,46; evidencia de certeza baja).
El método quirúrgico mejor valorado fue la aspiración por succión tras la preparación cervical. El tratamiento no quirúrgico mejor valorado fue la mifepristona más el misoprostol. Todos los métodos quirúrgicos se situaron en jerarquía por encima de los métodos médicos, que a su vez se situaron por encima del manejo expectante o el placebo.
Desenlace compuesto de muerte y complicaciones graves
Según los efectos relativos del metanálisis en red de 35 ensayos (8161 mujeres), se encontró que cuatro métodos con datos disponibles fueron compatibles con una amplia variedad de efectos del tratamiento en comparación con el manejo expectante o el placebo:
- dilatación y legrado (RR 0,43; IC del 95%: 0,17 a 1,06; evidencia de certeza baja),
- aspiración por succión (RR 0,55; IC del 95%: 0,23 a 1,32; evidencia de certeza baja),
- misoprostol (RR 0,50; IC del 95%: 0,22 a 1,15; evidencia de certeza baja),
- mifepristona más misoprostol (RR 0,76; IC del 95%: 0,31 a 1,84; evidencia de certeza baja).
Es importante destacar que en estos estudios no se informaron muertes, por lo que este desenlace compuesto estaba formado en su totalidad por complicaciones graves como transfusiones de sangre, perforaciones uterinas, histerectomías e ingresos en la unidad de cuidados intensivos. El manejo expectante y el placebo ocuparon los puestos más bajos en la jerarquía en comparación con las intervenciones de tratamiento alternativas.
Los análisis de subgrupos según el tipo de aborto espontáneo (diferido o incompleto) coincidieron con el análisis global en el que los métodos quirúrgicos fueron el tratamiento más efectivo, seguido de los métodos médicos y, a continuación, el manejo expectante o el placebo, pero existen posibles diferencias de subgrupos en la efectividad de los métodos disponibles.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.