¿Cuál es el objetivo de esta revisión
Más pacientes sobreviven en la unidad de cuidados intensivos (UCI), pero son propensos a presentar consecuencias físicas y psicológicas que pueden afectar su calidad de vida. Los servicios de seguimiento son un avance relativamente nuevo en la asistencia sanitaria. Estos servicios, que incluyen consultas con profesionales sanitarios, están concebidos para identificar y abordar estas consecuencias de una manera más eficaz que la atención estándar (que no utiliza servicios de seguimiento). El objetivo de esta revisión Cochrane fue determinar si los servicios de seguimiento para los pacientes después que han estado en la UCI son efectivos. Se recopilaron y analizaron todos los estudios relevantes para responder a esta pregunta y se encontraron cinco estudios.
Mensajes clave
En general se encontraron pocos estudios y cada uno utilizó un diseño diferente de un servicio de seguimiento, por lo que la confianza para decidir si los servicios de seguimiento de la UCI son efectivos fue limitada. No se encontró evidencia con respecto a si el uso de un servicio de seguimiento después de una estancia en la UCI mejora la calidad de vida relacionada con la salud de los pacientes, la ansiedad y la depresión, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) o la funcionalidad física y mental. No se encontró evidencia con respecto a si el uso de un servicio de seguimiento reduce el número de pacientes que mueren o el número de pacientes que regresan a trabajar a los 12 meses después del alta de la UCI.
Durante la búsqueda en la literatura, se encontraron cinco estudios en curso. Estos estudios no se incluyeron en esta revisión, pero incluirlos en las actualizaciones futuras puede aumentar la certeza de la evidencia y la confianza para decidir si los servicios de seguimiento de la UCI son efectivos.
¿Qué se estudió en la revisión?
Se estudiaron algunas de las consecuencias físicas y psicológicas que los pacientes pueden presentar después de haber estado en la UCI y que pueden afectar su calidad de vida, por ejemplo, la ansiedad y la depresión, o el TEPT. Se evaluó si estas consecuencias mejoraron si se utilizó un servicio de seguimiento.
¿Cuáles son los principales resultados de la revisión?
Se encontraron cuatro estudios aleatorios con 1297 participantes y un estudio no aleatorio con 410 participantes. Estos estudios se realizaron en Dinamarca, Alemania, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos. Los participantes tuvieron una variedad de afecciones en la UCI y la gravedad de estas afecciones fue variable. Un estudio solo incluyó participantes con sepsis.
Se incluyeron los estudios que compararon un servicio de seguimiento proporcionado después de una estancia en la UCI con atención estándar (que no proporcionó servicios de seguimiento). Los servicios de seguimiento fueron realizados por el personal de enfermería en cuatro estudios y por un equipo multidisciplinario (personal de enfermería, médicos y fisioterapeutas) en el quinto estudio. Las consultas se dieron de forma presencial en el domicilio o en una consulta, o se hicieron por teléfono, o de ambas formas. Los participantes tuvieron más de una consulta como parte del servicio y en dos estudios los participantes tuvieron hasta ocho consultas. Aunque hubo diferencias en el diseño de las consultas de los servicios de seguimiento en cada estudio, se señaló que cada servicio incluyó la evaluación de las necesidades de los participantes con la derivación a un especialista, si fue necesario.
Se encontró que los servicios de seguimiento pueden lograr poca o ninguna diferencia en la calidad de vida relacionada con la salud de los pacientes a los 12 meses después de la estancia en la UCI (un estudio; 286 participantes; evidencia de certeza baja) y probablemente logran poca o ninguna diferencia en el número de muertes después de los 12 meses (cinco estudios; 1707 participantes; evidencia de certeza moderada). Los servicios de seguimiento pueden lograr poca o ninguna diferencia en el TEPT (tres estudios; 703 participantes; evidencia de certeza baja).
No hay seguridad en la evidencia con respecto a si el uso de un servicio de seguimiento reduce la depresión y la ansiedad (tres estudios; 843 participantes), la funcionalidad física (cuatro estudios; 1297 participantes), la funcionalidad cognitiva (cuatro estudios; 1297 participantes), o si aumenta la capacidad para retornar al trabajo o a los estudios (un estudio; 386 participantes); esta evidencia se consideró de certeza muy baja. Ningún estudio midió los efectos adversos.
Se esperaba analizar las diferencias entre los tipos de servicio de seguimiento de la UCI y entre los pacientes que pueden o no haber presentado delirio, para proporcionar más información acerca de si ciertos estilos del servicio son mejores, o si estos servicios son más útiles en pacientes con diferentes afecciones. Sin embargo, no se encontraron suficientes estudios para poder considerar estas diferencias.
¿Qué grado de actualización tiene esta revisión?
Se hicieron búsquedas de estudios que se habían publicado hasta el 2017.
No se encontró evidencia suficiente a partir de un número limitado de estudios, para determinar si los servicios de seguimiento de la UCI son efectivos para identificar y tratar las necesidades de salud no atendidas en los supervivientes de la UCI. Se encontraron cinco estudios en curso que no están incluidos en esta revisión; estos estudios en curso pueden aumentar la certeza en el efecto en las actualizaciones futuras. Debido a los datos limitados, no fue posible explorar si un diseño del servicio de seguimiento es preferible a otro, o si un servicio es más efectivo para algunas personas que para otras y se prevé que los estudios futuros también pueden variar en el diseño. Se propone que los estudios futuros se diseñen con métodos consistentes (por ejemplo, son preferibles los estudios aleatorios) y consideren solo una variable (el servicio de seguimiento) en comparación con la atención estándar; esto aumentaría la confianza en que el efecto se debe al servicio de seguimiento en lugar de a los tratamientos concomitantes.
La estancia en la unidad de cuidados intensivos (UCI) se ha vinculado con varias secuelas físicas y psicológicas, que conjuntamente se conocen como síndrome poscuidados intensivos (PICS). Los servicios de seguimiento específicos de la UCI son avances relativamente recientes en los sistemas de salud que pueden tener el potencial para atender el PICS al dirigirse a las necesidades de salud no atendidas que surgen de la experiencia de la estancia en la UCI. En la actualidad no hay un modelo aceptado de servicio de seguimiento y los programas actuales de asistencia después del tratamiento abarcan diversas intervenciones y materiales. No hay evidencia clara acerca de si los servicios de seguimiento se dirigen de forma efectiva al PICS, que es lo que evalúa esta revisión.
El objetivo principal fue evaluar la efectividad de los servicios de seguimiento para los supervivientes de la UCI dirigidos a identificar y tratar las necesidades de salud insatisfechas relacionadas con el período en la UCI. Se buscó evaluar la efectividad en la calidad de vida relacionada con la salud (CdVRS), la mortalidad, la depresión y la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático (TEPT), la funcionalidad física, la funcionalidad cognitiva, la capacidad para retornar al trabajo o a la formación y los efectos adversos.
Los objetivos secundarios fueron examinar diferentes modelos de servicios de seguimiento. Se buscó explorar: la efectividad de la organización del servicio (a cargo de médicos versus personal de enfermería, de forma presencial versus a distancia, momento del servicio de seguimiento); las diferencias relacionadas con el país (países de ingresos altos versus bajos y medios); y el efecto del delirio, que luego puede afectar la funcionalidad cognitiva, y puede haber diferencias en el efecto de los servicios de seguimiento en estos participantes.
Se hicieron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase y en CINAHL hasta el 7 noviembre 2017. Se buscaron estudios en curso en los registros de ensayos clínicos, y se realizó una búsqueda hacia adelante y hacia atrás de las citas de artículos relevantes.
Se incluyeron los estudios aleatorios y no aleatorios con participantes adultos a los que se les había dado de alta del hospital después de una estancia en la UCI. Se incluyeron los estudios que compararon un servicio de seguimiento de la UCI con el uso de un programa estructurado y coordinado por un profesional sanitario versus ningún servicio de seguimiento o atención estándar.
Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente los estudios para la inclusión, extrajeron los datos, evaluaron el riesgo de sesgo y resumieron los hallazgos. Se utilizaron los criterios GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.
Se incluyeron cinco estudios (cuatro estudios aleatorios; un estudio no aleatorio), con un total de 1707 participantes que fueron supervivientes de la UCI, con variable gravedad de las enfermedades y las afecciones. Los servicios de seguimiento se realizaron por personal de enfermería en cuatro estudios o por un equipo multidisciplinario en un estudio. Incluyeron consultas de forma presencial en el domicilio o en una consulta, o consultas telefónicas o ambas. Cada estudio incluyó al menos una consulta (semanal, mensual, o cada seis meses), y dos estudios tuvieron hasta ocho consultas. Aunque hubo diferencias en el diseño de las consultas de los servicios de seguimiento en cada estudio, se señaló que cada servicio incluyó la evaluación de las necesidades de los participantes con la derivación a un especialista, si fue necesario.
No fue posible cegar a los profesionales sanitarios ni a los participantes a la intervención y no se sabe si este hecho puede haber introducido sesgo de realización. Se observaron diferencias iniciales (dos estudios) y los servicios incluyeron recursos adicionales (dos estudios), lo que puede haber influido en los resultados, y un estudio no aleatorio tuvo alto riesgo de sesgo de selección.
No se combinaron los datos de los estudios aleatorios con los datos de un estudio no aleatorio. Los servicios de seguimiento para mejorar los resultados a largo plazo en los supervivientes de la UCI pueden lograr poca o ninguna diferencia en la CdVRS a los 12 meses (diferencia de medias estandarizada [DME] -0,0; intervalo de confianza [IC] del 95%: -0,1 a 0,1; un estudio; 286 participantes; evidencia de certeza baja). Se encontró evidencia de certeza moderada a partir de cinco estudios de que probablemente también logran poca o ninguna diferencia en la mortalidad por todas las causas hasta los 12 meses después del alta de la UCI (CR 0,96; IC del 95%: 0,76 a 1,22; cuatro estudios; 1289 participantes; 79/259 muertes en el grupo de intervención y 46/151 en el grupo control) y evidencia de certeza baja de cuatro estudios de que pueden lograr poca o ninguna diferencia en el TEPT (DME -0,05; IC del 95%: -0,19 a 0,10; 703 participantes, tres estudios; y un estudio no aleatorio informó menos probabilidades de TEPT cuando se utilizó un servicio de seguimiento).
No está claro si el uso de un servicio de seguimiento reduce la depresión y la ansiedad (tres estudios; 843 participantes), la funcionalidad física (cuatro estudios; 1297 participantes), la funcionalidad cognitiva (cuatro estudios; 1297 participantes), o si aumenta la capacidad para retornar al trabajo o a la formación (un estudio; 386 participantes), debido a que la certeza de esta evidencia es muy baja. Ningún estudio midió los efectos adversos.
No fue posible evaluar los objetivos secundarios porque no se encontraron estudios suficientes para justificar un análisis de subgrupos.
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