¿Cuál es el problema?
Las mediciones regulares de la presión arterial (PA) son cruciales durante el embarazo para el diagnóstico y el manejo de la PA alta. La PA puede medirse en varios contextos (por ejemplo, la automedición en el domicilio versus en el consultorio) y utilizando diferentes técnicas (por ejemplo, la medición basada en diferentes sonidos del flujo sanguíneo). Pueden tener diferentes efectos en el diagnóstico y la monitorización de la hipertensión arterial, y en la reducción del riesgo de enfermedades graves o muerte, tanto en la mujer como en el bebé.
¿Por qué es esto importante?
Si la hipertensión arterial en el embarazo no se detecta y ni se controla a tiempo, pueden surgir complicaciones graves. Esta revisión es necesaria para establecer los beneficios y riesgos de estos contextos y técnicas para las mujeres y sus bebés.
¿Qué evidencia se encontró?
Se buscó evidencia de ensayos controlados aleatorizados en abril de 2020, y se identificaron tres estudios (con 536 607 mujeres). En general, los estudios se llevaron a cabo de tal manera que no se tiene seguridad acerca de los hallazgos, principalmente debido al pequeño tamaño de dos de los estudios y el diseño del otro.
Un estudio (154 mujeres) comparó los contextos de la PA en el Reino Unido: autocontrol en el domicilio versus la medición habitual en el consultorio. Los otros dos estudios compararon técnicas de medición de la PA: uno (220 mujeres) comparó dos sonidos diferentes del flujo sanguíneo para determinar la presión arterial diastólica (el número inferior) en Australia, y el otro (536 233 partos) investigó la introducción de un monitor de presión arterial semiautomático y un paquete de educación (intervención CRADLE) en comparación con la atención habitual en África, India y Haití.
Ninguno de los estudios midió la PA alta, el número de mujeres ingresadas en el hospital antes del nacimiento, el tiempo que los bebés permanecieron en la unidad neonatal, o la ayuda extra que recibieron los bebés para respirar.
Automedición de la PA en el domicilio comparada con la medición habitual de la PA en el consultorio
El autocontrol de la PA puede llevar a que más mujeres sean diagnosticadas con preeclampsia en comparación con la atención habitual, pero la evidencia es incierta.
Existen dudas de si el autocontrol de la PA aumenta la probabilidad de que el bebé nazca muerto, de muertes de bebés (después del nacimiento), de mujeres que dan a luz antes de tiempo o de mujeres ingresadas en la unidad de cuidados intensivos.
El autocontrol de la PA puede tener poco o ningún efecto en la probabilidad de que a las mujeres se les induzca el parto en comparación con la atención habitual.
El autocontrol de la PA puede hacer que ingresen más recién nacidos en una unidad neonatal en comparación con la atención habitual.
En este ensayo no se registraron muertes maternas ni se informó del número de muertes de bebés, antes o poco después del nacimiento.
Medición de la PA usando diferentes sonidos de flujo sanguíneo- Fase IV de Korotkoff (K4, sonido más suave y apagado) comparado con la Fase V de Korotkoff (K5, cuando el sonido desaparece) para medir la PA diastólica
Puede haber poca o ninguna diferencia entre el uso de K4 o K5 para diagnosticar la preeclampsia; la evidencia es incierta.
No se sabe con seguridad si hay un efecto sobre las muertes de los bebés, antes o poco después del nacimiento.
En este ensayo, no se registraron muertes maternas y no se informó el número de mujeres ingresadas en cuidados intensivos, mujeres que necesitaban que se les indujera el parto, mujeres que daban a luz prematuramente, bebés nacidos muertos, muertes de bebés (después del nacimiento) o bebés ingresados en la unidad neonatal.
Intervención CRADLE (monitor de PA semiautomático y un paquete de educación) en comparación con la atención habitual
El monitor de PA CRADLE puede lograr poca o ninguna diferencia en el riesgo de muerte materna.
El ensayo no informó el número de mujeres con preeclampsia, mujeres que necesitaban que se les indujera el parto, mujeres que daban a luz antes de tiempo, muertes de bebés (antes y después del nacimiento), o el número de bebés ingresados en la unidad neonatal. El número de mujeres ingresadas en cuidados intensivos, los bebés nacidos muertos y muertes de bebés (después del nacimiento) sólo se informaron para un subgrupo de mujeres en este ensayo, por lo que no se incluyeron estos resultados.
¿Qué significa esto?
Se necesita más evidencia sobre si el autocontrol de la PA en mujeres embarazadas con PA alta es beneficioso, porque el estudio que exploró esto era pequeño.
La práctica actual de utilizar la K5 (sin sonido de flujo sanguíneo) para medir la PA diastólica se apoya en las mujeres embarazadas con PA alta.
El ensayo utilizando el dispositivo CRADLE para controlar la PA en el embarazo tuvo limitaciones en su diseño, y existen dudas acerca de su beneficio.
El beneficio, si lo hay, de la automonitorización de la PA en los embarazos hipertensos sigue siendo incierto, ya que la evidencia se limita a un estudio de factibilidad. La práctica actual de usar la K5 para medir la PA diastólica se apoya en mujeres con hipertensión en el embarazo. El beneficio, si es que lo hay, de usar el dispositivo CRADLE para medir la PA en el embarazo sigue siendo incierto, debido a las limitaciones e inestabilidad del diseño del estudio del ensayo.
La medición regular de la presión arterial (PA) es crucial para el diagnóstico y el manejo de los trastornos hipertensivos en el embarazo, como la preeclampsia. La PA puede medirse en diversos contextos, como los consultorios convencionales o la automedición en el domicilio, y con diferentes técnicas, como el uso de dispositivos de presión arterial auscultatorios o automatizados. Es importante comprender el impacto de los diferentes contextos y técnicas de medición de la PA sobre desenlaces importantes para las mujeres embarazadas.
Evaluar los efectos del contexto y la técnica de medición de la PA para el diagnóstico de trastornos hipertensivos en el embarazo en los desenlaces maternos y perinatales subsiguientes, la calidad de vida de las mujeres o el uso de los recursos de los servicios de salud.
Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y el Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth’s Trials Register), ClinicalTrials.gov, en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la OMS (ICTRP) el 22 de abril de 2020 y en las listas de referencias de los estudios obtenidos.
Ensayos controlados aleatorizados (ECA) que incluyeran a mujeres embarazadas, utilizando dispositivos validados de PA en diferentes contextos o utilizando diferentes técnicas.
Dos autores de la revisión extrajeron los datos de forma independiente, evaluaron el riesgo de sesgo y utilizaron el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.
De los 21 estudios identificados, se incluyeron tres y se excluyeron 11; siete estaban en curso. De los tres ECA incluidos (536 607 mujeres), uno fue un ECA grupal, con un número sustancialmente mayor de participantes (536 233 partos) que los otros dos ensayos, pero no proporcionó datos para la mayoría de los desenlaces. En general, se consideró que los estudios incluidos tenían un bajo riesgo de sesgo. Sin embargo, la certeza de la evidencia era baja, debido a la falta de direccionalidad e imprecisión. El metanálisis no fue posible porque cada estudio investigó una comparación diferente.
Ninguno de los estudios incluidos informó sobre el desenlace primario de la PA sistólica mayor o igual a 150 mmHg. Ninguno de los estudios informó de ninguno de los desenlaces secundarios importantes: ingresos hospitalarios prenatales, duración de la estancia en la unidad neonatal o intubación endotraqueal neonatal y uso de ventilación mecánica.
Configuración de la medición de la PA: automedición versus medición clínica convencional (un estudio, 154 mujeres)
No hubo muertes maternas ni en el grupo de automonitorización ni en el grupo de atención habitual. El estudio no informó de la mortalidad perinatal.
La automonitorización puede dar lugar a un número ligeramente superior de diagnósticos de preeclampsia en comparación con la atención habitual (riesgos relativos (RR) 1,49; intervalo de confianza (IC) del 95%: 0,87 a 2,54; 154 mujeres; un estudio; evidencia de certeza baja), pero el amplio IC del 95% es coherente con los posibles efectos beneficiosos y perjudiciales.
La automonitorización puede tener poco o ningún efecto sobre la probabilidad de inducir el trabajo de parto en comparación con la atención habitual (RR 1,09; IC del 95%: 0,82 a 1,45; 154 mujeres; un estudio; evidencia de certeza baja).
No se sabe con certeza si la automonitorización de la PA tiene algún efecto sobre el ingreso de la madre en cuidados intensivos (RR 1,54; IC del 95%: 0,06 a 37,25; 154 mujeres; un estudio; evidencia de certeza baja), el nacimiento de mortinatos (RR 2,57; IC del 95%: 0,13 a 52,63; 154 mujeres; un estudio; evidencia de certeza baja), la muerte neonatal (RR 1,54; IC del 95%: 0,06 a 37,25; 154 mujeres; un estudio; evidencia de certeza baja) o el nacimiento prematuro (RR 1,15; IC del 95%: 0,37 a 3,55; 154 mujeres; un estudio; evidencia de certeza baja), en comparación con la atención habitual porque la certeza de la evidencia es baja y el IC del 95% es coherente con efectos beneficiosos y perjudiciales apreciables.
La automonitorización puede dar lugar a un número ligeramente mayor de ingresos en la unidad neonatal en comparación con la atención habitual (RR 1,53; IC del 95%: 0,65 a 3,62; 154 mujeres; un estudio; evidencia de certeza baja), pero el amplio IC del 95% incluye la posibilidad de un número ligeramente menor de ingresos con automonitorización.
Técnica de medición de la PA: fase IV de Korotkoff (K4, sonido amortiguado) versus fase V de Korotkoff (K5, desaparición del sonido) para representar la PA diastólica (un estudio, 220 mujeres)
No hubo muertes maternas ni en el grupo K4 ni en el K5.
Es posible que haya poca o ninguna diferencia en el diagnóstico de la preeclampsia entre el uso de K4 o K5 para la PA diastólica (RR 1,16; IC del 95%: 0,89 a 1,49; un estudio; 220 mujeres; evidencia de certeza baja), ya que el amplio IC del 95% incluye la posibilidad de más diagnósticos con K4.
No se sabe con certeza si hay una diferencia en la mortalidad perinatal entre los grupos porque la calidad de la evidencia es baja y el IC del 95% es consistente con un efecto beneficioso y perjudicial apreciable (RR 1,14; IC del 95%: 0,16 a 7,92; un estudio, 220 mujeres; evidencia de certeza baja).
El ensayo no informó de datos sobre el ingreso de la madre en cuidados intensivos, la inducción del trabajo de parto, el nacimiento de mortinatos, la muerte neonatal, el parto prematuro o los ingresos en la unidad neonatal.
Técnica de medición de la PA: intervención CRADLE (dispositivo CRADLE, un monitor de PA semiautomático con características adicionales, y un paquete de educación) versus la atención habitual (un estudio, 536 233 partos)
Puede haber poca o ninguna diferencia entre el uso del dispositivo CRADLE y la atención habitual en el número de muertes maternas (RR ajustado 0,80; IC del 95%: 0,30 a 2,11; 536 233 mujeres; un estudio; evidencia de certeza baja), pero el IC del 95% es coherente con un efecto beneficioso y perjudicial apreciable.
El ensayo no informó de preeclampsia, inducción del parto, mortalidad perinatal, parto prematuro o ingresos en unidades neonatales. El ingreso de las madres en cuidados intensivos y los desenlaces perinatales (mortinatos y muertes neonatales) sólo se recogieron para una pequeña proporción de las mujeres, identificadas por un desenlace y no por las características iniciales, rompiendo así la asignación aleatoria. Por lo tanto, no se pudo atribuir ninguna diferencia entre los grupos a la intervención, y no se extrajeron datos para estos desenlaces.
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