Pregunta de la revisión
¿Colocar selladores sobre las superficies de mordida de las muelas de leche puede prevenir la formación de caries en ellas?
Antecedentes
La caries dental es una de las enfermedades más frecuentes durante la infancia y pueden afectar al bienestar general del menor. Los dientes más afectados son las muelas, cuyas superficies de mordida no son planas y presentan surcos (fosas y fisuras) que pueden retener restos de comida y bacterias, lo que lleva a la formación de caries. Además, la abertura de estas ranuras es tan pequeña que las cerdas de un cepillo de dientes no pueden entrar completamente en ellas, lo que dificulta su limpieza. El sellado de los surcos es una de las formas de prevenir la caries en las muelas. El sellador actúa como una barrera protectora contra los alimentos y las bacterias, impidiendo así su acción nociva sobre las superficies de los dientes.
Características de los estudios
Se incluyeron nueve estudios con 1120 niños (entre 18 meses y ocho años). Los estudios utilizaron varios selladores dentales para prevenir la caries en los dientes de leche. La mayoría de los estudios se consideraron en alto riesgo de sesgo global porque los profesionales dentales que midieron los desenlaces podían ver si se había colocado o no un sellador y diferenciar entre los distintos materiales sellantes.
Resultados clave
Tres estudios compararon el uso de selladores con no usarlos, y seis estudios compararon diferentes materiales o procesos para sellar la superficie del diente. Como hubo diferencias importantes en el diseño de los estudios en cuanto a los tipos de selladores, la edad de los niños al inicio del ensayo y la duración del seguimiento, no fue posible agrupar los datos. Solo un ensayo evaluó e informó sobre efectos secundarios, cuya naturaleza fue el reflejo nauseoso mientras se colocaba el material de sellado.
Calidad de la evidencia
Se encontró evidencia de calidad baja de la efectividad de los selladores para prevenir la caries en las superficies de mordida de las muelas de leche en los niños. Por lo tanto, no fue posible establecer conclusiones sobre la efectividad de los selladores en comparación con no usarlos o utilizar uno diferente para prevenir la aparición de caries en los dientes de leche de los niños. Se necesitan más estudios bien realizados con largos períodos de seguimiento.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La revisión incluye los estudios disponibles a partir de una búsqueda en la literatura hasta el 11 de febrero de 2021.
La certeza de la evidencia para las comparaciones y los desenlaces de la revisión fue baja o muy baja, lo cual refleja la fragilidad y la incertidumbre de la evidencia. El volumen de evidencia para esta revisión fue limitado, que incluyó, como es habitual, estudios pequeños donde el número de eventos fue bajo. La mayoría de estudios de la revisión tuvieron un diseño de boca dividida, un diseño de estudio eficiente para esta pregunta de investigación; sin embargo, a menudo hubo fallos en el análisis y la presentación de los resultados que dificultaron la síntesis de la evidencia. La información sobre los eventos adversos fue una omisión importante de los estudios incluidos. Dada la relevancia de la prevención para el mantenimiento de una buena salud bucodental, la importante falta de evidencia que existe acerca de la retención de los selladores y su efecto para prevenir la caries en los dientes primarios, debería abordarse con ECA sólidos.
Los selladores de fosas y fisuras son materiales plásticos que se utilizan para sellar las fosas y fisuras profundas de las superficies oclusivas de los dientes, donde se producen las caries con mayor frecuencia en niños y adolescentes. Las fosas y fisuras profundas pueden retener restos de alimentos y bacterias, lo que dificulta su limpieza y hace que sean más susceptibles a la caries dental. La aplicación de un sellador de fosas y fisuras, un enfoque preventivo no invasivo, puede prevenir la caries dental al formar una barrera protectora que reduce la retención de alimentos y el crecimiento bacteriano. Aunque la evidencia de certeza moderada muestra que los selladores son eficaces para prevenir la caries en los dientes permanentes, la efectividad de la aplicación de selladores de fosas y fisuras en los dientes primarios aún no se ha establecido.
Evaluar los efectos de los selladores en comparación con ningún sellador o uno diferente en la prevención de las caries de fosas y fisuras en las superficies oclusivas de los molares primarios en los niños e informar sobre los efectos adversos y la retención de los diferentes tipos de selladores.
Un documentalista realizó búsquedas en cuatro bases de datos bibliográficas hasta el 11 de febrero de 2021 y utilizó métodos de búsqueda adicionales para identificar estudios publicados, no publicados y en curso. Los autores de la revisión examinaron las listas de referencias de los estudios incluidos y de las revisiones sistemáticas pertinentes en busca de estudios adicionales.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) de grupos paralelos y de boca dividida que compararon un sellador con ningún sellador, o diferentes tipos de selladores, para la prevención de la caries en los molares primarios, sin restricción de la duración del seguimiento. Se incluyeron estudios en los que se utilizaron cointervenciones como medidas preventivas de salud oral, educación en salud oral o demostraciones de cepillado de dientes, siempre que se utilizara el mismo complemento con la intervención y el comparador. Se excluyeron los estudios con intervenciones complejas para la prevención de la caries dental en los dientes primarios, como las restauraciones preventivas de resina, o los estudios que utilizaron selladores en lesiones cariadas cavitadas.
Dos autores de la revisión de forma independiente examinaron los resultados de las búsquedas, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de los estudios incluidos. Los desenlaces de aparición de nuevas caries sobre superficies oclusivas de molares primarios se presentaron como odds ratios (OR) con intervalos de confianza (IC) del 95%. Cuando los estudios fueron similares en las características clínicas y metodológicas, se planeó agrupar las estimaciones del efecto con un modelo de efectos aleatorios, cuando correspondía. Se utilizó el método GRADE para calificar la certeza de la evidencia.
Se incluyeron nueve estudios que aleatorizaron a 1120 niños de entre 18 meses y ocho años al comienzo del estudio. Un estudio comparó un sellador de resina liberador de flúor con ningún sellador (139 pares de dientes en 90 niños); dos estudios compararon un sellador de ionómero de vidrio con ningún sellador (619 niños); dos estudios compararon un sellador de ionómero de vidrio con uno de resina (278 pares de dientes en 200 niños); dos estudios compararon un sellador de resina liberador de flúor con un sellador de resina (113 pares de dientes en 69 niños); un estudio comparó el composite con un sellador de resina liberador de flúor (40 pares de dientes en 40 niños); y un estudio comparó un sellador autopolimerizado con uno fotopolimerizado (52 pares de dientes en 52 niños).
Tres estudios evaluaron los efectos del uso de selladores versus no usarlos y proporcionaron datos para el desenlace principal. Debido a las diferencias en el diseño de los estudios, como la edad de los participantes y la duración del seguimiento, se decidió no agrupar los datos. A los 24 meses, no hubo evidencia suficiente de una diferencia en la aparición de nuevas lesiones de caries entre los grupos de selladores liberadores de flúor y ningún tratamiento (odds ratio de Becker Balagtas [BB OR] 0,76; IC del 95%: 0,41 a 1,42; un estudio, 85 niños, 255 superficies dentales). En el caso de los selladores de ionómero de vidrio, la evidencia fue dudosa: un estudio encontró evidencia insuficiente de que hubo una diferencia durante el seguimiento entre 12 y 30 meses (OR 0,97; IC del 95%: 0,63 a 1,49; 449 niños), mientras que otro con un seguimiento de 12 meses encontró un efecto grande y beneficioso de los selladores (OR 0,03; IC del 95%: 0,01 a 0,15; 107 niños). Se consideró que la certeza de la evidencia fue baja, disminuida dos niveles en total por las limitaciones de los estudios, la imprecisión y la inconsistencia.
Se incluyeron seis ensayos que aleatorizaron a 411 niños y que compararon directamente diferentes materiales de sellado, cuatro de los cuales (221 niños) proporcionaron datos para el desenlace principal de la revisión. Las diferencias de edad de los participantes y de duración del seguimiento impidieron agrupar los datos. La incidencia de aparición de nuevas caries fue normalmente baja en los distintos tipos de selladores evaluados. La certeza de la evidencia se consideró baja o muy baja para el desenlace de incidencia de caries.
Solo un estudio evaluó e informó de los eventos adversos, cuya naturaleza fue el reflejo nauseoso mientras se colocaba el material de sellado.
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