Mensajes clave
• La exposición al olor y al sabor de la leche con la alimentación por sonda podrían tener poco o ningún efecto en el tiempo hasta que el lactante prematuro consigue alimentarse por succión.
• No se encontró evidencia de ningún efecto no deseado de la exposición al olor y al sabor de la leche con la alimentación por sonda en lactantes prematuros.
¿Qué es la alimentación por sonda?
Los lactantes prematuros (nacidos antes de la semana 37 de embarazo) a menudo necesitan ser alimentados a través de un tubo fino que se inserta por la boca (orogástrica) o la nariz (nasogástrica) hasta el estómago, hasta que son capaces de alimentarse completamente por succión.
¿Por qué son importantes el olor y el sabor de la leche para los bebés alimentados por sonda?
Inicialmente, solo se administran pequeños volúmenes de leche, que se incrementan de forma gradual según cómo de bien la toleren los bebés. El olor y el sabor desempeñan un papel importante en la digestión y absorción de los alimentos, y dado que los lactantes alimentados por sonda no perciben el olor ni el sabor de la leche, pueden tardar más tiempo en tolerar mayores volúmenes de leche.
¿Qué se quería averiguar?
Se quiso averiguar si exponer a los lactantes al olor y al sabor de la leche antes o durante la toma por sonda podría ayudarles a tolerar mayores cantidades de leche de forma más rápida y a mejorar su crecimiento y desarrollo global. También se quería saber si este método producía algún efecto no deseado.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que investigaran la exposición de los neonatos prematuros al olor o sabor (o ambos) de la leche con la alimentación por sonda, en comparación con ninguna exposición de este tipo. Se compararon y resumieron los resultados de estos estudios, y la certeza de la evidencia se calificó según factores como la metodología de los estudios y el número de lactantes incluidos.
¿Qué se encontró?
Se identificaron ocho estudios completados con 1277 lactantes prematuros ingresados a una unidad de cuidados intensivos neonatales.
La exposición al olor y al sabor de la leche con la alimentación por sonda podrían tener poco o ningún efecto en el tiempo hasta que se consiguen tomas completas por succión, pero los resultados son muy poco claros. Dos estudios informaron de que ningún bebé tuvo efectos no deseados relacionados con la exposición al olor y al sabor de la leche con la alimentación por sonda. La exposición al olor y al sabor de la leche podría tener poco o ningún efecto sobre la duración de la nutrición intravenosa (alimentación a través de una vena), el tiempo hasta alcanzar la alimentación enteral completa (alimentación a través de una sonda hasta el estómago) o el riesgo de enterocolitis necrosante (una enfermedad intestinal grave), aunque los resultados sobre el tiempo hasta alcanzar la alimentación enteral completa son muy inciertos. Es probable que la exposición al olor y al sabor de la leche tenga poco o ningún efecto en el riesgo de desarrollar una infección a partir de los dos días desde el nacimiento.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Se tiene muy poca confianza en la evidencia por los siguientes motivos:
• se identificaron pocos estudios;
• la mayoría de los estudios eran pequeños y proporcionaron distintos tipos de exposición al olor y al sabor;
• en muchos estudios, los médicos y los padres eran conscientes del tratamiento que recibía el bebé; y
• los estudios no investigaron todos los desenlaces de interés para la revisión.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Esta revisión está actualizada hasta abril de 2023.
Los resultados de los metanálisis apuntan a que la exposición al olor y al sabor de la leche con la alimentación por sonda podrían tener poco o ningún efecto en el tiempo transcurrido hasta alcanzar la alimentación completa por succión y el tiempo hasta alcanzar la alimentación enteral completa. No se encontraron diferencias claras entre la exposición o la ausencia de esta al olor o al sabor de la leche en los desenlaces de seguridad (efectos adversos, enterocolitis necrosante e infección tardía).
Los resultados de un estudio en curso y de dos estudios en espera de clasificación podrían alterar las conclusiones de la revisión. Los estudios de investigación futuros deben examinar el efecto de exponer a lactantes prematuros al olor y al sabor de la leche con la alimentación por sonda sobre los desenlaces de salud durante la hospitalización, como la adquisición de habilidades alimentarias, la seguridad, la tolerancia a la alimentación, la infección y el crecimiento. Los estudios futuros deberían tener la potencia suficiente para detectar el efecto de la intervención en lactantes de diferentes edades gestacionales y en cada sexo por separado. También es importante determinar el método, la frecuencia y la duración óptimos de la exposición.
Los lactantes prematuros (nacidos antes de las 37 semanas de gestación) a menudo son incapaces de coordinar la succión, la deglución y la respiración para la alimentación oral debido a su inmadurez. En tales casos, la nutrición inicial se proporciona por sonda nasogástrica u orogástrica. La intolerancia alimentaria es frecuente y puede retrasar el logro de la alimentación enteral y por succión completas, lo que prolonga la necesidad de apoyo nutricional y la estancia hospitalaria. El olfato y el gusto cumplen una función importante en la activación de los procesos fisiológicos preabsortivos que contribuyen a la digestión y absorción de los alimentos. Sin embargo, durante la alimentación por sonda, la leche omite las cavidades nasal y oral, lo que limita la exposición a su sabor y olor. Proporcionar el olor y el sabor de la leche con la alimentación por sonda ofrece una intervención no invasiva y económica que, si es eficaz acelerando la transición a la alimentación enteral y luego a la alimentación por succión, tendría ventajas considerables para los lactantes, su familia y los sistemas sanitarios.
Evaluar si la exposición al olor o al gusto (o a ambos) de la leche materna o maternizada administrada con alimentación por sonda puede acelerar la transición hacia la alimentación completa por succión sin efectos adversos en los lactantes prematuros.
Se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, CINAHL y Epistemonikos hasta el 26 de abril de 2023. También se buscó en bases de datos de ensayos clínicos y en resúmenes de congresos.
Se incluyeron estudios aleatorizados y cuasialeatorizados que evaluaron la exposición versus ninguna exposición al olor o al sabor de la leche (o ambos) inmediatamente antes o en el momento de la alimentación por sonda.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los estudios, evaluaron el riesgo de sesgo y extrajeron los datos siguiendo la metodología del Grupo Cochrane de Neonatología (Cochrane Neonatal). Se realizaron metanálisis con las razones de riesgos (RR) para los datos dicotómicos y las diferencias de medias (DM) para los datos continuos, con sus intervalos de confianza (IC) del 95% respectivos. Para evaluar la certeza de la evidencia se utilizó el sistema GRADE.
Se incluyeron ocho estudios (1277 lactantes prematuros). Siete estudios (1244 lactantes) aportaron datos para el metanálisis.
La evidencia indica que la exposición al olor y al sabor de la leche con la alimentación por sonda tiene poco o ningún efecto en el tiempo transcurrido hasta alcanzar la alimentación completa por succión (DM -1,07 días; IC del 95%: -2,63 a 0,50; tres estudios, 662 lactantes; evidencia de certeza muy baja). Dos estudios informaron de que no hubo efectos adversos relacionados con las intervenciones. La intervención podría tener un efecto escaso o nulo sobre la duración de la nutrición parenteral (DM 0,23 días; IC del 95%: -0,24 a 0,71; tres estudios, 977 lactantes; evidencia de certeza baja), el tiempo hasta alcanzar la alimentación enteral completa (DM -0,16 días; IC del 95%: -0,45 a 0,12; un estudio, 736 lactantes; evidencia de certeza muy baja) o el riesgo de enterocolitis necrosante (RR 0,93; IC del 95%: 0,47 a 1,84; dos estudios, 435 lactantes; evidencia de certeza muy baja), aunque la evidencia para el tiempo transcurrido hasta alcanzar la alimentación enteral completa es muy incierta. La exposición al olor y al sabor de la leche con la alimentación por sonda probablemente tenga poco o ningún efecto en el riesgo de infección tardía (RR 1,14; IC del 95%: 0,74 a 1,75; dos estudios, 436 lactantes; evidencia de certeza moderada). No hubo datos disponibles para evaluar la intolerancia alimentaria.
Los estudios incluidos tenían tamaños muestrales pequeños y limitaciones metodológicas, incluida una asignación aleatoria inexistente o poco clara (cuatro estudios), la falta de cegamiento de los participantes y el personal (cinco estudios), un cegamiento del evaluador de los desenlaces inexistente o poco claro (los ocho estudios) y diferentes criterios de inclusión y metodologías de administración de las intervenciones.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.