¿Cuál era el objetivo de esta revisión?
La terapia hormonal con inhibidores de la aromatasa se utiliza para tratar un tipo de cáncer de mama incipiente (con sobreexpresión de receptores hormonales) en mujeres después de la menopausia. Los IA causan efectos secundarios como dolores y rigidez articulares y musculares (síntomas musculoesqueléticos de los inhibidores de la aromatasa, o los llamados SMEIA), que podrían hacer que algunas mujeres dejen de tomarlos, y potencialmente empeorar la supervivencia. El objetivo de esta revisión Cochrane fue examinar si los tratamientos sistémicos (tratamientos que llegan a las células de todo el cuerpo viajando por la sangre) pueden prevenir o tratar los SMEIA. Los autores de la revisión recopilaron y analizaron todos los estudios relevantes para responder esta pregunta.
Mensajes clave
No está muy claro si los tratamientos sistémicos mejoran, empeoran o no suponen una diferencia en el dolor o la calidad de vida de las mujeres que toman inhibidores de la aromatasa. La mayoría de la evidencia fue de calidad muy baja. No estuvo muy claro si los tratamientos sistémicos para los SMEIA fueron seguros.
¿Qué estudió la revisión?
Se examinaron los estudios de investigación sobre tratamientos sistémicos, que incluyeron medicamentos, vitaminas y medicinas complementarias y alternativas, para ver si podían prevenir o tratar los dolores y la rigidez articular y muscular de las mujeres que tomaban inhibidores de la aromatasa. Se incluyeron ensayos de tratamientos sistémicos comparados con placebo (tratamiento falso), o con tratamientos estándar. Se incluyeron mujeres tratadas con inhibidores de la aromatasa para el cáncer de mama incipiente con sobreexpresión de receptores hormonales. La mayoría de los estudios eran para el tratamiento de los SMEIA.
Los desenlaces que se estudiaron fueron los cambios en el dolor, la rigidez, la fuerza de la mano (fuerza de prensión), la seguridad y los efectos secundarios de los tratamientos de estudio, el número de mujeres que siguieron tomando los inhibidores de la aromatasa, la calidad de vida de las mujeres, el número de mujeres que presentaron dolores musculares y articulares debido a los inhibidores de la aromatasa y la supervivencia.
¿Cuáles son los principales resultados de esta revisión?
Después de recopilar y analizar todos los estudios relevantes, se encontraron 17 estudios con 2034 mujeres incluidas. En estos estudios participaron diferentes cantidades de mujeres, entre 37 y 299. Cuatro estudios analizaron los tratamientos sistémicos para prevenir los dolores articulares y musculares de los inhibidores de la aromatasa; 13 estudios investigaron los tratamientos sistémicos para tratar estos síntomas. Diez estudios se realizaron en EE.UU., tres en China, dos en Australia, uno en Italia y uno en Brasil. Muchos de los estudios contaron con un escaso número de mujeres, lo que puede haber dificultado la detección de pequeñas diferencias. Hubo problemas con algunos estudios con riesgo de sesgo. Otros problemas se debieron a que varios estudios no habían publicado completamente la información sobre los ingredientes del tratamiento o sus resultados, por lo que algunos datos no estaban disponibles para su revisión o análisis. Además, los estudios utilizaron muchos tipos distintos de tratamiento, y no fue apropiado combinar sus resultados en el análisis.
Estudios de prevención de los SMEIA
No está claro si alguno de estos estudios encontró un efecto positivo o negativo sobre el dolor, y sobre el número de mujeres que desarrollaron SMEIA debido a la calidad muy baja de la evidencia. Los tratamientos sistémicos podrían tener un efecto escaso o nulo sobre la fuerza de prensión, la calidad de vida o el hecho de que las mujeres continuaran tomando los inhibidores de la aromatasa (evidencia de calidad baja). Ninguno de los estudios analizó la rigidez.
Estudios de tratamiento de los SMEIA
No está claro si alguno de estos estudios encontró un efecto positivo o negativo sobre el dolor, la rigidez y la calidad de vida de las mujeres debido a la calidad muy baja de la evidencia. Es probable que los tratamientos sistémicos produzcan poco o ningún cambio en la fuerza de prensión en las mujeres con SMEIA (evidencia de calidad baja). Ninguno de los estudios analizó el número de mujeres que continuaron tomando los inhibidores de la aromatasa o que desarrollaron SMEIA, ni la supervivencia.
Seguridad
No se sabe si los tratamientos sistémicos para los SMEIA son seguros, ya que la evidencia es muy incierta. No hubo efectos secundarios graves. Un tratamiento, la duloxetina, provocó un aumento de los efectos secundarios en las mujeres, y un tratamiento, el etoricoxib, tuvo una alerta de seguridad durante el ensayo. La duración del seguimiento de las mujeres en muchos estudios fue corta. Los datos de seguridad se deben interpretar con precaución.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
La última búsqueda de estudios (publicados y en curso) para esta revisión se realizó en septiembre de 2020 dentro de las bases de datos especificadas y en marzo de 2021 en el Registro especializado de grupo Cochrane de Cáncer de mama.
Los SMEIA son síntomas crónicos y complejos con un impacto significativo en las mujeres con cáncer de mama en estadio inicial que reciben un IA. Hasta la fecha, la evidencia de la seguridad y efectividad de los tratamientos sistémicos para la prevención o el tratamiento de los SMEIA ha sido mínima. Aunque esta revisión identificó 17 estudios con 2034 participantes asignadas al azar, la revisión fue difícil debido a la heterogeneidad de las intervenciones con tratamientos sistémicos y las metodologías de estudio, así como a la falta de disponibilidad de ciertos datos de los ensayos. Por lo tanto, el metanálisis fue limitado y los resultados de la revisión no fueron concluyentes. Se recomienda la realización de más estudios de investigación sobre los tratamientos sistémicos para los SMEIA, que incluyan ECA de calidad alta con poder estadístico suficiente, descripciones completas de la intervención/placebo y definiciones sólidas de la enfermedad y de los desenlaces estudiados.
Los inhibidores de la aromatasa (IA) adyuvantes mejoran la supervivencia en comparación con el tamoxifeno en mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama con sobreexpresión de receptores hormonales en estadio I a III. En aproximadamente la mitad de estas mujeres, los IA se asocian con síntomas musculoesqueléticos inducidos por los inhibidores de la aromatasa (SMEIA), a menudo descritos como dolor y molestias simétricos en las articulaciones, dolor musculoesquelético y rigidez articular. Los SMEIA podrían tener un efecto significativo y prolongado en la calidad de vida de las mujeres. Los SMEIA reducen la adherencia al tratamiento con IA en hasta la mitad de las mujeres, lo que puede comprometer los desenlaces del cáncer de mama. Se han investigado diferentes tratamientos sistémicos para la prevención y el tratamiento de los SMEIA, pero su efectividad aún no está clara.
Evaluar los efectos de los tratamientos sistémicos en la prevención o el tratamiento de los SMEIA en mujeres con cáncer de mama con sobreexpresión de receptores hormonales en estadio I a III.
Se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, en los registros de la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) de la OMS y Clinicaltrials.gov hasta septiembre de 2020 y en el registro especializado del Grupo Cochrane de Cáncer de mama (Cochrane Breast Cancer Group [CBCG]) hasta marzo de 2021.
Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorizados que compararon los tratamientos sistémicos con un grupo de comparación. Las intervenciones con tratamientos sistémicos incluyeron todos los tratamientos farmacológicos, los suplementos dietéticos y las medicinas complementarias y alternativas (MCA). Se permitieron todos los grupos de comparación, incluido el placebo o la atención estándar (o ambos) con analgesia sola. Fueron elegibles los estudios publicados no revisados por pares.
Dos autores de la revisión examinaron de forma independiente los estudios, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo y la certeza de la evidencia mediante el método GRADE. Los desenlaces evaluados fueron el dolor, la rigidez, la fuerza de prensión, los datos de seguridad, la interrupción del IA, la calidad de vida relacionada con la salud (CdVRS), la calidad de vida específica del cáncer de mama (CdVECM), la incidencia de SMEIA, la supervivencia específica del cáncer de mama (SECM) y la supervivencia general (SG). Para los desenlaces continuos se utilizó el recuento de votos informando cuántos estudios comunicaron un beneficio clínicamente significativo dentro de los intervalos de confianza (IC) de la diferencia de medias (DM) entre los grupos de tratamiento, según lo determinado por la diferencia mínima cínicamente importante (DMCI) para esa escala de desenlaces. Para los desenlaces dicotómicos se proporcionaron los desenlaces como una razón de riesgos (RR) con IC del 95%.
Se incluyeron 17 estudios con 2034 participantes asignados al azar. Cuatro estudios evaluaron los tratamientos sistémicos para la prevención de los SMEIA y 13 estudios investigaron el tratamiento de los SMEIA. Debido a la variación de los estudios de tratamientos sistémicos, incluidos los farmacológicos, y los de medicina complementaria y alternativa, o a los datos no disponibles, el metanálisis fue limitado, y sólo se combinaron dos ensayos. La certeza de la evidencia para todos los desenlaces fue baja o muy baja.
Estudios de prevención
La evidencia sobre el efecto de los tratamientos sistémicos en el dolor (desde el inicio hasta el final de la intervención; dos estudios, 183 mujeres) es muy incierta. Los dos estudios, que investigaron la vitamina D y los ácidos grasos omega-3, mostraron un efecto del tratamiento con IC del 95% que no incluyeron una DMCI para el dolor. Los tratamientos sistémicos podrían tener un efecto escaso o nulo sobre la fuerza de prensión (RR 1,08; IC del 95%: 0,37 a 3,17; un estudio, 137 mujeres) o sobre el hecho de que las mujeres continúen tomando el IA (RR 0,16; IC del 95%: 0,01 a 2,99; un estudio, 147 mujeres). La evidencia indica un efecto escaso o nulo sobre la CdVRS y la CdVECM desde el inicio hasta el final de la intervención (el mismo estudio; 44 mujeres, ambos desenlaces de calidad de vida mostraron un efecto del tratamiento con IC del 95% que incluyeron una DMCI).
La evidencia con respecto a los desenlaces que evalúan la incidencia de SMEIA (RR 0,82, IC del 95%: 0,63 a 1,06; dos estudios, 240 mujeres) y la seguridad de los tratamientos sistémicos (cuatro estudios, 344 mujeres; evidencia de certeza muy baja) es muy incierta. En un estudio se emitió una alerta de la Food and Drug Administration de EE.UU. para la intervención (inhibidor de la ciclooxigenasa-2) durante el estudio, pero no hubo eventos adversos graves en este ni en ningún otro estudio.
No hubo datos sobre la rigidez, la SECM ni la SG.
Estudios de tratamientos
La evidencia sobre el efecto de los tratamientos sistémicos sobre el dolor desde el inicio hasta el final de la intervención en el tratamiento de los SMEIA (diez estudios, 1099 mujeres) es muy incierta. Cuatro estudios mostraron una DMCI en las puntuaciones de dolor que se encontraba dentro del IC del 95% del efecto medido (vitamina D, hueso de tigre artificial, granulado de Yi Shen Jian Gu, calcitonina). Seis estudios mostraron un efecto del tratamiento con un IC del 95% que no incluyó una DMCI (vitamina D, testosterona, ácidos grasos omega-3, duloxetina, aceite de emú, uña de gato).
La evidencia para los desenlaces de cambio en la rigidez (cuatro estudios, 295 mujeres), la CdVRS (tres estudios, 208 mujeres) y la CdVECM (dos estudios, 147 mujeres) desde el inicio hasta el final de la intervención, fue muy incierta. La evidencia indica que los tratamientos sistémicos podrían tener poco o ningún efecto sobre la fuerza de prensión (un estudio, 107 mujeres). La evidencia sobre la seguridad de los tratamientos sistémicos (diez estudios, 1250 mujeres) es muy incierta. No se notificaron eventos adversos de grado 4-5 en ninguno de los estudios. El estudio de la duloxetina informó de que hubo más eventos adversos de todo tipo en este grupo de tratamiento que en el grupo de comparación.
No hubo datos sobre la incidencia de SMEIA, el número de mujeres que seguían tomando IA, la SECM ni la SG a partir de los estudios de tratamiento.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.