¿Cuál era el objetivo de esta revisión?
El objetivo de esta revisión fue averiguar si el fenofibrato previene que las personas con diabetes tipo 1 (DMT1) o tipo 2 (DMT2) desarrollen retinopatía diabética (RD) o, si ya tenían RD, si desacelera su progresión, en comparación con placebo u observación.
Mensajes clave
- en general, es probable que el fenofibrato no influyera en la progresión de la RD, en comparación con placebo (evidencia de certeza moderada)
- en el caso de las personas con RD, es probable que su RD progresara lentamente cuando tomaron fenofibrato (evidencia de certeza moderada)
- aunque poco frecuentes, los efectos secundarios aumentaron al tomar fenofibrato (evidencia de certeza alta)
- se necesitan más estudios; por ejemplo, estudios que incluyan a personas con diabetes tipo 1, estudios que tengan en cuenta otros tratamientos recibidos y, lo que es más importante, estudios que incluyan desenlaces importantes para las personas que viven con diabetes
¿Qué se estudió en la revisión?
La RD, una enfermedad que se produce cuando los vasos sanguíneos del fondo del ojo desarrollan problemas, es una de las principales causas de pérdida de visión en todo el mundo y una carga para la sociedad. Para preservar la vista, hay que prevenir su aparición y, si está presente, ralentizar o impedir su progresión. Esta revisión resumió la evidencia acerca de si el fenofibrato puede ser útil para este propósito (en comparación con placebo u observación).
¿Cuáles son los resultados principales de la revisión?
Se encontraron dos estudios. En total se incluyeron 15 313 personas con DMT2, que fueron seguidas durante cuatro o cinco años. Los estudios se realizaron en Australia, Canadá, EE. UU., Finlandia y Nueva Zelanda. Uno fue financiado por el gobierno, el otro por la industria.
En el caso de las personas con DMT2, cuando se estudiaron conjuntamente las personas que podían o no tener RD, la evidencia de certeza moderada indicó que el fenofibrato probablemente apenas influyó en la progresión de la RD en comparación con placebo. Sin embargo, cuando se estudió a personas con RD por sí solas, la evidencia indicó que su RD progresaba lentamente cuando tomaron fenofibrato. Los eventos adversos graves fueron poco frecuentes, pero el riesgo de que se produjeran aumentó en quienes tomaron fenofibrato (evidencia de certeza alta).
Se necesitan más estudios. Por ejemplo, estudios que incluyan a personas con diabetes tipo 1 y, lo que es más importante, estudios que incluyan desenlaces que sean importantes para las personas que viven con diabetes, como el número de personas que experimentan un cambio en la visión o pérdida de visión, desarrollan retinopatía diabética proliferativa (crecimiento de nuevos vasos sanguíneos) o requieren inyecciones de tratamientos contra el factor de crecimiento endotelial vascular o esteroides. También se deben incluir medidas de calidad de vida relacionadas con la salud y la visión, la aceptabilidad del tratamiento para las personas que lo utilizan y los costes del tratamiento.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
Los autores de la revisión buscaron estudios publicados hasta el 1 de febrero de 2022.
La evidencia actual de certeza moderada indica que en un grupo mixto de personas con y sin retinopatía manifiesta, que viven con DMT2, el fenofibrato probablemente produce poca o ninguna diferencia en la progresión de la retinopatía diabética. Sin embargo, en las personas con retinopatía manifiesta que conviven con una DMT2, el fenofibrato probablemente reduce la progresión.
Los eventos adversos graves fueron poco frecuentes, pero el riesgo de que se produjeran aumentó con el uso de fenofibrato.
No existe evidencia sobre el efecto del fenofibrato en personas con DMT1. Se necesitan más estudios, con muestras de mayor tamaño y participantes con DMT1. Deben medir desenlaces que sean importantes para las personas con diabetes, p. ej. cambios en la visión, reducción de la agudeza visual de 10 letras ETDRS o más, desarrollo de retinopatía diabética proliferativa; y evaluar la necesidad de otros tratamientos, p. ej. inyecciones de tratamientos contra el factor de crecimiento endotelial vascular, esteroides.
La retinopatía diabética (RD) aún es una de las principales causas de pérdida de visión en todo el mundo, a pesar de los nuevos tratamientos y las mejoras en el control metabólico de los diabéticos. Por lo tanto, la RD supone una carga física y psicológica para las personas, y una carga económica para la sociedad. Prevenir el desarrollo y la progresión de la RD, o evitar la aparición de sus complicaciones que amenazan la visión es esencial, y deben ser una prioridad para preservar la vista. El fenofibrato puede ser una estrategia útil para lograr este objetivo, al revertir los efectos de la diabetes y reducir la inflamación de la retina, además de mejorar la dislipidemia y la hipertrigliceridemia.
Investigar los efectos beneficiosos y perjudiciales del fenofibrato para prevenir el desarrollo y la progresión de la retinopatía diabética en personas con diabetes tipo 1 (DMT1) o tipo 2 (DMT2), en comparación con placebo u observación.
Se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase y en dos registros de ensayos (hasta febrero de 2022).
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) en personas con DMT1 o DMT2, cuando éstos compararon el fenofibrato con placebo o con la observación, y evaluaron el efecto del fenofibrato sobre el desarrollo o la progresión de la RD (o ambos).
Para la recopilación y el análisis de los datos se utilizaron los métodos Cochrane estándar.
Nuestro desenlace principal fue la progresión de la RD, un desenlace compuesto de 1) incidencia de retinopatía manifiesta para los participantes que no tenían RD al inicio del estudio, o 2) avance de dos o más estadios en la escala de gravedad del Estudio de Retinopatía Diabética de Tratamiento Precoz (ETDRS) para los participantes que tenían alguna RD al inicio del estudio (o ambos), basado en la evaluación de fotografías estereoscópicas o no estereoscópicas del fondo del ojo, durante el periodo de seguimiento. La retinopatía manifiesta se definió como la presencia de cualquier RD observada en fotografías de fondo de ojo en color, estereoscópicas o no estereoscópicas.
Los desenlaces secundarios incluyeron la incidencia de retinopatía manifiesta, la reducción de la agudeza visual de los participantes con una reducción de la agudeza visual de 10 letras ETDRS o más, la retinopatía diabética proliferativa y el edema macular diabético; la calidad de vida media relacionada con la visión y los eventos adversos graves del fenofibrato.
Para evaluar la certeza de la evidencia se utilizó el método GRADE.
Se incluyeron dos estudios y sus subestudios oculares (15 313 participantes) en personas con DMT2. Los estudios se realizaron en Australia, Canadá, EE.UU., Finlandia y Nueva Zelanda. El periodo de seguimiento fue de cuatro a cinco años. Uno fue financiado por el gobierno, el otro por la industria.
En comparación con placebo u observación, el fenofibrato probablemente da lugar a poca o ninguna diferencia en la progresión de la RD (razón de riesgos [RR] 0,86; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,60 a 1,25; un estudio, 1012 participantes; evidencia de certeza moderada) en una población con y sin retinopatía manifiesta al inicio. Las personas sin retinopatía manifiesta al inicio del estudio mostraron poca o ninguna progresión (RR 1,00; IC del 95%: 0,68 a 1,47; un estudio, 804 participantes); las personas con retinopatía manifiesta al inicio del estudio observaron que su RD progresó lentamente (RR 0,21; IC del 95%: 0,06 a 0,71; un estudio, 208 personas; prueba de interacción p = 0,02).
En comparación con placebo u observación, el fenofibrato probablemente dio lugar a poca o ninguna diferencia en la incidencia de retinopatía manifiesta (RR 0,91; IC del 95%: 0,76 a 1,09; dos estudios, 1631 participantes; evidencia de certeza moderada); o en la incidencia de edema macular diabético (RR 0,39; IC del 95%: 0,12 a 1,24; un estudio, 1 012 participantes; evidencia de certeza moderada).
El uso de fenofibrato aumentó los efectos adversos graves (RR 1,55; IC del 95%: 1,05 a 2,27; dos estudios, 15 313 participantes; evidencia de certeza alta).
Los estudios no informaron sobre la incidencia de una reducción de la agudeza visual de 10 letras ETDRS o más, la incidencia de retinopatía diabética proliferativa o la calidad de vida media relacionada con la visión.
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