Mensajes clave
• En general, tanto la neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS por sus siglas en inglés) de alta frecuencia como la de baja frecuencia podrían reducir el dolor comparadas con un placebo (tratamiento falso) o ningún tratamiento.
• Se desconocen los efectos de la TENS de alta frecuencia comparada con la TENS de baja frecuencia, los efectos de ambas comparadas con otros tratamientos (acupresión, paracetamol, terapia con corriente interferencial) y los efectos no deseados.
• Los futuros estudios deberían investigar los efectos no deseados y también la eficacia de la TENS en la necesidad de tomar más analgésicos, en las actividades cotidianas limitadas por el dolor y en la calidad de vida. Los estudios deberían incluir a más mujeres y seguir una metodología más sólida.
¿Qué es el dolor menstrual?
El dolor menstrual son calambres en el útero y dolor o cólicos constantes en el bajo vientre, la zona lumbar y las piernas. Suele ocurrir al principio de la menstruación (periodo). Es muy frecuente en mujeres y chicas en edad fértil. Muchas mujeres toman analgésicos sin receta, como ibuprofeno y paracetamol. Sin embargo, algunas mujeres no pueden tomar estos medicamentos por sus efectos no deseados o por otros problemas de salud.
¿Qué es la TENS (neuroestimulación eléctrica transcutánea) y cómo podría ayudar?
Un aparato de TENS es un dispositivo pequeño y portátil con almohadillas (electrodos) que se pegan en la piel en la fuente de dolor. Suelen utilizarlo las propias mujeres en casa cuando comienzan a sentir dolor. El aparato envía pequeñas descargas eléctricas a través de la piel al área afectada que pueden producir una sensación de hormigueo. La TENS no detiene los calambres ni el dolor, pero se cree que la corriente bloquea las señales de dolor de los nervios al cerebro, reduciendo la sensación de dolor. La TENS podría también ayudar al organismo a producir endorfinas, que son el analgésico natural del cuerpo. La TENS es económica y podría tener menos efectos no deseados que los medicamentos. Los efectos no deseados podrían incluir un ligero enrojecimiento de la piel alrededor de los electrodos. Es posible variar la frecuencia y la intensidad de la corriente eléctrica, descrita como TENS de alta frecuencia o TENS de baja frecuencia.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso saber si la TENS puede aliviar el dolor menstrual sin causar efectos no deseados. Hubo interés solo en los efectos de la TENS en mujeres cuyo dolor estuviera causado por el periodo, no por otras afecciones. Se quiso saber si la TENS de alta frecuencia era más eficaz que la TENS de baja frecuencia, y si la TENS era más eficaz que el placebo (tratamiento falso) o ningún tratamiento, u otros tratamientos para el dolor menstrual.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que investigaran la TENS de alta o baja frecuencia con un placebo o ningún tratamiento o con otro tratamiento. Los estudios podían realizarse en cualquier lugar del mundo siempre que incluyeran a mujeres y chicas con dolor menstrual.
¿Qué se encontró?
En esta revisión, se incluyeron 20 estudios con 585 mujeres con dolor menstrual. Los estudios se publicaron entre 1985 y 2019. La mayoría tuvieron lugar en Brasil, Estados Unidos y Suecia, y otros en Corea del Sur, Japón, Irán, Noruega, Turquía, Taiwán e India.
• TENS de alta frecuencia comparada con placebo o ningún tratamiento
podría reducir el dolor (10 estudios, 345 mujeres), pero no se sabe si hay alguna diferencia en los efectos no deseados (tres estudios, 146 mujeres).
• TENS de baja frecuencia comparada con placebo o ningún tratamiento
también podría reducir el dolor (tres estudios, 645 mujeres). Ningún estudio informó de efectos no deseados.
• TENS de alta frecuencia comparada con TENS de baja frecuencia:
no se sabe cuál tiene más efecto sobre el dolor (tres estudios, 54 mujeres). Un estudio informó que no hubo efectos no deseados.
• TENS de alta frecuencia en comparación con otros tratamientos:
los únicos otros tratamientos que se encontraron fueron la acupresión (un estudio, 18 mujeres), el paracetamol (un estudio, 20 mujeres) y la "terapia con corriente interferencial", que es similar a la TENS pero con una corriente eléctrica más fuerte (dos estudios, 62 mujeres). Se desconoce si hubo alguna diferencia entre la TENS de alta frecuencia y estos tratamientos. No hubo diferencias en los efectos no deseados.
• TENS de baja frecuencia en comparación con otros tratamientos:
el único otro tratamiento que se encontró fue el paracetamol (un estudio, 20 mujeres). No se sabe si hubo una diferencia entre los dos tratamientos. Ningún estudio informó de efectos no deseados.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
En general, la confianza en la evidencia fue baja a muy baja. Esto se debió principalmente a que se encontraron pocos estudios y a que no incluyeron muchas mujeres. En concreto, se informó de manera deficiente sobre los efectos no deseados en la mayoría de los estudios.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
Esta nueva revisión sustituye a la revisión publicada en 2009. La evidencia está actualizada hasta abril de 2024.
La TENS de alta frecuencia y la de baja frecuencia podrían reducir el dolor en comparación con placebo o ningún tratamiento. La certeza de la evidencia se disminuyó por riesgo de sesgo. Los futuros ECA deberían centrarse más en los desenlaces secundarios de esta revisión (p. ej., necesidad de analgésicos adicionales, limitación de las actividades cotidianas o calidad de vida relacionada con la salud) y deberían diseñarse para garantizar un bajo riesgo de sesgo.
La neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS por sus siglas en inglés) es un tratamiento no farmacológico que funciona administrando corrientes eléctricas a través de electrodos adheridos a la piel en el sitio del dolor. Puede ser un tratamiento alternativo a los farmacológicos. El mecanismo de acción de la TENS para el alivio del dolor está relacionado con la inhibición de la transmisión de estímulos dolorosos, la liberación de opioides endógenos y la reducción de la isquemia muscular del útero. Aunque se ha utilizado para la dismenorrea primaria ([DP], dolor o cólicos menstruales), la evidencia de la eficacia y seguridad de la TENS de alta frecuencia, la TENS de baja frecuencia u otros tratamientos para la DP es limitada.
Evaluar la efectividad y la seguridad de la neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS) comparada con placebo, ningún tratamiento u otros tratamientos para la dismenorrea primaria (DP).
Se realizaron búsquedas en el Registro especializado del Grupo Cochrane de Ginecología y fertilidad (Gynaecology and Fertility Group), CENTRAL, MEDLINE, Embase, PsycINFO, AMED, CINAHL y las bases de datos en chino y coreano hasta el 9 de abril de 2024. También se buscaron ensayos en curso en registros de ensayos, así como otros ensayos en las listas de referencias de estudios pertinentes. No se aplicaron restricciones de idioma.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) que incluyeran a mujeres (de 12 a 49 años) con DP. Los ensayos incluidos compararon la TENS de baja frecuencia o la TENS de alta frecuencia con otra TENS, un placebo u otro tratamiento.
Cuatro autores de la revisión examinaron los ensayos, extrajeron los datos siguiendo el protocolo, evaluaron el riesgo de sesgo con RoB2 y evaluaron la certeza de la evidencia de todas las comparaciones y desenlaces principales de la revisión (es decir, alivio del dolor y efectos adversos) con el sistema GRADE.
Esta revisión sustituye a la revisión actual publicada en 2009. Se incluyeron 20 ECA con 585 mujeres asignadas al azar a TENS de alta frecuencia, TENS de baja frecuencia, placebo o ningún tratamiento u otro tratamiento.
Se incluyeron cinco comparaciones: TENS de alta frecuencia versus placebo o ningún tratamiento, TENS de baja frecuencia versus placebo o ningún tratamiento, TENS de alta frecuencia versus TENS de baja frecuencia, TENS de alta frecuencia versus otros tratamientos y TENS de baja frecuencia versus otros tratamientos.
TENS de alta frecuencia versus placebo o ningún tratamiento
La TENS de alta frecuencia podría reducir el dolor en comparación con placebo o ningún tratamiento (diferencia de medias [DM] -1,39; intervalo de confianza [IC] del 95%: -2,51 a -0,28; 10 ECA, 345 mujeres; evidencia de certeza baja; I 2 = 88%). Dos de los tres ECA no informaron efectos adversos, por lo que no fue posible determinar el efecto de la TENS de alta frecuencia sobre los efectos adversos.
TENS de baja frecuencia versus placebo o ningún tratamiento
La TENS de baja frecuencia podría reducir el dolor en comparación con placebo o ningún tratamiento (DM -2,04; IC del 95%: -2,95 a -1,14; tres ECA, 645 mujeres; evidencia de certeza baja; I 2 = 0%). Ningún ensayo informó de efectos adversos para esta comparación.
TENS de alta frecuencia versus TENS de baja frecuencia
Se desconoce si la TENS de alta frecuencia tuvo un efecto sobre el alivio del dolor en comparación con la TENS de baja frecuencia (DM 0,89; IC del 95%: -0,19 a 1,96; tres ECA, 54 mujeres; evidencia de certeza baja; I 2 = 0%). Un ensayo aportó datos sobre los efectos adversos, pero no se produjeron.
TENS de alta frecuencia versus otros tratamientos
Se desconoce si la TENS de alta frecuencia tuvo un efecto en el alivio del dolor comparada con la acupresión (DM -0,66; IC del 95%: -1,72 a 0,40; un ECA, 18 mujeres; evidencia de certeza muy baja), el paracetamol (acetaminofén) (DM -0,98; IC del 95%: -3,30 a 1,34; un ECA, 20 mujeres; evidencia de certeza muy baja) y la terapia con corriente interferencial (DM -0,03; IC del 95%: -1,04 a 0,98; dos ECA, 62 mujeres; evidencia de certeza baja; I 2 = 0%). La presencia de efectos adversos no difirió entre la TENS de alta frecuencia y los AINE (OR 12,06; IC del 95%: 0,26 a 570,62; dos ECA, 88 mujeres; evidencia de certeza baja; I 2 = 78%).
TENS de baja frecuencia versus otros tratamientos
No se sabe con seguridad si la TENS de baja frecuencia tuvo un efecto en el alivio del dolor en comparación con el paracetamol (DM -1,48; IC del 95%: -3,61 a 0,65; un ECA, 20 mujeres; evidencia de certeza muy baja). Ningún ensayo informó de efectos adversos para esta comparación.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.