Mensajes clave
En personas con enfermedad hepática crónica:
· es probable que la tomografía computarizada (TC: exploraciones transversales del interior del cuerpo) pase por alto el cáncer de hígado en el 22,5% de las personas que no recibirán un tratamiento oportuno o adecuado, y además, la TC probablemente detecte incorrectamente el cáncer de hígado en el 8,7% de las personas que recibirán un tratamiento innecesario.
· es probable que la TC pase por alto el cáncer de hígado en el 28,6% de las personas con cáncer de hígado que podrían someterse a una cirugía para extirpar parte del hígado, y que la TC detecte incorrectamente cáncer de hígado en el 7,7% de las personas que recibirán una cirugía inadecuada.
· los estudios fueron demasiado diferentes entre sí para poder establecer conclusiones firmes basadas en la evidencia.
¿Por qué es importante diagnosticar el cáncer de hígado con precisión?
El cáncer de hígado, o carcinoma hepatocelular, aparece sobre todo en personas con enfermedad crónica del hígado (hepatopatía crónica), independientemente de la causa. Es el sexto cáncer más frecuente en el mundo y la cuarta causa de muerte por cáncer. Es difícil de diagnosticar porque los primeros síntomas son similares a los de la enfermedad hepática. Las personas con resultados de análisis de sangre o ecografías que indican un cáncer de hígado podrían someterse a más pruebas, como escáneres que producen imágenes del hígado, o a una biopsia en la que se extrae y examina un pequeño trozo del hígado. Si el cáncer de hígado se detecta a tiempo, las personas podrían ser tratadas con cirugía para extirpar parte del hígado (resección hepática) o con un trasplante de hígado. Si el cáncer de hígado está más avanzado, se podría necesitar quimioterapia. Si el cáncer de hígado no se detecta, las personas no recibirán el tratamiento adecuado. Sin embargo, diagnosticar incorrectamente el cáncer de hígado cuando no está presente significa que las personas podrían someterse a pruebas o tratamientos innecesarios.
¿Qué es la tomografía computarizada y cómo puede diagnosticar el cáncer de hígado?
La tomografía computarizada (TC) produce imágenes que muestran una sección transversal o "corte" de los huesos, vasos sanguíneos y tejidos del interior del cuerpo. Las imágenes consisten en una serie de radiografías dirigidas y combinadas por un ordenador. La TC puede detectar la presencia de anomalías en el hígado que podrían ser un cáncer. Las guías actuales recomiendan el uso de la TC u otro tipo de imagen diagnóstica, la resonancia magnética (RM), para confirmar la presencia de un cáncer de hígado en personas que podrían tenerlo, y para evaluar el tamaño y la propagación (estadio) del cáncer.
¿Qué se quería averiguar?
Se quiso averiguar si la TC es lo suficientemente precisa para diagnosticar el cáncer de hígado en adultos con enfermedad hepática crónica. Interesaban, en primer lugar, los cánceres de hígado de cualquier tamaño y estadio y, en segundo lugar, los cánceres de hígado aptos para la resección.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que evaluaran la exactitud de la TC en comparación con las mejores pruebas disponibles para confirmar el cáncer de hígado en adultos con enfermedad hepática crónica. Las mejores pruebas disponibles son el examen del hígado, o de una parte del hígado bajo el microscopio.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 21 estudios con un total de 3101 personas.
Según los estudios, alrededor de 520 (52%) de cada 1000 adultos con enfermedad hepática crónica tienen cáncer de hígado confirmado. De estas 1000 personas, la TC podría:
- detectar correctamente el cáncer de hígado en 403 personas
- pasar por alto el cáncer de hígado en 117 personas
- detectar incorrectamente el cáncer de hígado en 42 personas sin cáncer
- descartar correctamente el cáncer de hígado en 438 personas.
Según los estudios, unos 350 adultos (35%) de cada 1000 con enfermedad hepática crónica tienen cáncer de hígado confirmado. De estas 1000 personas, la TC podría:
- detectar correctamente el cáncer de hígado resecable en 250 personas
- pasar por alto el cáncer de hígado resecable en 100 personas
- detectar incorrectamente el cáncer de hígado resecable en 50 personas
- descartar correctamente el cáncer de hígado resecable en 600 personas
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en la evidencia es limitada porque los estudios utilizaron diferentes métodos para seleccionar a los participantes del estudio y utilizaron diferentes definiciones para la presencia de enfermedad hepática. Esto significa que la TC podría ser más o menos exacta de lo que indica la evidencia.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta el 4 de mayo de 2021.
En el protocolo diagnóstico del carcinoma hepatocelular en adultos con hepatopatía crónica, la TC desempeña un papel como prueba confirmatoria de las lesiones de carcinoma hepatocelular y en la evaluación del estadio. Se observó que al utilizar la TC en la detección del carcinoma hepatocelular de cualquier tamaño y estadio, no se detectaría el 22,5% de las personas con carcinoma hepatocelular, y el 8,7% de las personas sin carcinoma hepatocelular serían tratadas innecesariamente. En el caso del carcinoma hepatocelular resecable, se observó que el 28,6% de las personas con carcinoma hepatocelular resecable no se detectarían, mientras que el 8% de las personas sin carcinoma hepatocelular se someterían a una cirugía inadecuada. La incertidumbre debido al alto riesgo de sesgo de los estudios incluidos y las inquietudes respecto su aplicabilidad limitan la posibilidad de establecer conclusiones fiables sobre la base de estos resultados.
El carcinoma hepatocelular se da sobre todo en personas con hepatopatía crónica y ocupa el sexto lugar en cuanto a incidencia mundial de cáncer y el cuarto en cuanto a muertes por cáncer. En la práctica clínica, la tomografía computarizada (TC) se utiliza como modalidad de diagnóstico por la imagen de segunda línea para confirmar la presencia de lesiones hepáticas focales sospechosas de ser un carcinoma hepatocelular en una prueba diagnóstica anterior, como la ecografía abdominal o la alfa-fetoproteína, o ambas, ya sea en programas de vigilancia o en ámbitos clínicos. De acuerdo con las guías actuales, una única TC de estudio de imagen resaltada por contraste o resonancia magnética (RM) que muestre las características típicas del carcinoma hepatocelular en personas con cirrosis es válida para diagnosticar el carcinoma hepatocelular. Sin embargo, un número significativo de carcinomas hepatocelulares no muestran las características típicas en las modalidades de diagnóstico por la imagen, y por lo tanto, el carcinoma hepatocelular se pasa por alto. No hay evidencia clara del beneficio de los programas de vigilancia en términos de supervivencia global: los resultados contradictorios pueden ser consecuencia de una detección inexacta, de un tratamiento ineficaz o de ambos. La evaluación de la exactitud diagnóstica de la TC podría aclarar si la falta de efectos beneficiosos podría estar relacionada con el infradiagnóstico. Además, es necesario evaluar la exactitud de la TC en personas con enfermedad hepática crónica, que no están incluidas en los programas de vigilancia, para descartar o diagnosticar el carcinoma hepatocelular.
Principal: evaluar la exactitud diagnóstica de la TC multidetectora y multifásica resaltada por contraste para el diagnóstico del carcinoma hepatocelular de cualquier tamaño y en cualquier estadio en adultos con hepatopatía crónica, ya sea en un programa de vigilancia o en un ámbito clínico.
Secundario: evaluar la exactitud diagnóstica de la TC para el diagnóstico del carcinoma hepatocelular resecable en adultos con hepatopatía crónica.
Se realizaron búsquedas en el Registro de ensayos del Grupo Cochrane Hepatobiliar (Cochrane Hepato-Biliary), en el Registro de estudios de exactitud de pruebas diagnósticas del Grupo Cochrane Hepatobiliar, en la Biblioteca Cochrane, en MEDLINE, en Embase, en LILACS, en Science Citation Index Expanded y en Conference Proceedings Citation Index - Science hasta el 4 de mayo de 2021. No hubo restricciones de idioma ni de tipo de documento.
Estudios que evalúen la exactitud diagnóstica de la TC para el diagnóstico del carcinoma hepatocelular en adultos con hepatopatía crónica, con diseños transversales, utilizando una de las pruebas de referencia aceptables, como la patología del hígado explantado y la histología de la lesión hepática focal resecada o biopsiada con un seguimiento de al menos seis meses.
Al menos dos autores de la revisión, de forma independiente, revisaron los estudios, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo y los problemas de aplicabilidad mediante la lista de verificación QUADAS-2. Los resultados de la sensibilidad y la especificidad se presentaron con el uso de diagramas de bosque pareados y los resultados se tabularon. Cuando fue apropiado se utilizó un modelo jerárquico de metanálisis. La incertidumbre con respecto a las estimaciones de la exactitud se presentó mediante intervalos de confianza (IC) del 95%. Se comprobaron dos veces todas las extracciones y análisis de los datos.
Se incluyeron 21 estudios con 3101 participantes. Se consideró que todos los estudios estuvieron en riesgo de sesgo alto para al menos un dominio porque la mayoría de los estudios utilizaron diferentes pruebas de referencia, a menudo inadecuadas para excluir la presencia de la afección buscada, y rara vez se definió el intervalo de tiempo entre la prueba índice y la prueba de referencia. En cuanto a la aplicabilidad en el ámbito de la selección de pacientes, se consideró que el 14% (3/21) de los estudios eran poco preocupantes y el 86% (18/21) de los estudios eran preocupantes debido a las características de los participantes que estaban en lista de espera para un trasplante hepático ortotópico.
TC para el carcinoma hepatocelular de cualquier tamaño y estadio: sensibilidad del 77,5% (IC del 95%: 70,9% a 82,9%) y especificidad del 91,3% (IC del 95%: 86,5% a 94,5%) (21 estudios, 3101 participantes; evidencia de certeza baja).
TC para el carcinoma hepatocelular resecable: sensibilidad del 71,4% (IC del 95%: 60,3% a 80,4%) y especificidad del 92,0% (IC del 95%: 86,3% a 95,5%) (diez estudios, 1854 participantes; evidencia de certeza baja).
En los tres estudios poco preocupantes en cuanto a la aplicabilidad (861 participantes), se encontró una sensibilidad del 76,9% (IC del 95%: 50,8% a 91,5%) y una especificidad del 89,2% (IC del 95%: 57,0% a 98,1%).
La heterogeneidad observada en los resultados sigue sin tener explicación en general. Los análisis de sensibilidad, que solo incluyeron estudios con criterios de positividad claramente predefinidos y solo estudios en los que los resultados de la prueba de referencia se interpretaron sin conocer los resultados de la prueba índice, no mostraron una variación en los resultados.
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