¿Por qué es importante esta revisión?
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una enfermedad grave e incapacitante que se puede desarrollar en personas expuestas a episodios traumáticos. Estos episodios pueden tener repercusiones negativas duraderas en la vida de quienes los han vivido, así como en la de sus seres queridos.
Los estudios de investigación han demostrado que existen algunas alteraciones en el funcionamiento del cerebro de las personas con TEPT. Por ello, algunos investigadores han propuesto el uso de medicamentos dirigidos a estas alteraciones poco después de un episodio traumático, como forma de prevenir el desarrollo del TEPT. Sin embargo, la mayoría de las personas que experimentan un episodio traumático no desarrollan un TEPT. Por lo tanto, los medicamentos que se pueden administrar poco después de la exposición a un episodio traumático se deben evaluar cuidadosamente en cuanto a su efectividad, incluyendo el equilibrio entre el riesgo de efectos secundarios y el riesgo de desarrollar TEPT.
¿A quién le interesa esta revisión?
- A personas expuestas a episodios traumáticos y sus familiares, amigos y seres queridos
- A profesionales que trabajan en servicios de salud mental
- A profesionales de la traumatología y la medicina de emergencias
- A personas que atienden a víctimas de experiencias traumáticas y veteranos de las fuerzas armadas
¿Qué preguntas intenta responder esta revisión?
En las personas expuestas a un episodio traumático, con o sin síntomas psicológicos, ¿hay algún medicamento más eficaz que otro o que el placebo (pastillas falsas) para:
- reducir la gravedad de los síntomas del TEPT?
- reducir el número de personas que dejan de tomar la medicación a causa de los efectos secundarios?
- reducir la probabilidad de desarrollar un TEPT?
¿Qué estudios se incluyeron?
Se buscaron en las bases de datos científicas los estudios en los que los participantes se asignaron al azar a un medicamento con el objetivo de prevenir el TEPT y sus síntomas o reducir su gravedad. Se incluyeron estudios publicados hasta noviembre de 2020. Se seleccionaron los estudios con adultos que habían experimentado cualquier tipo de episodio traumático, y que proporcionaron tratamiento, independientemente de que los participantes tuvieran síntomas psicológicos o no.
Se incluyeron 13 estudios con 2023 participantes. Un solo estudio aportó 1244 participantes. Los estudios se realizaron en diferentes contextos y con personas expuestas a una amplia variedad de episodios traumáticos. Algunos estudios se llevaron a cabo en los servicios de urgencias y consideraron a personas cuyo traumatismo fue resultado de un daño intencional o involuntario. Otros estudios se centraron en enfermedades potencialmente mortales como fuente del trauma, incluidas las cirugías importantes o el ingreso en unidades de cuidados intensivos. Los medicamentos que más se administraron a los participantes en los estudios fueron: hidrocortisona (que reduce la respuesta inmunitaria del organismo), propranolol (utilizado para tratar problemas cardíacos y de ansiedad, entre otras afecciones) y gabapentina (un medicamento utilizado principalmente para tratar las convulsiones y el dolor de origen nervioso).
¿Qué dice la evidencia?
Se encontraron cuatro ensayos que compararon la hidrocortisona con placebo. Estos ensayos no informaron sobre cómo se encontraban los participantes a los tres meses del episodio traumático, un punto temporal que suele ser útil para evaluar la evolución de los síntomas del TEPT.
Se encontró evidencia de certeza muy baja sobre el propranolol en comparación con placebo a los tres meses después de un evento traumático. Esta evidencia no permite determinar si el propranolol es más eficaz que el placebo para reducir la gravedad de los síntomas del TEPT ni la probabilidad de desarrollarlo. No se encontró evidencia sobre la probabilidad de que las personas dejen de tomar la medicación debido a los efectos secundarios, la calidad de vida o la discapacidad funcional (una medida del grado de limitación de la vida de la persona por los síntomas).
Se encontró evidencia de certeza muy baja sobre la gabapentina en comparación con el placebo a los tres meses después de un episodio traumático. Esta evidencia no permite determinar si la gabapentina es más eficaz que el placebo para reducir la gravedad de los síntomas del TEPT ni la probabilidad de desarrollarlo. No se encontró evidencia sobre la probabilidad de que las personas dejen la medicación debido a los efectos secundarios, la calidad de vida o la discapacidad funcional.
Se encontraron estudios sobre medicamentos adicionales, en los cuales faltaba información, o esta no era concluyente, sobre la reducción de la gravedad del TEPT y la probabilidad de que las personas dejaran la medicación.
Ninguno de los estudios incluidos midió la discapacidad funcional de los participantes.
¿Qué debería suceder a continuación?
La evidencia encontrada no respalda el uso de ningún medicamento para la prevención del TEPT en personas expuestas a un episodio traumático, independientemente de que presenten síntomas psicológicos o no. Se necesitan más estudios de mayor calidad con un mayor número de personas para poder establecer conclusiones sobre estos tratamientos.
Esta revisión sólo proporciona evidencia incierta con respecto al uso de la hidrocortisona, el propranolol, la dexametasona, los ácidos grasos omega-3, la gabapentina, la paroxetina, la fórmula PulmoCare, la fórmula Oxepa o el 5-hidroxitriptófano como estrategias de prevención universal del TEPT. Los estudios de investigación futuros se podrían beneficiar de muestras más grandes, de un mejor informe de los efectos secundarios y de la inclusión de medidas de calidad de vida y funcionalidad.
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una enfermedad grave y debilitante. Se han propuesto varias intervenciones farmacológicas con el objetivo de prevenirla o mitigarla. Estas intervenciones deben sopesar la eficacia y la tolerabilidad, dado que no todos los individuos expuestos a un evento traumático desarrollarán TEPT. Existen diferentes enfoques posibles para prevenir el TEPT; la prevención universal se dirige a las personas con riesgo de desarrollar TEPT por haber estado expuestas a un evento traumático, independientemente de que muestren o no signos de dificultades psicológicas.
Evaluar la eficacia y aceptabilidad de las intervenciones farmacológicas para la prevención universal del TEPT en adultos expuestos a un evento traumático.
Se realizaron búsquedas en el Registro de ensayos controlados del Grupo Cochrane de Trastornos mentales comunes (Cochrane Common Mental Disorders Group), en CENTRAL, MEDLINE, Embase, otras dos bases de datos y dos registros de ensayos (noviembre de 2020). Se verificaron las listas de referencias de los estudios incluidos y las revisiones sistemáticas relevantes. La búsqueda se actualizó por última vez el 13 de noviembre de 2020.
Se incluyeron ensayos clínicos aleatorizados en adultos expuestos a cualquier tipo de evento traumático. Se consideraron las comparaciones de cualquier fármaco con placebo o con otro fármaco. Se excluyeron los ensayos que investigaron fármacos como un complemento de la psicoterapia.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar de Cochrane. En un modelo de efectos aleatorios, los datos dicotómicos se analizaron como razones de riesgos (RR) y número necesario a tratar para un desenlace beneficioso/perjudicial (NNTB/NNTD) adicional. Los datos continuos se analizaron como diferencias de medias (DM) o diferencias de medias estandarizadas (DME).
Se incluyeron 13 estudios que consideraron ocho intervenciones (hidrocortisona, propranolol, dexametasona, ácidos grasos omega-3, gabapentina, paroxetina, fórmula enteral PulmoCare, fórmula enteral Oxepa y 5-hidroxitriptófano) y contaron con 2023 participantes, con un único ensayo que aportó 1244 participantes. Ocho estudios incluyeron participantes de servicios de urgencias o centros de traumatología o ámbitos similares. Los participantes fueron expuestos a una serie de eventos traumáticos tanto intencionales como involuntarios. Cinco estudios consideraron a participantes en el contexto de unidades de cuidados intensivos con eventos traumáticos consistentes en enfermedades físicas graves. La preocupación de los autores de esta revisión relacionada con el riesgo de sesgo en los estudios incluidos se debió principalmente a la alta deserción y al posible informe selectivo. Fue posible realizar metanálisis de los datos de dos comparaciones: hidrocortisona versus placebo, pero limitado a los desenlaces secundarios; y propranolol versus placebo. Ningún estudio comparó la hidrocortisona con placebo en el desenlace principal a los tres meses después del evento traumático.
La evidencia sobre si el propranolol fue más efectivo para reducir la gravedad de los síntomas del TEPT en comparación con placebo a los tres meses del evento traumático no es concluyente debido al alto riesgo de sesgo entre los estudios incluidos, la gran inconsistencia entre los resultados de los estudios y la muy grave imprecisión de la estimación del efecto (DME -0,51; intervalo de confianza [IC] del 95%: -1,61 a 0,59; I2 = 83%; tres estudios, 86 participantes; evidencia de certeza muy baja). Ningún estudio proporcionó datos sobre las tasas de abandono debido a los efectos secundarios a los tres meses del evento traumático. La evidencia sobre si el propranolol fue más efectivo que placebo en la reducción de la probabilidad de experimentar TEPT a los tres meses después del evento traumático no es concluyente, debido al alto riesgo de sesgo entre los estudios incluidos, y a la muy grave imprecisión de la estimación del efecto (RR 0,77; IC del 95%: 0,31 a 1,92; tres estudios, 88 participantes; evidencia de certeza muy baja). Ningún estudio evaluó la discapacidad funcional ni la calidad de vida.
Sólo un estudio comparó la gabapentina con placebo en el desenlace principal a los tres meses después del evento traumático, con evidencia no concluyente en cuanto a la gravedad del TEPT y la probabilidad de experimentar TEPT, debido a la imprecisión de la estimación del efecto, el alto riesgo de sesgo y la grave imprecisión (evidencia de certeza muy baja). No se encontraron datos sobre las tasas de abandono debido a los efectos secundarios, la discapacidad funcional ni la calidad de vida.
Para el resto de las comparaciones, faltan datos, o los que existen no son concluyentes, con respecto a la reducción de la gravedad del TEPT y las tasas de abandono debido a los eventos adversos. Ningún estudio evaluó la discapacidad funcional.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.