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En los adultos con enfermedad hepática crónica, la ecografía con contraste (EC) puede fallar en el diagnóstico del carcinoma hepatocelular en alrededor del 22,2% de las personas que luego no recibirían un tratamiento oportuno o adecuado, y fallaría en el diagnóstico del carcinoma hepatocelular en el 6,2% de las personas que podrían recibir pruebas o tratamientos adicionales innecesarios.
En el subgrupo de personas a las que se les puede extirpar el carcinoma hepatocelular mediante cirugía, la EC probablemente no detecta el carcinoma hepatocelular en el 22,5% de las personas que podrían someterse a una cirugía para extirpar parte de su hígado, mientras que encontraría erróneamente el cáncer en el 7,3% de las personas que se someterían a una prueba o cirugía adicional innecesaria.
Como había algunos problemas con la forma en que se realizaron los estudios, la EC para detectar el carcinoma hepatocelular podría parecer más precisa de lo que realmente es.
¿Por qué es importante mejorar el diagnóstico del carcinoma hepatocelular?
El carcinoma hepatocelular es un cáncer que se origina en el hígado. Ocupa el sexto lugar en cuanto a casos de cáncer y el cuarto en cuanto a muertes relacionadas con el cáncer en todo el mundo. Se produce sobre todo en personas con enfermedades hepáticas crónicas, independientemente de la causa exacta. Las personas con resultados de un análisis de sangre o una ecografía que indican que pueden tener un carcinoma hepatocelular pueden someterse a más pruebas, como la diagnóstico por imagen o una biopsia (en la que se extrae y examina un pequeño trozo de hígado). Si el cáncer se detecta a tiempo, se puede extirpar parte del hígado o realizar un trasplante. En el carcinoma hepatocelular avanzado, pueden necesitar quimioterapia. Si el carcinoma hepatocelular no se detecta en las pruebas diagnósticas, las personas no recibirán el tratamiento adecuado. Sin embargo, diagnosticar incorrectamente el carcinoma hepatocelular cuando no está presente significa que las personas podrían someterse a pruebas o tratamientos innecesarios.
¿Qué es la ecografía con contraste y cómo puede diagnosticar el carcinoma hepatocelular?
La EC puede detectar anomalías en el hígado que podrían deberse a un cáncer y, utilizando agentes de contraste, confirmar el diagnóstico de carcinoma hepatocelular. Estos agentes de contraste son seguros. La EC se utiliza en la práctica clínica para confirmar la presencia de un carcinoma hepatocelular en personas en las que ha surgido la sospecha por una ecografía abdominal realizada previamente o por un análisis de sangre para medir la alfa-fetoproteína.
La función de la EC en el diagnóstico del carcinoma hepatocelular sigue siendo controvertida entre las guías. Las revisiones sistemáticas anteriores han evaluado el desempeño de la EC en la detección del carcinoma hepatocelular, pero han incluido diferentes estudios y han encontrado resultados diferentes.
¿Qué se quería averiguar?
Se quería averiguar si la EC es lo suficientemente precisa para diagnosticar el carcinoma hepatocelular en adultos con enfermedad hepática crónica (un deterioro progresivo de las funciones hepáticas durante más de seis meses). Interesaba, en primer lugar, el carcinoma hepatocelular de cualquier tamaño y gravedad y, en segundo lugar, los carcinomas hepatocelulares adecuados para la extirpación quirúrgica (resección).
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que evaluaran la exactitud de las pruebas diagnósticas con EC en comparación con las mejores pruebas disponibles para confirmar el carcinoma hepatocelular en adultos con enfermedad hepática crónica. La mejor prueba disponible es el examen del hígado, o de una parte del mismo, con un microscopio.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 23 estudios con 6546 adultos.
Alrededor de 690 (69%) de 1000 adultos con enfermedad hepática crónica tenían un carcinoma hepatocelular confirmado de cualquier tamaño y gravedad. Teniendo en cuenta estas 1000 personas, la EC:
- detectó correctamente el cáncer de hígado en 537 personas;
- no detectó el cáncer de hígado en 153 personas;
- detectó incorrectamente el cáncer en 19 personas;
- detectó correctamente ningún cáncer en 291 personas.
Alrededor de 690 (69%) de 1000 adultos con enfermedad hepática crónica tenían un carcinoma hepatocelular confirmado que podía ser extirpado mediante cirugía. Teniendo en cuenta estas 1000 personas, la EC:
- detectó correctamente el cáncer de hígado en 535 personas;
- no detectó el cáncer de hígado en 155 personas;
- detectó incorrectamente el cáncer en 23 personas;
- detectó correctamente ningún cáncer en 287 personas.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en la evidencia es limitada ya que los estudios utilizaron diferentes métodos para seleccionar a los participantes y utilizaron diferentes pruebas de referencia. Esto significa que los exámenes con EC podrían ser más o menos precisos de lo que la evidencia indica.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia están actualizada hasta el 5 de noviembre de 2021.
Se encontró que al utilizar la EC como una prueba complementaria después de la ecografía abdominal para diagnosticar el carcinoma hepatocelular de cualquier tamaño y etapa, el 22% de las personas con carcinoma hepatocelular no se diagnosticarían y el 6% de las personas sin carcinoma hepatocelular se someterían innecesariamente a pruebas adicionales o a un tratamiento inadecuado. En cuanto al carcinoma hepatocelular resecable, se determinó que en el 23% de las personas con carcinoma hepatocelular resecable el carcinoma incorrectamente no se resecaría, mientras que al 8% de las personas sin carcinoma hepatocelular se les realizarían más pruebas o tratamientos inapropiados. La incertidumbre resultante del riesgo de sesgo alto de los estudios incluidos, la heterogeneidad y la imprecisión de los resultados, así como las dudas sobre su aplicabilidad, limitan la capacidad para sacar conclusiones fiables.
El carcinoma hepatocelular aparece sobre todo en personas con enfermedades hepáticas crónicas. A nivel mundial, ocupa el sexto lugar en cuanto a la incidencia de cáncer y el cuarto en cuanto a muertes relacionadas con el cáncer. La ecografía con contraste (EC) se utiliza como prueba complementaria para confirmar la presencia de lesiones hepáticas focales sospechosas de carcinoma hepatocelular tras realizar pruebas diagnósticas previas como la ecografía abdominal o la medición de la alfa-fetoproteína, o ambas. Según las guías, un solo diagnóstico por imagen con contraste, ya sea con tomografía computarizada (TC) o con resonancia magnética (RM), puede mostrar las características típicas del carcinoma hepatocelular en personas con cirrosis, lo que será suficiente para diagnosticar el carcinoma hepatocelular. Sin embargo, un número significativo de carcinomas hepatocelulares muestran características atípicas en las imágenes y, por lo tanto, se pasan por alto en el diagnóstico por imagen.
Las imágenes con la EC dinámica se obtienen de forma similar a las imágenes con TC y RM. La EC distingue entre las fases arterial y venosa portal, en las que se investigan las características ecográficas del carcinoma hepatocelular, como el hiperrealce arterial y el posterior aspecto de lavado. Las ventajas de la EC sobre la TC y la RM son la obtención de imágenes en tiempo real, el uso de agentes de contraste que no contienen yodo y no son nefrotóxicos, y la rápida obtención de imágenes. A pesar de las ventajas, el uso de la EC en el algoritmo diagnóstico del CHC sigue siendo controvertido, con desacuerdo en las guías pertinentes.
No hay evidencia clara del efecto beneficioso de los programas de monitorización en términos de supervivencia general, ya que los resultados contradictorios pueden ser consecuencia de una detección inexacta, de un tratamiento ineficaz o de ambos. Por lo tanto, la evaluación de la exactitud diagnóstica de la EC podría aclarar si la falta de efectos beneficiosos podría estar relacionada con el infradiagnóstico. Además, se necesita una evaluación de la exactitud de la EC para el diagnóstico del carcinoma hepatocelular, ya sea para diagnosticar el carcinoma hepatocelular o para descartarlo en personas con enfermedad hepática crónica que no están incluidas en los programas de monitorización.
1. Evaluar la exactitud diagnóstica de la ecografía con contraste (EC) para el diagnóstico del carcinoma hepatocelular de cualquier tamaño y en cualquier estadio en adultos con enfermedad hepática crónica, en un programa de monitorización o en un ámbito clínico.
2. Evaluar la exactitud diagnóstica de la EC para el diagnóstico del carcinoma hepatocelular resecable en personas con enfermedad hepática crónica e identificar posibles fuentes de heterogeneidad en los resultados.
Se utilizaron los métodos exhaustivos estándares de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue el 5 de noviembre de 2021.
Se incluyeron los estudios que evaluaran la exactitud diagnóstica de la EC para el diagnóstico del carcinoma hepatocelular en adultos con enfermedad hepática crónica, con diseños transversales, utilizando una de las pruebas de referencia aceptadas, como la patología del hígado explantado, y la histología de la lesión hepática focal resecada o biopsiada con al menos un seguimiento de seis meses.
Se utilizaron los métodos estándar de Cochrane para revisar los estudios, extraer los datos y evaluar el riesgo de sesgo y los problemas de aplicabilidad, mediante la lista de verificación QUADAS-2. Se utilizó el modelo bivariado y se proporcionaron las estimaciones de la sensibilidad y la especificidad resumidas. La certeza de la evidencia se evaluó mediante el método GRADE. Las estimaciones de la incertidumbre de la exactitud se presentaron utilizando los intervalos de confianza (IC) del 95%.
Se incluyeron 23 estudios con 6546 participantes. Los estudios se publicaron entre 2001 y 2021. Los 23 estudios se consideraron con riesgo de sesgo alto en al menos un dominio y en 13/23 estudios había dudas con respecto a la aplicabilidad. La mayoría de los estudios utilizaron diferentes pruebas de referencia para excluir la presencia de la enfermedad de interés. El intervalo de tiempo entre la prueba índice y la prueba de referencia se definió con muy poca frecuencia. También había grandes dudas con respecto a su aplicabilidad debido a las características de los participantes.
- EC para el carcinoma hepatocelular de cualquier tamaño y estadio: sensibilidad del 77,8% (IC del 95%: 69,4% a 84,4%) y especificidad del 93,8% (IC del 95%: 89,1% a 96,6%) (23 estudios, 6546 participantes; evidencia de certeza muy baja).
- EC para el carcinoma hepatocelular resecable: sensibilidad del 77,5% (IC del 95%: 62,9% a 87,6%) y especificidad del 92,7% (IC del 95%: 86,8% a 96,1%) (13 estudios, 1257 participantes; evidencia de certeza baja).
La heterogeneidad observada en los resultados sigue sin explicarse. Los análisis de sensibilidad, que incluyeron solo estudios con criterios de positividad claramente predeterminados y solo estudios en los que los resultados de la prueba de referencia se interpretaron sin conocer los resultados de la prueba índice, no mostraron diferencias en los resultados.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.