¿Cuál es el objetivo de esta revisión?
El objetivo de esta Revisión Cochrane fue determinar si los tratamientos en personas con enfermedad de Crohn pueden mejorar el dolor de estómago.
Para responder esta pregunta se analizaron los datos de 14 estudios.
Mensajes clave
Según evidencia de calidad baja, la estimulación eléctrica del cerebro podría mejorar el dolor de estómago en comparación con la estimulación cerebral simulada.
No está claro si existe alguna diferencia entre una dieta baja en FODMAP (un grupo de azúcares que se encuentran en los alimentos) y una dieta no baja en FODMAP para mejorar el dolor de estómago.
No está claro si hay alguna diferencia entre un programa de control del estrés, el control autodirigido del estrés y el tratamiento estándar solamente, en la mejoría del dolor de estómago.
No fue posible establecer conclusiones sobre la seguridad de las intervenciones.
No está claro si un tratamiento de las otras comparaciones en estudio es mejor o peor que otro, ya que la evidencia fue limitada debido al escaso número de estudios y participantes y a la baja calidad de los informes.
Se necesitan más estudios de investigación que aborden los problemas de calidad señalados.
¿Qué se estudió en la revisión?
Las personas con enfermedad de Crohn suelen sufrir dolor de estómago cuando la enfermedad está activa o cuando está inactiva.
Se han utilizado varios tipos de tratamientos para intentar reducir el dolor en la enfermedad de Crohn, como dietas, terapias psicológicas, tratamientos alternativos, medicamentos y tratamientos con ejercicios.
Actualmente no hay acuerdo entre los profesionales sanitarios sobre qué tratamiento es mejor.
¿Cuáles son los resultados principales de la revisión?
Se buscaron ensayos controlados aleatorizados (estudios en los que los participantes se asignan a uno de dos o más grupos de tratamiento mediante un método aleatorio) que compararon un tratamiento con cualquier otro (como tratamientos simulados/placebo) en personas con enfermedad de Crohn. Se encontraron 14 ensayos que incluyeron 743 participantes entre 16 y 80 años de edad. Se establecieron las siguientes conclusiones.
• La estimulación cerebral eléctrica podría ser mejor que la estimulación cerebral simulada para mejorar el dolor, según evidencia de calidad baja
• No está claro si una dieta baja en FODMAP o una dieta no baja en FODMAP es mejor para mejorar el dolor.
• No está claro si un programa de control del estrés, el control autodirigido del estrés o el tratamiento estándar solamente son mejores para mejorar el dolor.
• No está claro si existe alguna diferencia entre los otros tratamientos en cuanto a sus efectos sobre el control del dolor.
• No está claro si alguno de los tratamientos da lugar a una diferencia en los efectos secundarios graves y leves.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
Esta revisión está actualizada hasta abril de 2021.
Se encontró evidencia de certeza baja de que la estimulación transcraneal con corriente directa podría mejorar la intensidad del dolor en comparación con la estimulación simulada. No fue posible establecer conclusiones de la eficacia de otras intervenciones sobre la intensidad del dolor, la frecuencia del dolor ni el éxito del tratamiento. La certeza de la evidencia fue muy baja debido al escaso número de estudios y participantes en cada comparación y a la heterogeneidad clínica entre los estudios.
Si bien no se han producido eventos adversos graves o totales de forma explícita con ninguno de los tratamientos estudiados, los eventos informados fueron muy escasos. La certeza de la evidencia para todas las comparaciones fue muy baja, por lo que no es posible establecer conclusiones.
La enfermedad de Crohn es un trastorno remitente y recurrente que puede afectar a todo el tracto gastrointestinal. Los síntomas de la enfermedad activa incluyen dolor abdominal, fatiga, pérdida de peso y diarrea. No existe una cura conocida; sin embargo, es posible controlar la enfermedad, que supone una enorme carga económica para los sistemas sanitarios. El dolor abdominal es un síntoma frecuente y debilitante de la enfermedad de Crohn y de otras enfermedades intestinales inflamatorias (EII), y tiene múltiples facetas. El dolor abdominal en la enfermedad de Crohn puede ser un síntoma de recaída de la enfermedad o estar relacionado con efectos adversos de la medicación, complicaciones quirúrgicas y estenosis o adherencias secundarias a la EII. En ausencia de estos factores, entre el 20% y el 50% de las personas con enfermedad de Crohn en remisión continúan con dolor.
Evaluar la eficacia y la seguridad de las intervenciones para el tratamiento del dolor abdominal en personas con enfermedad de Crohn y EII (cuando no fue posible separar los datos sobre la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn).
El 29 de abril de 2021 se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, otras tres bases de datos y registros de ensayos clínicos. También se buscó cualquier ensayo adicional en las referencias de los ensayos y las revisiones sistemáticas.
Se incluyeron todos los ensayos aleatorizados publicados, no publicados y en curso que compararon intervenciones para el tratamiento del dolor abdominal en el contexto de la enfermedad de Crohn y la EII, con otras intervenciones activas o el tratamiento estándar, placebo o ningún tratamiento. Se excluyeron los estudios que no informaron sobre desenlaces de dolor abdominal.
Cinco autores de la revisión realizaron de forma independiente la extracción de los datos y la evaluación del "Riesgo de sesgo" de los estudios incluidos. Los datos se analizaron mediante Review Manager 5. Los desenlaces dicotómicos y continuos se expresaron como razones de riesgos (RR) y diferencias de medias (DM) con intervalos de confianza (IC) del 95%. La certeza de la evidencia se evaluó mediante el método GRADE.
Se incluyeron 14 estudios con 743 participantes asignados al azar.
Cinco estudios evaluaron participantes con enfermedad de Crohn; siete estudios evaluaron participantes con EII en los que no fue posible separar los datos sobre la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn; y dos estudios proporcionaron resultados separados de los participantes con enfermedad de Crohn. Los estudios consideraron una serie de estados de actividad de la enfermedad. Dos estudios proporcionaron definiciones de éxito de la intervención, mientras que los restantes midieron el dolor como un desenlace continuo en una escala de calificación. Todos los estudios excepto uno, midieron la intensidad del dolor, mientras que tres estudios midieron la frecuencia del dolor. En diez estudios se informaron directa o indirectamente los retiros debidos a eventos adversos.
No fue posible establecer conclusiones sobre la eficacia de la mayoría de las intervenciones en cuanto a la intensidad del dolor, la frecuencia del dolor y el éxito del tratamiento, excepto en el caso de la comparación de la estimulación transcraneal con corriente directa con la estimulación simulada. La certeza de la evidencia fue muy baja en todas las comparaciones excepto una, debido a la imprecisión por la escasez de datos y al riesgo de sesgo evaluado como incierto o de alto riesgo.
Dos estudios compararon una dieta baja en FODMAP (n = 37) con una dieta simulada (n = 45) en pacientes con EII. La evidencia sobre la intensidad del dolor fue de certeza muy baja (DM -12,00; IC del 95%: -114,55 a 90,55). Un estudio informó sobre la intensidad del dolor por separado para los participantes con EC en el grupo bajo en FODMAP (n = 14, media [DE] = 24 [82,3]) y en el grupo simulado (n = 12, media [DE] = 32 [69,3]). En el mismo estudio también se informó sobre la frecuencia del dolor en los participantes con EII en el grupo bajo en FODMAP (n = 27, media [DE] = 36 [26]) y en el grupo simulado (n = 25, media [DE] = 38 [25]) y en los participantes con EC en el grupo bajo en FODMAP (n = 14, media [DE] = 36 [138,4]) y en el grupo simulado (n = 12, media [DE] = 48 [128,2]). No se informó sobre el éxito del tratamiento.
Un estudio comparó una dieta baja en FODMAP (n = 25) con una dieta alta en FODMAP/normal (n = 25) en pacientes con EII. Los datos informados sobre la intensidad del dolor no fueron claros. No se informó sobre la frecuencia del dolor o el éxito del tratamiento.
Un estudio comparó la moxibustión separada de medicamentos combinada con acupuntura (n = 51) versus la moxibustión separada de salvado de trigo combinada con acupuntura superficial (n = 51) en pacientes con EC. Los datos informados sobre la intensidad y la frecuencia del dolor no fueron claros. No se informó sobre el éxito del tratamiento.
Un estudio comparó la conciencia plena con la TCC (n = 33) versus ningún tratamiento (n = 33) en pacientes con EII. La evidencia del efecto de este tratamiento sobre la intensidad del dolor (DM -37,00; IC del 95%: -87,29 a 13,29) no está clara. No se informó sobre el éxito del tratamiento.
Un estudio comparó el tratamiento osteopático suave no manipulativo (n = 16) con ningún tratamiento además del asesoramiento médico (n = 14) en pacientes con EC. La evidencia del efecto de este tratamiento sobre la intensidad del dolor (DM -0,01; IC del 95%: -1,81 a 1,83) no está clara. No se informó sobre la frecuencia del dolor o el éxito del tratamiento.
Un estudio comparó el control del estrés (n = 15) con el control autodirigido del estrés (n = 15) y con el tratamiento estándar (n = 15) en pacientes con EC. La evidencia del efecto de estos tratamientos sobre la intensidad del dolor (DM -30,50; IC del 95%: -58,45 a -2,55 y DM -34,30; IC del 95%: -61,99 a -6,61) no está muy clara. No se informó sobre la frecuencia del dolor o el éxito del tratamiento.
Un estudio comparó el trinitrato de glicerilo de liberación entérica (n = 34) con placebo (n = 36) en pacientes con EC. Los datos informados sobre la intensidad del dolor no fueron claros. No se informó sobre la frecuencia del dolor o el éxito del tratamiento.
Un estudio comparó 100 mg de olorinab tres veces al día (n = 8) con 25 mg de olorinab tres veces al día (n = 6) en pacientes con EC. La intensidad del dolor se midió como una reducción del 30% en la puntuación media semanal de la intensidad del dolor abdominal para el grupo de 100 mg (n = 5) y el grupo de 25 mg (n = 6). La evidencia del efecto de este tratamiento sobre la intensidad del dolor (RR -0,66; IC del 95%: -0,38 a 1,15) no está muy clara. No se informó sobre la frecuencia del dolor o el éxito del tratamiento.
Un estudio comparó el entrenamiento en relajación (n = 28) con una lista de espera (n = 28) en pacientes con EII. La evidencia del efecto de este tratamiento sobre la intensidad del dolor (DM -0,72; IC del 95%: -1,85 a 0,41) no está muy clara. No se informó sobre la frecuencia del dolor o el éxito del tratamiento.
Un estudio comparó la educación basada en la web (n = 30) con una educación basada en libros (n = 30) en pacientes con EII. La evidencia sobre el efecto de este tratamiento sobre la intensidad del dolor (DM -0,13; IC del 95%: -1,25 a 0,99) no está muy clara. No se informó sobre la frecuencia del dolor o el éxito del tratamiento.
Un estudio comparó el yoga (n = 50) con ningún tratamiento (n = 50) en pacientes con EII. Los datos informados sobre el éxito del tratamiento no fueron claros. No se informó sobre la frecuencia o la intensidad del dolor.
Un estudio comparó la estimulación transcraneal con corriente directa (n = 10) con la estimulación simulada (n = 10) en pacientes con EII. Podría haber una mejoría en la intensidad del dolor cuando se compara la corriente directa transcraneal con la estimulación simulada (DM -1,65; IC del 95%: -3,29 a -0,01; evidencia de certeza baja). No se informó sobre la frecuencia del dolor o el éxito del tratamiento.
Un estudio comparó una dieta de kéfir (bacterias Lactobacillus) con ninguna intervención en pacientes con EII y proporcionó datos separados para los participantes con EC. La evidencia del efecto de este tratamiento sobre la intensidad del dolor en la EII (DM 0,62; IC del 95%: 0,17 a 1,07) y en la EC (DM -1,10; IC del 95%: -1,67 a -0,53) no está muy clara. No se informó sobre la frecuencia del dolor o el éxito del tratamiento.
El informe de los desenlaces secundarios no fue consistente.
La mayoría de los eventos adversos se informaron en los estudios sobre el trinitrato de glicerilo de liberación entérica y el olorinab. En el estudio del trinitrato de glicerilo de liberación entérica, los eventos adversos fueron mayores en el grupo de intervención. En el estudio de olorinab se observaron más eventos adversos en el grupo de intervención de dosis más alta . En los estudios sobre intervenciones no farmacológicas los eventos adversos tendieron a ser muy bajos o no ocurrieron. Sin embargo, no es posible establecer valoraciones claras sobre los eventos adversos de las intervenciones debido al escaso número de eventos.
La ansiedad y la depresión se midieron e informaron al final de la intervención en sólo un estudio; por lo tanto, no es posible establecer conclusiones significativas para este desenlace.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.