Mensajes clave
- Los resultados identificados no son suficientes para mostrar que las aplicaciones para móviles ayudan a los adolescentes y adultos con sobrepeso u obesidad. Cuando se compararon las aplicaciones para móviles con no hacer nada o con el asesoramiento personalizado, las diferencias que se encontraron fueron pequeñas y podrían no tener un efecto importante en la vida cotidiana.
- No se tiene mucha información sobre los adolescentes. Tampoco se sabe lo bien que funcionan las aplicaciones para móviles en distintos países, o en personas con menos dinero u orígenes diferentes.
- Hay 34 estudios en curso sobre este tema y se espera tener más información en los próximos dos años.
- Los médicos y otros profesionales de la salud deben reflexionar detenidamente sobre la conveniencia de recomendar aplicaciones para móviles a las personas con sobrepeso u obesidad.
¿Qué son el sobrepeso y la obesidad?
Tener sobrepeso significa pesar más de lo que se considera habitual para la estatura de una persona. Se suele expresar mediante el índice de masa corporal (IMC, que es el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de su estatura en metros [kg/m²]). Para los adultos con sobrepeso, esto significa tener un IMC de 25 a 30. Se habla de obesidad cuando una persona tiene un sobrepeso considerable y un mayor riesgo de padecer problemas de salud. Para los adultos, esto significa tener un IMC superior a 30. Además de los posibles problemas de salud, las personas con obesidad suelen ser tratadas injustamente por quienes las rodean.
¿Qué son las aplicaciones para teléfonos móviles para personas con sobrepeso y obesidad?
Las aplicaciones para móviles son programas que se ejecutan en un teléfono móvil inteligente. Pueden ayudar a las personas con sobrepeso y obesidad a tomar buenas decisiones de salud en su vida. Pueden animar a adolescentes y adultos a ser más activos físicamente, a cambiar su forma de comer o a pensar más positivamente sobre sí mismos. Estas aplicaciones están pensadas para ayudar a las personas a mantener hábitos saludables.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quería estudiar si el uso de aplicaciones para móviles era útil para los adultos (mayores de 18 años) y los adolescentes (de 13 a 17 años) con sobrepeso u obesidad.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que asignaran al azar a las personas a recibir una aplicación para móviles, otro tratamiento o la atención habitual (denominados «intervenciones»). Los estudios ayudan a determinar si las aplicaciones para móviles son eficaces y si son mejores que otra intervención. Se eligieron estudios que incluyeran adolescentes o adultos con sobrepeso u obesidad y que analizaran una aplicación para móviles como intervención única. Para ser incluida, la aplicación debía ayudar a las personas utilizando al menos dos «técnicas de modificación de conducta». Esto significa que la aplicación tenía que ayudar a las personas, por ejemplo, a hacer un seguimiento de su peso, alimentación o actividad y, además, proporcionar, por ejemplo, mensajes de motivación o información sobre hábitos saludables. Esta revisión se centró en los resultados de los estudios a los seis meses o más (medio plazo) y a los 12 meses o más (largo plazo).
¿Qué se encontró?
Se incluyeron 18 estudios con 2703 personas. Dieciséis estudios incluyeron adultos y dos incluyeron adolescentes. Las intervenciones en los estudios duraron entre 2 y 24 meses. También se encontraron 34 estudios en curso sobre este tema, que podrían aportar datos en una futura actualización de esta revisión.
Aplicación para móviles comparada con ninguna aplicación
Trece estudios compararon a adultos con una aplicación para móviles con otros sin ella. Una aplicación para móviles probablemente reduce la actividad física moderada a vigorosa, y las actividades de ocio probablemente no cambian. También podría reducir el IMC a medio plazo, pero la evidencia no está clara. Dos años después del inicio del estudio, el cambio de peso fue probablemente escaso o nulo. Es probable que una aplicación para móviles produzca poca o ninguna diferencia en la calidad de vida y el bienestar al cabo de un año y poca o ninguna diferencia en los hábitos alimentarios al cabo de uno o dos años. No se encontraron estudios en adolescentes.
Aplicación para móviles comparada con otra aplicación para móviles
Dos estudios compararon a adultos con distintas versiones de la misma aplicación y no mostraron diferencias en los resultados, o éstas fueron mínimas. Un tercer estudio en adultos comparó dos aplicaciones diferentes (contar calorías o seguir una dieta cetogénica) e indicó una ligera reducción del peso a los seis meses con la dieta cetogénica. No se encontraron estudios en adolescentes.
Aplicación para móviles comparada con el asesoramiento personalizado (coaching)
Un estudio comparó a adultos que utilizaron una aplicación para móviles con otros que recibieron asesoramiento personalizado. Este estudio solo proporcionó resultados a corto plazo. Dos estudios compararon una aplicación con el asesoramiento personalizado en adolescentes. Uno de ellos demostró que una aplicación para móviles apenas producía diferencias en el IMC en comparación con el asesoramiento personalizado al cabo de seis meses.
Aplicación para móviles comparada con la atención habitual
Solo un estudio comparó una aplicación con la atención habitual en adultos, pero solo proporcionó resultados a corto plazo. No se encontraron estudios en adolescentes.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
En general, los efectos de las aplicaciones para teléfonos móviles son entre moderados y muy inciertos. Los resultados de las comparaciones mostraron amplias variaciones que no favorecían claramente a las aplicaciones para móviles. Muchos estudios solo contaban con unos pocos participantes y periodos de observación cortos.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
Esta evidencia está actualizada hasta el 2 de octubre de 2023.
La evidencia disponible es limitada y no muestra un efecto beneficioso claro de las aplicaciones para móviles como intervenciones para adolescentes o adultos con sobrepeso u obesidad. Aunque el número de estudios es cada vez mayor, la evidencia aún es incompleta debido a la gran variabilidad de las características, el contenido y los componentes de las aplicaciones, lo que complica las comparaciones directas y la evaluación de su efectividad. Las comparaciones con una intervención mínima o nula o con el asesoramiento personalizado muestran efectos pequeños, que en su mayoría no son clínicamente significativos. La escasez de datos sobre los adolescentes también justifica la realización de más estudios de investigación. La evidencia también es escasa para los países de ingresos bajos y medios, así como para las personas con diferentes antecedentes socioeconómicos y culturales. Los 34 estudios en curso apuntan a un interés constante en el tema y se espera que surja nueva evidencia en los próximos dos años. En la práctica, los profesionales sanitarios deben tener muy en cuenta los posibles efectos beneficiosos, las limitaciones y la evolución de los estudios de investigación a la hora de recomendar aplicaciones para móviles a adolescentes y adultos con sobrepeso u obesidad.
La obesidad se considera un factor de riesgo de diversas enfermedades y su incidencia se ha triplicado en todo el mundo desde 1975. Además de tener el riesgo de presentar desenlaces clínicos adversos, las personas con sobrepeso u obesidad suelen ser estigmatizadas. Las intervenciones de modificación de conducta se administran cada vez más como intervenciones a través de aplicaciones de salud para teléfonos móviles y tecnología para llevar puesta («wearables»). Se cree que refuerzan las conductas saludables a nivel individual con un umbral bajo.
Evaluar los efectos de las aplicaciones integradas para móviles dirigidas a adolescentes y adultos con sobrepeso u obesidad.
Se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, PsycINFO, CINAHL y LILACS, así como en los registros de ensayos ClinicalTrials.gov y la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud el 2 de octubre de 2023 (fecha de la última búsqueda en todas las bases de datos). No se impusieron restricciones con respecto al idioma de publicación.
Los participantes eran adolescentes y adultos con sobrepeso u obesidad. Las intervenciones elegibles eran aplicaciones integradas para teléfonos móviles que utilizaban al menos dos técnicas de modificación de conducta. La intervención podía estar orientada a la actividad física, el estado cardiorrespiratorio, la pérdida de peso, la dieta sana o la autoeficacia. Los comparadores incluyeron una intervención mínima o nula (IMN), otra aplicación para móviles, asesoramiento personalizado o atención habitual. Los estudios elegibles fueron ensayos controlados aleatorizados de cualquier duración con un seguimiento de al menos tres meses.
Se utilizó la metodología Cochrane estándar y la herramienta RoB 2. Los desenlaces importantes fueron la actividad física, el índice de masa corporal (IMC) y el peso, la calidad de vida relacionada con la salud, la autoeficacia, el bienestar, la modificación de la conducta alimentaria y los eventos adversos. En la tabla Resumen de los hallazgos se presentaron los estudios con desenlaces a medio plazo (6 a < 12 meses) y a largo plazo (≥ 12 meses), siguiendo las recomendaciones del conjunto de desenlaces básicos para las intervenciones conductuales de control del peso.
Se incluyeron 18 estudios con 2703 participantes. Las intervenciones tuvieron una duración de 2 a 24 meses. La media del IMC en los adultos varió entre 27 y 50, y la mediana de la puntuación z del IMC en los adolescentes varió entre 2,2 y 2,5.
aplicación para móviles versus una intervención mínima o nula
Trece estudios compararon una aplicación para móviles versus una IMN en adultos; no hubo estudios disponibles en adolescentes. El comparador incluyó un mínimo asesoramiento sobre salud, folletos, diarios de comidas, aplicaciones para móviles no relacionadas con la pérdida de peso y lista de espera.
Medidas de actividad física: a los 12 meses de seguimiento, una aplicación para móviles comparada con una IMN probablemente reduce ligeramente la actividad física moderada a vigorosa (AFMV) (diferencia de medias [DM] -28,9 min/semana; intervalo de confianza [IC] del 95%: -85,9 a 28; un estudio, 650 participantes; evidencia de certeza moderada). No están claros los resultados relacionados con el gasto energético estimado y el estado cardiorrespiratorio a los ocho meses de seguimiento. Una aplicación para móviles comparada con IMN probablemente produce poca o ninguna diferencia en los cambios en el tiempo total de actividad a los 12 meses de seguimiento y en la actividad física de ocio a los 24 meses de seguimiento.
Medidas antropométricas: una aplicación para móviles comparada con una IMN podría reducir el IMC (DM del cambio del IMC -2,6 kg/m 2 ; IC del 95%: -6 a 0,8; dos estudios, 146 participantes; evidencia de certeza muy baja) en el seguimiento de seis a ocho meses, pero la evidencia es muy incierta. A los 12 meses de seguimiento, una aplicación para móviles probablemente provocó poca o ninguna diferencia en el cambio del IMC (DM -0,1 kg/m 2 ; IC del 95%: -0,4 a 0,3; un estudio; 650 participantes; evidencia de certeza moderada). Una aplicación para móviles comparada con una IMN podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en el cambio del peso corporal (DM -2,5 kg; IC del 95%: -6,8 a 1,7; tres estudios, 1044 participantes; evidencia de certeza baja) a los 12 meses de seguimiento. A los 24 meses de seguimiento, una aplicación para móviles probablemente provocó poca o ninguna diferencia en el cambio del peso corporal (DM 0,7 kg; IC del 95%: -1,2 a 2,6; un estudio, 245 participantes; evidencia de certeza moderada).
Una aplicación para móviles comparada con una IMN podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la autoeficacia en una puntuación de actividad física a los ocho meses de seguimiento, pero los resultados son muy inciertos. Es probable que una aplicación para móviles dé lugar a poca o ninguna diferencia en la calidad de vida y el bienestar a los 12 meses (evidencia de certeza moderada) y a poca o ninguna diferencia en diversas medidas utilizadas para fundamentar la conducta alimentaria a los 12 y 24 meses de seguimiento.
Existen muchas dudas sobre los eventos adversos, que solo se informaron de manera narrativa en dos estudios (evidencia de certeza muy baja).
aplicación para móviles versus otra aplicación para móviles
Dos estudios compararon distintas versiones de la misma aplicación en adultos y no mostraron diferencias en los desenlaces, o estas fueron mínimas. Un estudio en adultos comparó dos aplicaciones diferentes (una de recuento de calorías versus una de dieta cetogénica) e indicó una ligera reducción del peso corporal a los seis meses a favor de la aplicación de dieta cetogénica. No hubo estudios disponibles sobre adolescentes.
aplicación para móviles versus asesoramiento personalizado
Solo un estudio comparó una aplicación para móviles con el asesoramiento personalizado en adultos, presentando datos a los tres meses. Dos estudios compararon estas intervenciones en adolescentes. Una aplicación para móviles produjo poca o ninguna diferencia en la puntuación z del IMC en comparación con el asesoramiento personalizado a los seis meses de seguimiento (DM 0; IC del 95%: -0,2 a 0,2; un estudio; 107 participantes).
aplicación para móviles versus atención habitual
Solo un estudio comparó una aplicación con la atención habitual en adultos, pero solo aportó datos a los tres meses sobre la satisfacción de los participantes. No hubo estudios disponibles sobre adolescentes.
Se identificaron 34 estudios en curso.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.