Antecedentes
Algunas enfermedades infecciosas se propagan por medio de gotitas de aire procedentes de la tos y los estornudos, que pueden infectar a las personas que tocan la piel o las superficies contaminadas. Lavarse las manos con agua y jabón puede evitar que estas enfermedades se propaguen. Las personas que no dispongan de jabón pueden utilizar otros materiales como ceniza, barro, tierra con o sin agua, o sólo agua, para limpiarse las manos. La limpieza de las manos con ceniza (los restos sólidos de las cocinas y los fuegos) puede funcionar eliminando o inactivando el virus o las bacterias. Sin embargo, las sustancias químicas de la ceniza también podrían dañar la piel.
Si la ceniza es un limpiador de manos eficaz, podría reducir la propagación del coronavirus (COVID-19) y otras enfermedades infecciosas en zonas de bajos ingresos donde no se dispone de jabón de forma generalizada.
¿Qué se quería averiguar?
Se quería saber si las personas que se limpian las manos con ceniza tienen más o menos probabilidades de contraer enfermedades infecciosas que las personas que usan jabón, agua, barro o tierra, o que no se limpian las manos. También se quería saber si el uso de la ceniza causa efectos no deseados, como manos adoloridas o sarpullidos.
Metodología
Se buscaron los estudios que examinaron la limpieza de manos con ceniza en comparación con jabón, barro, tierra, agua solamente o no limpiarse las manos. Para responder las preguntas, los estudios podrían incluir a adultos y niños y realizarse en cualquier lugar.
El COVID-19 se propaga rápidamente, por lo que se necesitaba responder a esta pregunta lo antes posible. Por esta razón se acortó el proceso normal que sigue una revisión Cochrane. No fue posible encontrar los textos completos de cinco estudios potencialmente relevantes, ni establecer contacto con los autores de los estudios para obtener datos adicionales. Aunque se realizaron búsquedas en varias bases de datos, es posible que se hayan pasado por alto algunos estudios. Se prevé incluir toda la información relevante en una futura versión de la revisión.
Resultados
Se identificaron 14 estudios que evaluaron la ceniza para la limpieza de manos. Sólo un pequeño estudio comparó directamente las personas elegidas al azar para utilizar ceniza o jabón u otros materiales (los estudios aleatorizados producen la mejor evidencia). Los estudios incluyeron a personas de todas las edades y se realizaron principalmente en comunidades rurales de bajos ingresos. Seis estudios proporcionaron información para ayudar a responder a la pregunta.
Un estudio comparó a niños que habían ido al hospital con diarrea con niños que no habían ido. Los autores del estudio observaron el área de lavado de manos en las casas de los niños para ver cómo se las limpiaban. Determinaron que las familias que se limpiaban las manos con ceniza realizaron un número similar de visitas al hospital por niños con diarrea que las familias que utilizaban jabón.
Otro estudio analizó si fue más probable que las mujeres con prurito o flujo vaginal inusual se limpiaran las manos con ceniza en comparación con las mujeres que no habían presentado tales síntomas. Se observó que las mujeres que se lavaban las manos con ceniza y agua tenían las mismas probabilidades de presentar prurito o flujo vaginal que las mujeres que se las lavaban con jabón.
Cuatro estudios midieron las bacterias en las manos después de usar ceniza, jabón, agua, barro o sin haberlas limpiado. No está claro el efecto de la ceniza en comparación con otros materiales sobre las bacterias de las manos porque los estudios emplearon métodos poco fiables y sus resultados no fueron claros.
Ninguno de los estudios proporcionó información sobre la gravedad de las enfermedades infecciosas, si las personas utilizaban ceniza u otro material de manera constante, el número de muertes o los efectos no deseados derivados de lavarse las manos con ceniza.
Certeza de la evidencia
La certeza (confianza) de la evidencia fue limitada porque se encontraron pocos estudios. Los que se encontraron tuvieron métodos poco fiables y diferentes tipos de participantes, y ninguno de los estudios examinó de manera fiable si los participantes contraían infecciones.
Conclusión
No está claro si limpiarse las manos con ceniza en comparación con jabón, agua, barro, tierra o no limpiárselas, frena o reduce la propagación de infecciones víricas o bacterianas. Se desconoce si la limpieza de las manos con ceniza causa efectos indeseados.
Fecha de la búsqueda
Esta revisión incluye evidencia publicada hasta el 26 de marzo de 2020.
Sobre la base de la evidencia disponible, no están claros los efectos beneficiosos ni perjudiciales de lavarse las manos con ceniza en comparación con jabón u otros materiales para reducir la propagación de infecciones víricas y bacterianas.
Lavarse las manos es importante para reducir la propagación y la transmisión de enfermedades infecciosas. La ceniza, el residuo de los fogones de las cocinas y los fuegos, es un material utilizado para la limpieza de las manos en lugares donde no hay suficiente disponibilidad de jabón.
Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de lavarse las manos con ceniza en comparación con jabón u otros materiales para reducir la propagación de infecciones víricas y bacterianas.
El 26 de marzo de 2020 se hicieron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, el Global Index Medicus de la OMS y en la International Clinical Trials Registry Platform (ICTRP) de la OMS.
Se incluyeron todo tipo de estudios, en cualquier población, que examinaran la limpieza de manos con ceniza en comparación con cualquier otro material.
Dos autores de la revisión revisaron de forma independiente los títulos y los textos completos, y un autor de la revisión extrajo los datos de los resultados y evaluó el riesgo de sesgo, que otro autor de la revisión verificó. Se utilizó la herramienta ROBINS-I para los estudios observacionales, RoB 2.0 para tres estudios de intervención, y GRADE para evaluar la certeza de la evidencia. Se planificó sintetizar los datos con metanálisis de efectos aleatorios. Las medidas de resultado preestablecidas fueron la mortalidad general, el número de casos de infecciones (según se definió en los estudios individuales), la gravedad de las enfermedades infecciosas, los efectos perjudiciales (según se informó en los estudios individuales) y la adherencia.
Se incluyeron 14 estudios descritos en 19 registros que utilizaron ocho diseños de estudio diferentes, pero sólo un ensayo aleatorizado. Los estudios se realizaron principalmente en contextos rurales de países de ingresos bajos y medio-bajos. Seis estudios informaron sobre datos de resultados relevantes para esta revisión.
Un estudio retrospectivo de casos y controles y un estudio de cohortes evaluaron la diarrea en niños menores de cinco años y los síntomas del aparato reproductor autoinformados en mujeres, respectivamente. No estuvo claro si la tasa de contactos hospitalarios en el caso de la diarrea moderada a grave en niños difería entre los hogares que se limpiaban las manos con ceniza en comparación con los hogares que se limpiaban las manos con jabón (RR 0,97; IC del 95%: 0,84 a 1,11; evidencia de certeza muy baja). De manera similar, no estuvo claro si la tasa de mujeres que presentaban síntomas de infección del aparato reproductor difería entre las mujeres que se lavaban las manos con ceniza en comparación con las que se limpiaban las manos con jabón (RR 0,48; IC del 95%: 0,12 a 1,86; evidencia de certeza muy baja) o cuando se comparó con el lavado de manos con agua solamente o no lavarse las manos (RR 0,50; IC del 95%: 0,13 a 1,96; evidencia de certeza muy baja).
Cuatro estudios informaron sobre los recuentos bacteriológicos después de lavarse las manos. Los cuatro estudios se consideraron con alto riesgo de sesgo y no se sintetizaron los datos debido a la heterogeneidad metodológica y a la falta de claridad en el informe de los resultados.
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