¿Cuáles son los riesgos y beneficios de los parches de gel de silicona para el tratamiento de las cicatrices queloides?

Mensajes clave

No está claro si los parches de gel de silicona mejoran el aspecto de una cicatriz más que:

- ningún tratamiento;

- tratamiento con un parche similar que no contiene silicona;

- inyecciones de acetónido de triamcinolona (un medicamento) directamente en la lesión o bajo la piel.

No está claro el efecto de los parches de gel de silicona sobre el dolor en comparación con ningún tratamiento.

No se sabe si el parche de gel de silicona tiene un efecto sobre el dolor en comparación con el parche de gel sin silicona o las inyecciones intralesionales de acetónido de triamcinolona.

¿Qué son las cicatrices queloides?

Una cicatriz es una marca que queda en la piel tras la curación de una herida o lesión. A veces, las cicatrices pueden desarrollarse de forma anormal, formando cicatrices queloides, elevadas y antiestéticas, que pueden afectar a las personas desde el punto de vista físico y emocional. Las cicatrices queloides suelen aparecer tras lesiones leves y se pueden extender a la piel que rodea la herida original. Las cicatrices queloides son difíciles de tratar, pueden afectar a ambos sexos y aparecer a cualquier edad.

¿Cómo se tratan las cicatrices queloides?

Los parches de gel de silicona son apósitos suaves y flexibles que contienen una forma elástica de silicona. Tienen una textura suave y gomosa y se adhiere fácilmente a la piel. Los parches de gel de silicona se consideran una opción óptima para el tratamiento de las cicatrices queloides. Se pueden utilizar sobre la piel en cicatrización para ayudar a suavizar y aplanar una cicatriz queloide.

¿Qué se quería averiguar?

En esta revisión Cochrane, se quiso averiguar cuáles son los efectos beneficiosos y los riesgos del tratamiento de las cicatrices queloides con parches de gel de silicona.

¿Qué se hizo?

Se buscaron estudios que investigaran el uso de parches de gel de silicona para tratar las cicatrices queloides. Se buscaron los ensayos controlados aleatorizados relevantes en los que el tratamiento que recibe cada persona se elige al azar. Estos estudios ofrecen la evidencia más fiable sobre los efectos de un tratamiento.

¿Qué se encontró?

Se encontraron dos estudios con un total de 36 participantes (85 cicatrices) (33 participantes [76 cicatrices] completaron el estudio). Los participantes tenían cicatrices queloides causadas por cirugía, heridas infectadas o traumatismos. Los estudios compararon los efectos de los parches de gel de silicona con:

- ningún tratamiento;

- tratamiento con un apósito similar sin silicona;

- inyecciones de acetónido de triamcinolona (un medicamento) directamente en la lesión o bajo la piel.

Un estudio se realizó en Brasil y otro en Singapur. Duraron distintos periodos: tres meses y cuatro meses y medio.

Ambos estudios informaron sobre evaluaciones de las cicatrices realizadas por profesionales sanitarios , pero los datos no se proporcionaron de manera que pudieran usarse en esta revisión. Ningún estudio informó sobre resultados útiles para la evaluación de la cicatriz por parte de la propia persona después del tratamiento. Ambos estudios también proporcionaron evaluaciones del dolor, pero los datos no se proporcionaron de manera que pudieran usarse en esta revisión.

Ningún estudio proporcionó resultados útiles para el bienestar de las personas (calidad de vida): para saber si las personas seguían el tratamiento (adherencia), si los tratamientos tenían efectos no deseados; ni sobre si los tratamientos eran coste-efectivos (los efectos beneficiosos del tratamiento superaron cualquier coste adicional).

Resultados principales

No se sabe con certeza si los parches de gel de silicona mejoran el aspecto de las cicatrices más que: ningún tratamiento; tratamiento con parches de gel sin silicona; o inyecciones intralesionales de acetónido de triamcinolona.

No está claro el efecto de los parches de gel de silicona sobre el dolor en comparación con ningún tratamiento. No se sabe si el parche de gel de silicona tiene un efecto sobre el dolor en comparación con el parche de gel sin silicona o las inyecciones intralesionales de acetónido de triamcinolona.

Conclusiones

No está claro si el uso de parches de gel de silicona en comparación con ningún tratamiento, el tratamiento con parches de gel sin silicona o las inyecciones intralesionales de acetónido de triamcinolona dan lugar a alguna diferencia en el tratamiento de las cicatrices queloides.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

No se tiene confianza en la evidencia porque procede de muy pocos estudios con un número reducido de personas y con resultados proporcionados de manera deficiente, por lo que no está clara la fiabilidad de los resultados. Es probable que las conclusiones de esta revisión cambien si se dispone de resultados de otros estudios.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

Esta revisión incluye la evidencia publicada hasta el 15 de diciembre de 2021.

Conclusiones de los autores: 

Actualmente se carece de evidencia de ECA sobre la efectividad clínica de las LGS en el tratamiento de las cicatrices queloides. A partir de los dos estudios identificados, no hay evidencia suficiente para mostrar si el uso de las LGS en comparación con ningún tratamiento, los apósitos de gel sin silicona o las inyecciones intralesionales de acetónido de triamcinolona cambian algo en el tratamiento de las cicatrices queloides. La evidencia de los estudios incluidos es de certeza muy baja, debido principalmente al riesgo de sesgo, por medidas indirectas y por imprecisión debido al pequeño tamaño muestral. Para reducir la incertidumbre en torno a la toma de decisiones sobre el uso de las LGS para tratar las cicatrices queloides, se necesitan más estudios bien diseñados que cuenten con buenas metodologías de presentación de la información y aborden desenlaces clínicos, de calidad de vida y económicos importantes.

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Antecedentes: 

La cicatrización queloide es uno de los tipos más comunes de cicatrización patológica. Las cicatrices queloides que no cicatrizan pueden afectar la funcionalidad física y psicológica de la persona al causar dolor, prurito, contracturas y desfiguración estética. Las láminas de gel de silicona (LGS) son apósitos fabricados con silicona médica reforzada con un soporte de membrana de silicona y son uno de los tratamientos más utilizados para las cicatrices queloides. Sin embargo, no existen revisiones sistemáticas actualizadas que evalúen la eficacia de las LGS para las cicatrices queloides. Se requiere una revisión clara y rigurosa de la evidencia actual para orientar a los médicos, los gestores sanitarios y las personas con cicatrices queloides.

Objetivos: 

Evaluar la efectividad de las láminas de gel de silicona para el tratamiento de las cicatrices queloides en comparación con la atención estándar u otros tratamientos.

Métodos de búsqueda: 

Se utilizaron los métodos exhaustivos estándares de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue diciembre de 2021.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que reclutaron a personas con cualquier cicatriz queloide y evaluaron la efectividad de las LGS.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, realizaron la selección de los estudios, la evaluación del riesgo de sesgo, la extracción de los datos y la evaluación de la certeza de la evidencia con el método GRADE. Las discrepancias iniciales se resolvieron mediante debate o consulta con un tercer autor de la revisión, cuando fue necesario.

Resultados principales: 

Dos estudios cumplieron los criterios de inclusión. Las muestras de los estudios fueron de 16 y 20 participantes. Los ensayos fueron clínicamente heterogéneos, con diferencias en las causas de las cicatrices (p. ej., cirugía, heridas infectadas y traumatismos), la localización (p. ej., tórax y espalda) y la antigüedad de las cicatrices. La duración del seguimiento fue de tres y cuatro meses y medio. Los estudios incluidos informaron de tres comparaciones: LGS comparada con ningún tratamiento, LGS comparada con una lámina de gel sin silicona (un apósito similar a la LGS pero que sin silicona) y LGS comparada con inyecciones intralesionales de acetónido de triamcinolona. Un ensayo tuvo un diseño de cuerpo dividido y otro tuvo un diseño incierto (lo que dio lugar a una mezcla de datos pareados y por conglomerados).

Los estudios incluidos proporcionaron pocos datos del desenlace principal de la revisión que fue la gravedad de la cicatriz medida por los profesionales sanitarios y no se proporcionaron datos sobre la gravedad de la cicatriz medida por los pacientes ni sobre los eventos adversos. En cuanto a los desenlaces secundarios, se facilitaron algunos datos sobre el dolor, pero no sobre la calidad de vida relacionada con la salud ni la coste-efectividad. Ambos ensayos tuvieron un informe subóptimo de los desenlaces, por lo que muchos dominios del riesgo de sesgo se consideraron inciertos. Todas la evidencia se consideró de certeza muy baja, principalmente debido al riesgo de sesgo, por medidas indirectas y por imprecisión.

LGS en comparación con ningún tratamiento

Dos estudios con 33 participantes (76 cicatrices) informaron sobre la gravedad de la cicatriz evaluada por los profesionales de la salud y se desconoce el efecto de la LGS sobre la gravedad de la cicatriz en comparación con ningún tratamiento (evidencia de certeza muy baja, disminuida una vez por riesgo de sesgo, una vez por inconsistencia, una vez por medidas indirectas y una vez por imprecisión). No se tiene certeza acerca del efecto de las LGS sobre el dolor en comparación con ningún tratamiento (21 participantes con 40 cicatrices; evidencia de certeza muy baja, disminuida una vez por riesgo de sesgo, una vez por inconsistencia, una vez por medidas indirectas y una vez por imprecisión). No se proporcionaron datos sobre otros desenlaces, como la gravedad de la cicatriz evaluada por los pacientes, los eventos adversos, el cumplimiento del tratamiento, la calidad de vida relacionada con la salud o la coste-efectividad.

LGS comparada con lámina de gel sin silicona

En esta comparación se incluyó un estudio con 16 participantes (25 cicatrices). No está claro el efecto de la LGS sobre la gravedad de la cicatriz evaluada por los profesionales sanitarios en comparación con una lámina de gel sin silicona (evidencia de certeza muy baja, disminuida una vez por riesgo de sesgo, una vez por medidas indirectas y una vez por imprecisión). Tampoco está claro el efecto de la LGS sobre el dolor en comparación con una lámina de gel sin silicona (evidencia de certeza muy baja, disminuida una vez por riesgo de sesgo, una vez por medidas indirectas y una vez por imprecisión). No se proporcionaron datos sobre otros desenlaces, como la gravedad de la cicatriz evaluada por los pacientes, los eventos adversos, el cumplimiento del tratamiento, la calidad de vida relacionada con la salud o la coste-efectividad.

LGS en comparación con inyecciones intralesionales de acetónido de triamcinolona

Un estudio con 17 participantes (51 cicatrices) informó acerca de la gravedad de la cicatriz evaluada por los profesionales sanitarios y no está claro el efecto de la LGS sobre la gravedad de la cicatriz en comparación con las inyecciones intralesionales de acetónido de triamcinolona (evidencia de certeza muy baja disminuida una vez por riesgo de sesgo, una vez por medidas indirectas y una vez por imprecisión). Este estudio también informó sobre el dolor evaluado por los profesionales sanitarios en cinco participantes (15 cicatrices) y no está claro el efecto de la LGS sobre el dolor en comparación con las inyecciones intralesionales de acetónido de triamcinolona (evidencia de certeza muy baja, disminuida una vez por riesgo de sesgo, una vez por medidas indirectas y dos veces por imprecisión). No se proporcionaron datos sobre otros desenlaces, como la gravedad de la cicatriz evaluada por los pacientes, los eventos adversos, el cumplimiento del tratamiento, la calidad de vida relacionada con la salud o la coste-efectividad.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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