Mensaje clave
En niños con enfermedad de Kawasaki, los tratamientos de inmunoglobulina intravenosa (IgIV) a dosis altas:
• probablemente reduzcan el riesgo de formación de anomalías en las arterias coronarias en comparación con la aspirina o los regímenes de IgIV a dosis medias o bajas;
• no muestran problemas claros de seguridad;
• probablemente reduzcan la duración de la fiebre, pero apenas se detectaron diferencias en la necesidad de tratamiento adicional en comparación con la aspirina;
• podrían reducir la duración de la fiebre y la necesidad de tratamiento adicional en comparación con la IgIV a dosis media o baja.
¿Por qué es importante esta pregunta?
La enfermedad de Kawasaki es una afección que provoca la hinchazón e inflamación de los vasos sanguíneos. Los síntomas incluyen temperatura alta (fiebre) junto con labios agrietados, lengua de fresa (lengua roja inflamada y llena de bultos), ojos rojos, sarpullido, enrojecimiento e hinchazón de manos y pies o descamación de la piel; e inflamación de los ganglios del cuello. Es más frecuente en niños pequeños. La hinchazón e inflamación de los vasos que suministran sangre al corazón (arterias coronarias) es la complicación más grave de la enfermedad, ya que provoca anomalías en las arterias coronarias. Estas anomalías pueden provocar cardiopatías adquiridas y, en ocasiones, la muerte. Un diagnóstico y tratamiento rápidos pueden prevenir estas complicaciones. La inmunoglobulina intravenosa y la aspirina son los principales medicamentos utilizados para tratar la enfermedad de Kawasaki. Se utilizan diferentes combinaciones, dosis o momentos de administración (pautas de tratamiento) de estos medicamentos para tratar a los pacientes. Es importante saber qué tratamientos y pautas son los más seguros y eficaces para prevenir las complicaciones cardiacas.
¿Qué se hizo?
Se buscaron ensayos controlados aleatorizados (un tipo de estudio en el que los participantes se asignan al azar a uno de dos o más grupos de tratamiento) que compararan el tratamiento de la enfermedad de Kawasaki con IgIV con el tratamiento con otro medicamento u otra pauta. Se encontraron 31 estudios con un total de 4609 participantes. Los estudios compararon la IgIV con aspirina, otra pauta de IgIV, infliximab o prednisolona. Todos los estudios informaron sobre anomalías de las arterias coronarias, pero no todos informaron sobre los otros desenlaces de interés de esta revisión: efectos adversos, síndromes coronarios agudos (como un infarto de miocardio), duración de la fiebre, necesidad de tratamiento adicional, duración de la estancia hospitalaria y mortalidad. Cuando fue necesario, se combinaron los datos de los estudios incluidos.
¿Qué se encontró?
Se analizaron los estudios que compararon la IgIV con la aspirina. Los resultados de esta revisión mostraron que los niños que recibieron IgIV probablemente desarrollaron menos anomalías en las arterias coronarias que los niños tratados solo con aspirina. La notificación de los efectos adversos varió entre los estudios, pero hubo poca o ninguna diferencia en el número de efectos adversos entre los grupos. La información sobre los síndromes coronarios agudos fue escasa, por lo que no es posible afirmar si la IgIV afectó este aspecto. El tratamiento con IgIV probablemente redujo la duración de la fiebre en comparación con la aspirina sola. Hubo poca o ninguna diferencia en la necesidad de tratamiento adicional entre los grupos de IgIV y aspirina, y ningún estudio informó sobre la duración de la estancia hospitalaria. No se informaron muertes en ningún grupo.
Se analizaron los estudios que compararon tratamientos de IgIV a dosis alta con dosis media o baja. Los resultados mostraron que los niños que recibieron dosis altas probablemente desarrollaron menos anomalías. No hubo diferencias aparentes en el número de efectos adversos entre los grupos a dosis alta y media o baja. Los síndromes coronarios agudos fueron escasamente notificados, observándose poca o ninguna diferencia entre los grupos. Los tratamientos a dosis más altas podrían reducir la duración de la fiebre y la necesidad de tratamiento adicional en comparación con los de dosis medias y bajas. No se encontraron diferencias claras entre las pautas de tratamiento en cuanto a la duración de la estancia hospitalaria. Se notificó una muerte en un estudio, por lo que no es posible afirmar con seguridad si una pauta fuera mejor que otra para este desenlace.
También se analizaron los estudios que compararon la IgIV con la prednisolona. La evidencia fue muy incierta con respecto al número de anomalías de las arterias coronarias y la duración de la fiebre, y hubo poca o ninguna diferencia entre los grupos en los efectos adversos, los síndromes coronarios agudos y las muertes. Los resultados de todos los desenlaces se vieron limitados por el reducido número de niños con enfermedad de Kawasaki implicados. Ningún estudio informó sobre la necesidad de tratamiento adicional ni la duración de la estancia hospitalaria.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en la evidencia aportada por los estudios incluidos difirió entre los desenlaces y varió entre muy baja y moderada, debido a las dudas sobre cómo se realizaron algunos de los estudios, las diferencias en las pautas de tratamiento utilizadas, y a que a menudo solo hubo un escaso número de episodios y participantes que aportaron datos. Los resultados de esta revisión concuerdan con las recomendaciones de las guías actuales y con la evidencia de estudios a largo plazo en los que ha participado un gran número de personas.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta abril de 2022.
Los ECA incluidos investigaron varias comparaciones, y el escaso número de eventos observados durante los períodos de estudio limitó la detección de efectos. La certeza de la evidencia varió de moderada a muy baja debido a dudas relacionadas con el riesgo de sesgo, la imprecisión y la inconsistencia. La evidencia disponible indicó que los regímenes de IgIV a dosis alta probablemente se asocien con un menor riesgo de formación de AAC en comparación con los regímenes de AAS o de IgIV a dosis media o baja. No hubo diferencias clínicamente significativas en la incidencia de efectos adversos, lo que sugiere que hay pocas dudas acerca de la seguridad de la IgIV. En comparación con el AAS, las dosis altas de IgIV probablemente redujeron la duración de la fiebre, pero se detectó poca o ninguna diferencia en la necesidad de tratamiento adicional. En comparación con la IgIV a dosis media o baja, se podría reducir la duración de la fiebre y la necesidad de tratamiento adicional. No se pudieron establecer conclusiones con respecto a los síndromes coronarios agudos, la mortalidad o la duración de la estancia hospitalaria, ni sobre la comparación de IgIV versus prednisolona. Los hallazgos de esta revisión concuerdan con las recomendaciones de las guías actuales y con la evidencia de estudios epidemiológicos a largo plazo.
La enfermedad de Kawasaki (EK) es una vasculitis sistémica aguda (inflamación de los vasos sanguíneos) que afecta principalmente a los niños. Los síntomas incluyen fiebre, labios agrietados, lengua de fresa, ojos rojos (hiperemia conjuntival bulbar), erupción cutánea, eritema, edema de manos y pies o descamación de la piel; y aumento del tamaño de los ganglios linfáticos cervicales. La fiebre alta y la inflamación sistémica caracterizan la fase aguda. La inflamación de las arterias coronarias provoca la complicación más grave de la enfermedad, las anomalías de las arterias coronarias (AAC). El tratamiento primario es la inmunoglobulina intravenosa (IgIV) y el ácido acetilsalicílico (AAS/aspirina), con dosis y posologías que difieren entre las instituciones. Es importante saber qué regímenes son los más seguros y eficaces para prevenir las complicaciones.
Evaluar la eficacia y la seguridad de la IgIV en el tratamiento y prevención de las consecuencias cardiacas de la enfermedad de Kawasaki.
El documentalista del Grupo Cochrane Vascular (Cochrane Vascular) realizó búsquedas en el Registro especializado de este grupo, en las bases de datos CENTRAL, MEDLINE, Embase y CINAHL, y en los registros de ensayos Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud y ClinicalTrials.gov hasta el 26 de abril de 2022.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que investigaron el uso de la IgIV para el tratamiento de la EK. Se incluyeron los estudios que incluyeron el tratamiento de la EK inicial, refractaria o ambas.
Se utilizaron los métodos estándares de Cochrane. Los desenlaces principales fueron la incidencia de AAC y la incidencia de cualquier efecto adverso tras el tratamiento. Los desenlaces secundarios fueron los síndromes coronarios agudos, la duración de la fiebre, la necesidad de tratamiento adicional, la duración de la estancia hospitalaria y la mortalidad. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia de cada desenlace.
Se identificaron 31 ECA con un total de 4609 participantes con EK. Los estudios compararon la IgIV con AAS, otra dosis o régimen de IgIV, prednisolona o infliximab. La mayoría de los estudios informaron sobre el tratamiento primario, por lo que estos resultados se presentan a continuación. Un número limitado de estudios investigó el tratamiento secundario o terciario en pacientes resistentes a la IgIV. Las dosis y los regímenes de infusión de la IgIV variaron entre los estudios, y todos los estudios presentaron algunas dudas relacionadas con el riesgo de sesgo.
Tratamiento primario con IgIV en comparación con AAS para personas con EK
En comparación con el tratamiento con AAS, la IgIV probablemente reduzca la incidencia de AAC en personas con EK hasta 30 días (odds ratio [OR] 0,60; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,41 a 0,87; 11 estudios, 1437 participantes; evidencia de certeza moderada). Los estudios por separado informaron sobre una variedad de efectos adversos, pero hubo poca o ninguna diferencia en el número de efectos adversos entre los grupos de tratamiento (OR 0,57; IC del 95%: 0,17 a 1,89; 10 estudios, 1376 participantes; evidencia de certeza muy baja). Hubo evidencia limitada acerca de la incidencia de síndromes coronarios agudos, por lo que no se sabe con certeza si hubo efectos. La duración de los días de fiebre desde el inicio del tratamiento fue probablemente más corta en el grupo de IgIV (diferencia de medias [DM] -4,00 días; IC del 95%: -5,06 a -2,93; tres estudios, 307 participantes; evidencia de certeza moderada). Hubo poca o ninguna diferencia entre los grupos en cuanto a la necesidad de tratamiento adicional (OR 0,27; IC del 95%: 0,05 a 1,57; tres estudios, 272 participantes; evidencia de certeza baja). Ningún estudio informó sobre la duración de la estancia hospitalaria y no se registraron muertes en ninguno de los grupos.
Tratamiento primario con IgIV en comparación con diferentes regímenes de infusión de IgIV para personas con EK
Es probable que los regímenes a dosis más altas de IgIV reduzcan la incidencia de AAC en comparación con los regímenes a dosis medias o bajas de IgIV hasta 30 días (OR 0,60; IC del 95%: 0,40 a 0,89; ocho estudios, 1824 participantes; evidencia de certeza moderada). Hubo poca o ninguna diferencia en el número de efectos adversos entre los grupos (OR 1,11; IC del 95%: 0,52 a 2,37; seis estudios, 1659 participantes; evidencia de certeza baja). Ningún estudio informó sobre síndromes coronarios agudos. La IgIV a dosis más alta podría reducir la duración de la fiebre en comparación con los regímenes a dosis media o más baja (DM -0,71 días; IC del 95%: -1,36 a -0,06; cuatro estudios, 992 participantes; evidencia de certeza baja). Los regímenes a dosis más altas podrían reducir la necesidad de tratamiento adicional (OR 0,29; IC del 95%: 0,10 a 0,88; cuatro estudios, 1125 participantes; evidencia de certeza baja). No se detectó una diferencia clara en la duración de la estancia hospitalaria entre los regímenes de infusión (DM -0,24; IC del 95%: -0,78 a 0,30; tres estudios, 752 participantes; evidencia de certeza baja). Un estudio informó acerca de la mortalidad, y apenas se detectaron diferencias entre los regímenes (evidencia de certeza moderada).
Tratamiento primario con IgIV en comparación con prednisolona para personas con EK
La evidencia que compara la IgIV con la prednisolona en la incidencia de AAC es muy incierta (OR 0,60; IC del 95%: 0,24 a 1,48; dos estudios, 140 participantes; evidencia de certeza muy baja), y hubo poca o ninguna diferencia entre los grupos en los efectos adversos (OR 4,18; IC del 95%: 0,19 a 89,48; un estudio; 90 participantes; evidencia de certeza baja). Se tienen muchas dudas sobre el impacto en la duración de la fiebre, ya que dos estudios informaron sobre este desenlace de forma diferente y mostraron resultados contradictorios. Un estudio informó sobre los síndromes coronarios agudos y la mortalidad, encontrando poca o ninguna diferencia entre los grupos (evidencia de certeza baja). Ningún estudio informó acerca de la necesidad de tratamiento adicional ni de la duración de la estancia hospitalaria.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.