Mensajes clave
- Podría haber poca o ninguna reducción del riesgo de presentar un resfriado con suplementos de zinc en comparación con un placebo.
- En personas que ya están resfriadas, podría reducirse la duración de la enfermedad con suplementos de zinc en comparación con un placebo.
- Es probable que haya un aumento del riesgo de eventos adversos no graves cuando se utiliza zinc para el tratamiento del resfriado.
¿Qué es el resfriado común?
El resfriado común o catarro consiste principalmente en una infección vírica de las vías respiratorias altas. No existe una combinación concreta de síntomas que defina el catarro, pero entre los síntomas pueden incluirse congestión nasal, estornudos, dolor de garganta, tos, cansancio, secreción nasal, con o sin fiebre. La mayoría de las personas suelen recuperarse de la enfermedad sin tratamiento médico; sin embargo, no existen tratamientos definitivos para prevenir los catarros ni para acortar su duración. Dada la frecuencia de resfriados en niños y adultos, suponen una carga para la salud pública y una causa importante de pérdida de productividad laboral y absentismo escolar. La prevención y el tratamiento del catarro con zinc es un tema de interés permanente.
¿Qué se quería averiguar?
Queríamos averiguar si el zinc era mejor que el placebo para reducir el riesgo de resfriarse y acortar la duración de los resfriados existentes. El placebo es una sustancia similar en apariencia a un tratamiento, pero sin efecto terapéutico. Los placebos ayudan a evaluar los efectos de la creencia de que se ha tomado un tratamiento comparados con tomar el tratamiento real.
También se quiso averiguar si el zinc se asociaba con algún efectos adverso (p. ej.: daños), especialmente aquellos considerados posibles complicaciones del catarro. Además, se observó la intensidad global del catarro comunicada por el participante, la intensidad de síntomas individuales, la duración de síntomas individuales y los días de ausencia del puesto de trabajo o de la escuela.
¿Qué se hizo?
En seis bases de datos y dos registros de ensayos clínicos se buscaron estudios que compararan zinc con placebo para el tratamiento o la prevención del catarro en niños y adultos. Los resultados de los estudios se compararon y resumieron y la confianza en la evidencia se buscó y calificó según factores concretos como la metodología y el tamaño de los estudios.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 34 estudios sobre la prevención o el tratamiento del catarro. Los estudios se llevaron a cabo en 13 países, la mayoría se realizaron en Estados Unidos. En 12 estudios los participantes fueron niños (menores de 18 años) y en 22 estudios, adultos. La mayoría de los tratamientos finalizaron con una resolución de los síntomas comunicada por el participante, y el período mínimo de tratamiento fue de 5 días y el máximo de 540 días. La mayoría de los estudios fueron financiados por una entidad vinculada al comercio o la industria o no declararon su financiación. El resto fueron financiados por clínicas privadas, fundaciones no gubernamentales, universidades o entidades gubernamentales.
Se evaluaron los efectos de:
- zinc como medida preventiva; y
- zinc como medida terapéutica.
Se encontraron los siguientes resultados:
Zinc para la prevención
En comparación con el placebo, tomar zinc podría suponer poca o ninguna diferencia en prevenir que las personas se resfríen (nueve estudios; 1449 personas). Asimismo, es probable que el zinc preventivo apenas influya en la duración del catarro si uno está resfriado (tres estudios, 740 participantes) y que apenas influya en la intensidad de los síntomas (dos estudios, 101 personas). Tanto personas que tomaron placebo como las que tomaron zinc comunicaron efectos secundarios negativos; los más frecuentes fueron irregularidades en el sentido del gusto y malestar digestivo.
Zinc para el tratamiento
El zinc como tratamiento de un catarro podría reducir la duración de los síntomas en unos dos días, al compararlo con placebo (ocho estudios, 972 personas). Sin embargo, se tiene muy poca confianza en la evidencia en la que se basa esta conclusión. No está claro si el zinc influye en la intensidad de los síntomas del catarro (dos estudios, 261 personas). Las personas que tomaron zinc como tratamiento del catarro comunicaron efectos secundarios negativos con más frecuencia que quienes tomaron el placebo; los efectos más frecuentes fueron irregularidades en el sentido del gusto y malestar digestivo. Los estudios que administraron zinc intranasal no informaron de casos de anosmia (pérdida del olfato), pero la información sobre efectos secundarios específicos es poco clara.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en la evidencia es principalmente baja a muy baja, y los resultados de los estudios de investigación posteriores podrían diferir de los resultados de esta revisión. Varios factores redujeron la confianza de esta revisión en la evidencia. En primer lugar, algunos estudios no informaron suficientemente acerca de cómo se asignó al azar a las personas a los distintos grupos de tratamiento, lo que significa que las diferencias entre los grupos de estudio se podrían deber a diferencias entre los participantes y no a los tratamientos. En segundo lugar, algunos estudios utilizaron formas muy distintas de administrar los tratamientos. Finalmente, dadas las grandes diferencias entre estudios con respecto a los enfoques utilizados para analizar la efectividad del zinc, es posible que se precise de más estudios para poder establecer cualquier conclusión firme.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta el 22 de mayo de 2023.
Los resultados indican que los suplementos de zinc podrían tener un efecto escaso o nulo en la prevención de los resfriados pero podrían reducir la duración de los mismos, con un aumento de los eventos adversos no graves. En general hubo una amplia variación de las intervenciones (incluido el tratamiento concomitante) y de los desenlaces de los estudios, así como la falta de información en varios dominios, que debería tenerse en cuenta al establecer conclusiones sobre la eficacia del zinc para el resfriado común.
El resfriado común es una enfermedad respiratoria vírica aguda y autolimitante. Entre los síntomas se incluyen congestión nasal y mucosidad, estornudos, dolor de garganta, tos y malestar general. Dada la frecuencia de los resfriados, constituyen una carga de salud pública y una causa significativa de pérdida de productividad laboral y absentismo escolar. No existen intervenciones confirmadas para prevenir el resfriados o acortar su duración. Sin embargo, a menudo se recomiendan y se tomas suplementos de zinc con este fin.
Evaluar la efectividad y la seguridad del zinc para prevenir y tratar el resfriado común.
Se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, CINAH y LILACS el 22 de mayo de 2023, y en Web of Science Core Collection y en dos registros de ensayos el 14 de junio de 2023. También se comprobaron las referencias, se examinaron las citas y se estableció contacto con los autores de los estudios para identificar estudios adicionales.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) en niños o adultos que analizaran cualquier formulación de zinc frente al placebo para prevenir o tratar el resfriado común o la infección de las vías respiratorias alta (IVRA). Se excluyeron las intervenciones con zinc en las que se combinase con otros minerales, vitaminas o hierbas medicinales (p. ej.: un suplemento multivitamínico o mineral que contuviese zinc).
Se utilizó la herramienta Cochrane de riesgo de sesgo para evaluar los riesgos de sesgo y GRADE para evaluar la certeza de la evidencia. Los datos se extrajeron de forma independiente. Cuando fue necesario se estableció contacto con los autores de los estudios para obtener información adicional. Se evaluó el zinc (tipo y vía) comparado con placebo para prevenir y tratar el resfriado común. Los desenlaces principales incluyeron la proporción de participantes que presentaron resfriados (para los análisis de ensayos de prevención solo), la duración del resfriado (medida en días desde el inicio hasta la resolución del mismo), eventos adversos posiblemente debidos a los suplementos de zinc (p. ej.: sabor desagradable, pérdida de olfato, vómitos, cólicos intestinales y diarrea) y eventos adversos considerados como posibles complicaciones del resfriado común (p. ej.: infecciones respiratorias bacterianas).
Se incluyeron 34 estudios (15 de prevención, 19 de tratamiento) con 8526 participantes. En 22 estudios los participantes fueron adultos y en 12 estudios, niños. La mayoría de los ensayos se llevaron a cabo en Estados Unidos (n = 18), seguido de India, Indonesia, Irán y Turquía (dos estudios en cada uno), y Australia, Burkina Faso, Colombia, Dinamarca, Finlandia, Tanzania, Tailandia y Reino Unido (un estudio en cada uno). Los 15 estudios de prevención identificaron la enfermedad como resfriado común (n = 8) o IVRA (n = 7). Sin embargo, casi todos los estudios terapéuticos (17/19) se centraron en el resfriado común. La mayoría de estudios (17/34) evaluaron la efectividad del zinc administrado en pastillas para chupar (3 de prevención, 14 de tratamiento) formulados como acetato, gluconato y orotato; las pastillas para chupar de gluconato de zinc fueron las más frecuentes (9/17). El gluconato de zinc se administró a dosis de entre 45 y 276 mg/día durante entre 4,5 y 21 días. Cinco (5/17) estudios de pastillas para chupar administraron pastillas de acetato de zinc y dos (2/17) administraron pastillas de acetato y gluconato de zinc. Un (1/17) estudio de pastillas para chupar administró zinc intranasal ( gluconato ) y en pastillas para chupar ( orotato ) simultáneamente para el tratamiento del resfriado. De los 17/34 estudios que no utilizaron pastillas para chupar, 1/17 administraron cápsulas, 3/17 administraron polvos disueltos, 5/17 administraron comprimidos, 4/17 administraron jarabes y 4/17 emplearon la administración intranasal. La mayoría de estudios tenían riesgo de sesgo incierto o alto en al menos un dominio.
Podría haber poca o ninguna reducción del riesgo de presentar un resfriado con zinc en comparación con el placebo (razón de riesgos [RR] 0,93; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,85 a 1,01; I 2 = 20%; nueve estudios, 1449 participantes; evidencia de certeza baja). Podría haber poca o ninguna reducción de la media de resfriados a los 5 a 18 meses de seguimiento (diferencia de medias [DM] -0,90; IC del 95%: -1,93 a 0,12; I 2 = 96%; dos estudios, 1284; evidencia de certeza baja). Cuando se producen resfriados, probablemente hay poca o ninguna diferencia en la duración de los resfriados en días (DM -0,63; IC del 95%: -1,29 a 0,04; I² = 77%; tres estudios, 740 participantes; evidencia de certeza moderada), y podría haber poca o ninguna diferencia en la intensidad global de los síntomas (diferencia de medias estandarizada [DME] 0,04; IC del 95%: -0,35 a 0,43; I² = 0%; dos estudios, 101 participantes; evidencia de certeza baja).
Cuando se utiliza zinc para el tratamiento del resfriado, podría haber una reducción de la duración media del resfriado en días (DMP -2,37; IC del 95%: -4,21 a -0,53; I² = 97%; ocho estudios, 972 participantes; evidencia de certeza baja), aunque se desconoce si hay una reducción del riesgo de que el resfriado perdure al final del seguimiento (RR 0,52; IC del 95%: 0,21 a 1,27; I² = 65%; cinco estudios, 357 participantes; evidencia de certeza muy baja), o de la intensidad global de los síntomas (DME -0,03; IC del 95%: -0,56 a 0,50; I² = 78%; dos estudios, 261 participantes; evidencia de certeza muy baja), y podría haber poca o ninguna diferencia en el riesgo de un cambio en la intensidad global de los síntomas (RR 1,02; IC del 95%: 0,85 a 1,23; un estudio, 114 participantes; evidencia de certeza baja).
En 31 estudios se informó sobre eventos adversos no graves (2422 participantes). No está claro si existe una diferencia en el riesgo de eventos adversos con el zinc utilizado para la prevenir el resfriado (RR 1,11; IC del 95%: 0,84 a 1,47; I 2 = 0%; siete estudios, 1517 participantes; evidencia de certeza muy baja) o un aumento en el riesgo de eventos adversos graves (RR 1,67; IC del 95%: 0,78 a 3,57; I 2 = 0%; tres estudios, 1563 participantes; evidencia de certeza baja). Es probable que haya un aumento en el riesgo de eventos adversos no graves cuando se utiliza zinc para el tratamiento del resfriado (RR 1,34; IC del 95%: 1,15 a 1,55; I 2 = 44%; 2084 participantes, 16 estudios; evidencia de certeza moderada); ningún estudio proporcionó información sobre los eventos adversos graves. Ningún estudio proporcionó información clara sobre eventos adversos considerados posibles complicaciones del resfriado común.
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