Mensajes clave
Se encontró que entre las embarazadas que declaran consumir alcohol durante el embarazo, las intervenciones psicosociales breves (IB) podrían aumentar el número de mujeres abstemias de forma continuada en comparación con el tratamiento habitual (TH). Es posible que no haya diferencias entre los grupos en cuanto al número de bebidas alcohólicas al día, pero la evidencia es muy incierta. Recibir una IB en comparación con el TH probablemente dé lugar a poca o ninguna diferencia en el número de mujeres que completan el tratamiento.
¿Cuáles son las consecuencias del consumo de alcohol durante el embarazo?
El consumo de alcohol durante el embarazo puede tener graves consecuencias tanto para la embarazada como para el embrión y el feto. Las cantidades más elevadas de alcohol se asocian con el mayor riesgo; sin embargo, la exposición baja a moderada prenatal al alcohol también se relaciona con ciertos déficits al nacer. En consecuencia, cualquier consumo de alcohol confiere cierto riesgo durante el embarazo, y las guías actuales recomiendan evitar el consumo de alcohol durante el embarazo. No obstante, en Europa, aproximadamente una de cada cuatro embarazadas declara haber consumido alcohol durante el embarazo.
¿Qué tratamientos existen para detener o reducir el consumo de alcohol durante el embarazo?
Se ha demostrado que las intervenciones psicosociales y los medicamentos son eficaces para el consumo perjudicial de alcohol en la población general. Las personas con trastorno por consumo de alcohol (TCA), un trastorno mental en el que la persona es incapaz de controlar su consumo de alcohol, se pueden beneficiar además de la medicación. No está claro si estos tratamientos son eficaces entre las embarazadas que declaran haber consumido alcohol durante el embarazo.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quería averiguar si las intervenciones psicosociales o los medicamentos pueden ayudar a las embarazadas que declaran haber consumido alcohol a reducir o abandonar ese comportamiento.
¿Qué se hizo?
Se buscaron ensayos controlados aleatorizados (estudios en los que los participantes se asignan al azar a uno de dos o más grupos de tratamiento) que compararan intervenciones psicosociales o medicamentos, o ambos, con ningún tratamiento, TH, placebo (tratamiento falso) u otros tratamientos para ayudar a las embarazadas a abandonar o reducir su consumo de alcohol.
¿Qué se encontró?
Se incluyeron ocho estudios con un total de 1369 embarazadas que informaron haber consumido alcohol durante el embarazo. En dos estudios, casi la mitad de las participantes habían sido diagnosticadas con TCA actual o previa. La mayoría de los estudios (75%) se realizaron en Estados Unidos. Los tratamientos fueron IB, de 10 a 60 minutos de duración, administrados principalmente en una sola sesión o en pocas sesiones (hasta cinco). El grupo que recibió IB se comparó con un grupo que recibió TH. Las embarazadas recibieron la intervención psicosocial aproximadamente a las 15 semanas de gestación, y se evaluó el consumo de alcohol entre 8 y 24 semanas después de la intervención. No se encontraron estudios que analizaran los efectos de los medicamentos contra el TCA durante el embarazo.
Se encontró que las IB podrían aumentar la tasa de mujeres abstemias de forma continuada. Es muy incierta la evidencia acerca del efecto de las IB sobre el número de bebidas alcohólicas consumidas al día. Por último, se determinó que las IB probablemente apenas producen diferencias en el número de mujeres que completan el tratamiento.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
No se encontraron estudios que evaluaran la eficacia ni la seguridad de los medicamentos para el TCA durante el embarazo. Solo dos estudios reclutaron embarazadas con TCA actual o de por vida; esta limitación hace que no sea posible generalizar los resultados a las embarazadas con TCA. Se necesitan más estudios para evaluar los efectos de las intervenciones psicosociales o la medicación a la hora de ayudar a las embarazadas con TCA a dejar o reducir el consumo de alcohol.
Los efectos de las intervenciones psicosociales se ven influidos en gran medida por el contexto social; dado que la mayoría de los estudios incluidos tuvieron lugar en Estados Unidos, esto limita la generalizabilidad de los resultados a países y grupos étnicos marginados no reclutados en estos estudios.
En general, los resultados de esta revisión distan mucho de considerarse concluyentes.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta el 8 de enero de 2024.
Las intervenciones psicosociales breves podrían aumentar la tasa de abstinencia continuada entre las embarazadas que declaran haber consumido alcohol durante el embarazo. Se deben realizar más estudios para investigar la eficacia y seguridad de las intervenciones psicosociales y otros tratamientos (p. ej., medicamentos) para las mujeres con TCA. Estos estudios deben proporcionar información detallada sobre el consumo de alcohol antes y durante el embarazo utilizando medidas consistentes como el número de bebidas consumidas por día. Cuando se reclutan poblaciones heterogéneas, se debe proporcionar información más detallada sobre el consumo de alcohol durante el embarazo para poder realizar futuras revisiones sistemáticas. Otra información importante que aumentaría la utilidad de estos estudios sería la presencia de otras afecciones comórbidas como la ansiedad, los trastornos del estado de ánimo y el consumo de otras sustancias psicoactivas.
A pesar de los efectos perjudiciales conocidos, el consumo de alcohol es habitual durante el embarazo. Las tasas varían según los países, y se calcula que son del 10% en todo el mundo, con hasta un 25% en Europa.
Evaluar la eficacia de las intervenciones psicosociales y los medicamentos para reducir o detener el consumo de alcohol durante el embarazo.
Se realizaron búsquedas en el Registro especializado del Grupo Cochrane de Alcohol y drogas (Cochrane Drugs and Alcohol Group) (a través de CRSLive), el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL), MEDLINE, Embase, CINAHL, Web of Science y PsycINFO, desde el inicio hasta el 8 de enero de 2024. También se buscaron estudios en curso y no publicados a través de ClinicalTrials.gov y de la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Todas las búsquedas incluyeron bibliografía en idiomas diferentes al inglés. Se realizaron búsquedas manuales en las referencias de las revisiones sistemáticas relacionadas con el tema y en los estudios incluidos.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados que compararon fármacos o intervenciones psicosociales, o ambos, con placebo, ninguna intervención, atención habitual u otros fármacos o intervenciones psicosociales utilizados para reducir o detener el consumo de alcohol durante el embarazo. Los desenlaces principales de interés de esta revisión fueron la abstinencia de alcohol, la reducción del consumo de alcohol, la permanencia en el tratamiento y las mujeres con algún evento adverso.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar de Cochrane.
Se incluyeron ocho estudios (1369 participantes) en los que las embarazadas recibieron una intervención para detener o reducir el consumo de alcohol durante el embarazo. En un estudio, casi la mitad de las participantes tenían un diagnóstico actual de trastorno por consumo de alcohol (TCA); en otro estudio, el 40% de las participantes tenían un diagnóstico de por vida de TCA. Seis estudios se realizaron en Estados Unidos, uno en España y otro en los Países Bajos.
Todos los estudios incluidos evaluaron la eficacia de las intervenciones psicosociales; no se encontró ningún estudio que evaluara la eficacia de los fármacos para el tratamiento del TCA durante el embarazo. Las intervenciones psicosociales fueron principalmente breves, desde una única sesión de 10 a 60 minutos hasta cinco sesiones de 10 minutos cada una. Las embarazadas recibieron la intervención psicosocial aproximadamente al final del primer trimestre de embarazo, y el desenlace del consumo de alcohol se volvió a evaluar entre 8 y 24 semanas después de la intervención psicosocial. Las mujeres del grupo control recibieron el tratamiento habitual (TH) o tratamientos similares, como una evaluación exhaustiva del consumo de alcohol y consejos para dejar de beber durante el embarazo.
En general, se encontró que, en comparación con el TH, las intervenciones psicosociales podrían aumentar la tasa de participantes con abstinencia continuada (razón de riesgos [RR] 1,34; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,14 a 1,57; I 2 = 0%; tres estudios; 378 mujeres; evidencia de certeza baja). Las intervenciones psicosociales podrían tener poco o ningún efecto sobre el número de bebidas al día, pero la evidencia es muy incierta (diferencia de medias -0,42; IC del 95%: -1,13 a 0,28; I 2 = 86%; dos estudios; 157 mujeres; evidencia de certeza muy baja). Las intervenciones psicosociales probablemente tienen poco o ningún efecto sobre el número de mujeres que completaron el tratamiento (RR 0,98; IC del 95%: 0,94 a 1,02; I 2 = 0%; siete estudios; 1283 mujeres; evidencia de certeza moderada). Ninguno de los estudios incluidos evaluó los eventos adversos de los tratamientos.
Se redujo la certeza de la evidencia debido al riesgo de sesgo y a la imprecisión de las estimaciones.
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