Mensajes clave
• La cafeína y otras sustancias similares pertenecen a un grupo de estimulantes denominados metilxantinas. Se suelen utilizar para prevenir y tratar la apnea (cuando la respiración se detiene e inicia repetidamente) en los recién nacidos.
• En comparación con otras metilxantinas, la cafeína podría dar lugar a una diferencia mínima o nula en la frecuencia de muerte de los bebés nacidos antes de tiempo.
• Se necesitan más estudios, sobre todo en bebés nacidos de forma muy prematura, ya que suelen ser los más enfermos.
¿Qué es la apnea del prematuro?
La apnea del prematuro se produce cuando los bebés nacidos demasiado pronto (prematuros) dejan de respirar durante 20 segundos o más mientras duermen. Más de la mitad de los recién nacidos prematuros presentan apnea. Los recién nacidos prematuros, sobre todo los que nacen antes de las 28 semanas de gestación, tienen mayor riesgo de muerte, enfermedades pulmonares y deficiencias cerebrales que los que nacen en la fecha prevista o cerca de ella. Algunos de estos recién nacidos desarrollan discapacidad intelectual, ceguera o sordera.
¿Cómo se trata la apnea en los recién nacidos prematuros?
La apnea en los recién nacidos prematuros se suele tratar con metilxantinas, sustancias que se encuentran en altas concentraciones en el té, el café y el chocolate. Tres tipos de metilxantinas son la cafeína, la aminofilina y la teofilina. Actúan como estimulantes suaves para acelerar los sistemas del organismo y facilitar la respiración. Cuando se administra a recién nacidos prematuros, el objetivo es mejorar su respiración y reducir los episodios de apnea y la necesidad de respiradores (ventilación mecánica).
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso averiguar si la cafeína es mejor que la aminofilina o la teofilina en recién nacidos prematuros para:
• prevenir la muerte antes del alta hospitalaria;
• mejorar el desarrollo a largo plazo entre los 18 y los 24 meses de vida.
También se quería averiguar si estos medicamentos se asociaban con algún efecto no deseado.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que compararan la cafeína con la aminofilina o la teofilina en recién nacidos prematuros. Se compararon y resumieron los resultados de los estudios y la confianza en la evidencia se evaluó sobre la base de factores como la metodología y el tamaño de los estudios.
¿Qué se encontró?
En la revisión se incluyeron 22 estudios con un total de 1776 recién nacidos prematuros. Tres estudios evaluaron el uso de metilxantinas para la prevención de la apnea; 13 estudios evaluaron su uso para el tratamiento de la apnea; dos para el tratamiento de la extubación (es decir, retirar el tubo que se coloca en la tráquea para ayudar a respirar al bebé). En tres estudios hubo diferentes razones para tratar a los recién nacidos con metilxantinas. Casi todos los estudios incluyeron bebés que nacieron, de media, después las 28 a 32 semanas de gestación y con un peso medio al nacer entre 1000 y 1500 gramos. Ningún estudio tuvo una duración media de la gestación inferior a 28 semanas ni un peso medio al nacer inferior a 1000 gramos. En un estudio, los recién nacidos tenían una media de gestación de más de 32 semanas. En dos estudios, el peso medio al nacer fue superior a 1500 gramos.
• En cuanto a la frecuencia de muerte, se observó que podría haber poca o ninguna diferencia entre el uso de cafeína en comparación con otras metilxantinas.
• Cuando se analizan las capacidades asociadas al desarrollo del cerebro, no está claro cuál es la mejor opción: la cafeína u otras metilxantinas.
• Algunos recién nacidos con episodios de apnea desarrollan una enfermedad pulmonar persistente. La revisión indica que podría haber poca o ninguna diferencia entre el uso de cafeína y otras metilxantinas en la enfermedad pulmonar persistente.
• No está claro si la cafeína provoca más efectos no deseados en comparación con otras metilxantinas.
• Se encontró que podría no haber diferencia en el tiempo que los recién nacidos y sus familias necesitan permanecer en el hospital con el uso de la cafeína en comparación con otras metilxantinas.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
La confianza en las pruebas es limitada porque el número de recién nacidos estudiados en cada desenlace de interés fue escaso. Todos los recién nacidos se distribuyeron al azar en grupos que recibían cafeína u otra metilxantina (aminofilina o teofilina). Sin embargo, en muchos estudios es posible que el personal que trabajaba con los bebés fuera consciente del tratamiento que recibían. Además, los datos no abarcaron todos los desenlaces de interés para la revisión.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta febrero de 2023.
Aunque se ha demostrado que la cafeína mejora importantes desenlaces clínicos, en los pocos estudios que compararon la cafeína con otras metilxantinas, podría haber poca o ninguna diferencia en la mortalidad, la displasia broncopulmonar y la duración de la estancia hospitalaria. La evidencia sobre el efecto de la cafeína en comparación con otras metilxantinas en el desarrollo a largo plazo y los efectos secundarios es muy incierta.
Aunque la cafeína u otras metilxantinas se utilizan ampliamente en lactantes prematuros, hay poca evidencia directa que respalde la elección de qué metilxantina utilizar. Es necesario seguir investigando, especialmente en los niños extremadamente prematuros nacidos antes de las 28 semanas de gestación. Los datos de cuatro estudios en curso podrían aportar más evidencia sobre los efectos de la cafeína u otras metilxantinas.
Las metilxantinas, incluidas la cafeína, la teofilina y la aminofilina, actúan como estimulantes del impulso respiratorio y disminuyen la apnea del prematuro, un trastorno del desarrollo frecuente en los neonatos prematuros. En particular, se ha descrito que la cafeína mejora desenlaces clínicos importantes, como la displasia broncopulmonar (DBP) y la discapacidad del neurodesarrollo. Sin embargo, existe incertidumbre con respecto a la eficacia de la cafeína en comparación con otras metilxantinas.
Evaluar los efectos de la cafeína en comparación con la aminofilina o la teofilina en neonatos prematuros con riesgo de apnea, con apnea o en la fase de periextubación.
En febrero de 2023 se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, Epistemonikos, la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y clinicaltrials.gov. También se revisaron las listas de referencias de artículos relevantes para identificar estudios adicionales.
Estudios
: ensayos controlados aleatorizados (ECA) y cuasialeatorizados
Participantes:
lactantes nacidos antes de las 34 semanas de gestación para los ensayos de prevención y extubación, y lactantes nacidos antes de las 37 semanas de gestación para los ensayos de tratamiento
Intervención y comparación:
cafeína versus teofilina o cafeína versus aminofilina. Se incluyeron todas las dosis y duraciones del tratamiento.
Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por Cochrane. Los efectos del tratamiento se evaluaron mediante un modelo de efectos fijos con la razón de riesgos (RR), la diferencia de riesgos (DR) y los intervalos de confianza (IC) del 95% para los datos categóricos, y la media, la desviación estándar y la diferencia de medias para los datos continuos. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza de la evidencia.
Se incluyeron 22 ensayos con 1776 neonatos prematuros. La indicación del tratamiento fue la prevención de la apnea en tres estudios, el tratamiento de la apnea en 13 estudios y la gestión de la extubación en tres estudios. En tres estudios, hubo múltiples indicaciones para el tratamiento, y en un estudio, la indicación del tratamiento no estuvo clara. En 19 de los estudios incluidos, los lactantes tenían una edad gestacional media de entre 28 y 32 semanas y un peso medio al nacer de entre 1000 g y 1500 g. Los participantes de un estudio tenían una edad gestacional media de más de 32 semanas, y dos estudios tenían participantes con un peso medio al nacer de 1500 g o más.
La cafeína administrada por cualquier indicación podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la mortalidad por todas las causas antes del alta hospitalaria en comparación con otras metilxantinas (RR 1,12; IC del 95%: 0,68 a 1,84; DR 0,02; IC del 95%: -0,05 a 0,08; dos estudios, 396 lactantes; evidencia de certeza baja). Solo un estudio que incluyó a 79 lactantes informó sobre componentes del desenlace discapacidad del neurodesarrollo de moderada a grave entre los 18 y los 26 meses. Es muy incierta la evidencia acerca del efecto de la cafeína sobre el retraso del desarrollo cognitivo en comparación con otras metilxantinas (RR 0,17; IC del 95%: 0,02 a 1,37; DR -0,12; IC del 95%: -0,24 a 0,01; un estudio, 79 lactantes; evidencia de certeza muy baja). También es muy incierta la evidencia sobre el efecto de la cafeína en el retraso del desarrollo del lenguaje en comparación con otras metilxantinas (RR 0,76; IC del 95%: 0,37 a 1,58; DR -0,07; IC del 95%: -0,27 a 0,12; un estudio, 79 lactantes; evidencia de certeza muy baja). La evidencia acerca del efecto de la cafeína sobre el retraso del desarrollo motor en comparación con otras metilxantinas (RR 0,50; IC del 95%: 0,13 a 1,96; DR -0,07; IC del 95%: -0,21 a 0,07; un estudio, 79 lactantes; evidencia de certeza muy baja) es muy incierta. La evidencia sobre el efecto de la cafeína en las alteraciones visuales y auditivas en comparación con otras metilxantinas es muy incierta. A los 24 meses de vida, se observaron alteraciones visuales en ocho de 11 lactantes y 10 de 11 lactantes de los grupos de cafeína y otras metilxantinas, respectivamente. Se observaron alteraciones auditivas en dos de cada cinco lactantes y uno de cada un lactante en los grupos de cafeína y otras metilxantinas, respectivamente. Ningún estudio informó sobre los desenlaces parálisis cerebral, discapacidad de la motricidad gruesa ni desarrollo mental. En comparación con otras metilxantinas, la cafeína podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la DBP/enfermedad pulmonar crónica, definida como 28 días de exposición al oxígeno a las 36 semanas de edad posmenstrual (RR 1,40; IC del 95%: 0,92 a 2,11; DR 0,04; IC del 95%: -0,01 a 0,09; tres estudios, 481 lactantes; evidencia de certeza baja). Es muy incierta la evidencia acerca del efecto de la cafeína sobre los efectos secundarios (taquicardia, agitación o intolerancia alimentaria) que provoca una reducción de la dosis o a la suspensión de las metilxantinas en comparación con otras metilxantinas (RR 0,17; IC del 95%: 0,02 a 1,32; DR -0,29; IC del 95%: -0,57 a -0,02; un estudio, 30 lactantes; evidencia de certeza muy baja). La cafeína podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la duración de la estancia hospitalaria en comparación con otras metilxantinas (mediana [intervalo intercuartílico]: cafeína 43 días [27,5 a 61,5]; otras metilxantinas 39 días [28 a 55]). Ningún estudio informó acerca del desenlace convulsiones.
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