Mensajes clave
• Los trabajadores sanitarios a veces utilizan su teléfono móvil (o celular) personal de forma informal para salvar las brechas del sistema de salud.
• Los resultados de la revisión apuntan a que puede ayudarles a trabajar de forma más eficiente. También puede ayudarles a responder mejor a las necesidades de los pacientes y los sanitarios.
• Sin embargo, también puede acarrerar problemas para el paciente y para el personal sanitario y puede debilitar el sistema de salud.
¿En qué consiste el uso informal del teléfono móvil?
Los trabajadores sanitarios a veces utilizan su teléfono móvil en el trabajo aunque su uso no esté regulado formalmente. Esto puede ayudarles a desempeñar su trabajo cuando el lugar de trabajo carece de formas eficaces y accesibles de compartir información a través de los sistemas formales. Pero también puede conllevar nuevos problemas.
¿Qué se quiso averiguar?
Se quiso explorar el uso informal del teléfono móvil personal para ayudarles en su trabajo.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios sobre las opiniones, experiencias y prácticas de los trabajadores sanitarios acerca del uso de su teléfono móvil personal en el trabajo. Se analizaron sus resultados y se evaluó la confianza en los hallazgos de la revisión.
¿Qué se encontró?
Se encontraron 30 estudios publicados entre 2013 y 2022. Los estudios procedían de países de ingresos altos, medios y bajos. Exploraron los distintos tipos de trabajadores sanitarios, incluido personal médico, enfermero, no técnico, farmacéutico y personal de gestión sanitaria de hospitales, clínicas y centros comunitarios. Algunos de los hallazgos de la revisión solo se basaron en pocos datos, lo que redujo la confianza en estos hallazgos. Existe una confianza de moderada a alta en los siguientes resultados de la revisión.
• Los trabajadores sanitarios se enfrentan a una brecha entre lo que se espera de ellos y los recursos de los que disponen. Para salvarla, desarrollan sus propias estrategias. A veces implica el uso del móvil personal, sus datos y sus minutos de llamada. También utilizan su tiempo personal para hacer y recibir llamadas fuera del horario laboral, y sus redes personales para contactar con otras personas en busca de ayuda y consejo.
• En algunos ámbitos, el uso del móvil personal de los sanitarios, no está regulado, pero se ha convertido en una parte normal de muchos procesos de trabajo. Por eso, algunos sanitarios se sienten presionados por gestores y compañeros a utilizar su móvil personal. Algunos también utilizan sus teléfonos por un sentimiento de obligación hacia sus pacientes o compañeros.
• El uso que el personal sanitario hace de sus teléfonos móviles personales, su tiempo y sus redes contribuye a humanizar la asistencia sanitaria. Permite que los trabajadores sanitarios sean más flexibles, eficientes y respondan mejor a las necesidades del paciente. Puede conectar a los pacientes con trabajadores sanitarios concretos, en lugar de con sistemas impersonales y puede ayudar a que los pacientes conserven la información sensible fuera del sistema formal. También permite que los sanitarios se comuniquen entre sí de formas más personales que las que permiten los sistemas formales. Todo ello puede reforzar las relaciones de los sanitarios con los pacientes y sus compañeros.
• Sin embargo, estos enfoques informales también pueden causar problemas al personal sanitario. El uso del móvil personal cuesta dinero. Se trata de un problema particular de sanitarios de menor categoría y sanitarios de contextos de ingresos bajos, que probablemente cobren menos y podrían tener menos acceso a teléfonos corporativos o compensaciones. El uso fuera del horario laboral también podría suponer una carga mayor para trabajadores sanitarios de menor categoría laboral, porque les podría ser más difícil ignorar las llamadas cuando están en casa. Los sanitarios con acceso deficiente a la electricidad y a internet tienen también menos capacidad de utilizar soluciones con teléfonos móviles personales, mientras que los trabajadores sanitarios con menos formación podrían tener más dificultades para valorar la información que encuentran en internet. Los canales digitales informales pueden ayudar a los trabajadores sanitarios a ampliar sus redes personales. No obstante, los sanitarios que dependen de las redes personales para buscar ayuda y asesoramiento están en desventaja cuando estas redes son débiles.
El uso que hacen los sanitarios de sus recursos personales también puede acarrear problemas para los pacientes y puede beneficiar más a algunos pacientes que a otros. Por ejemplo, si los trabajadores sanitarios almacenan y comparten información del paciente en sus teléfonos móviles, la confidencialidad de dicha información podría quebrantarse. Además, los sanitarios podrían decidir utilizar sus recursos personales en unos pacientes, pero no en otros. A veces, los sanitarios describen el uso del móvil personal y de su tiempo y redes para ayudar a pacientes y clientes que consideran especialmente necesitados. Estas decisiones probablemente reflejen sus propios valores e ideas, por ejemplo, sobre la equidad social y el valor de los pacientes. Pero podría no reflejar necesariamente las metas y los ideales que persigue el sistema de salud formal.
• Finalmente, el uso informal del móvil salva las lagunas del sistema de salud pero también puede debilitarlo. Almacenar y compartir información en teléfonos personales y a través de canales informales puede crear un «sistema informático en la sombra» que impide que se registre en el sistema formal información sobre el flujo y la logística de los pacientes. Los trabajadores sanitarios también podrían estar más distraídos en el trabajo, por ejemplo, con llamadas de compañeros y familiares o con las redes sociales. Tales retos, podrían ser difíciles de afrontar por parte de sistemas sanitarios débiles.
Vigencia de la evidencia
La evidencia está actualizada hasta agosto de 2022.
Al encontrar sus propias soluciones a los retos del lugar de trabajo, los trabajadores sanitarios pueden ser más eficientes y responder mejor a las necesidades de los pacientes, sus compañeros o propias. Pero estas soluciones también tienen varios inconvenientes. Los esfuerzos por reforzar los sistemas formales de salud deben tener en cuenta cómo conservar los beneficios de las soluciones informales y reducir los efectos negativos.
En ocasiones los trabajadores sanitarios desarrollan sus propias soluciones informales para prestar servicio. Una de estas soluciones es utilizar su teléfono móvil personal u otros dispositivos móviles de forma no regulada por su centro de trabajo. Puede ayudarles a llevar a cabo tareas cuando su lugar de trabajo carece de sistemas de comunicación e información formales, pero también puede conllevar dificultades.
Explorar las opiniones, experiencias y prácticas de los trabajadores sanitarios, los gestores y otros profesionales que trabajan en servicios sanitarios acerca de los usos informales e innovadores de los dispositivos móviles para apoyarles en su trabajo.
El 11 de agosto de 2022 se buscaron estudios publicados en cualquier idioma desde 2008 en MEDLINE, Embase, CINAHL y Scopus. Se realizaron búsquedas de referencias y se estableció contacto con autores de estudios para aclarar la información publicada y conocer datos no publicados.
Se incluyeron estudios cualitativos y de métodos mixtos con un componente cualitativo. Se incluyeron estudios que exploraran las opiniones, experiencias y prácticas de los trabajadores sanitarios acerca de los teléfonos móviles y otros dispositivos móviles, y que incluyeran datos sobre el uso informal de estos dispositivos por parte de los trabajadores sanitarios con fines laborales.
Los datos se extrajeron mediante un formulario de extracción diseñado para esta síntesis, las limitaciones metodológicas se evaluaron con criterios predefinidos y se utilizó un enfoque temático para sintetizar los datos. Se utilizó el concepto «trabajador de cara al público» para aplicar una lente conceptual a los hallazgos y preparar una línea argumental que los vincule. Se utilizó el sistema GRADE-CERQual para evaluar la confianza en los resultados de la revisión y en los mensajes de la línea argumental. Se contó con la colaboración de partes interesadas relevantes a la hora de definir el alcance de la revisión, interpretar los hallazgos y redactar implicaciones para la práctica.
En la revisión se incluyeron 30 estudios publicados entre 2013 y 2022. Los estudios procedían de países de ingresos altos, medios y bajos, y abarcaron un abanico de contextos sanitarios y puestos de personal sanitario. La mayoría describió el uso del teléfono móvil frente a otros dispositivos móviles, como las tabletas. Existe una confianza moderada a alta en los mensajes de la siguiente línea argumental.
Los trabajadores sanitarios de esta revisión, como otros «trabajadores de cara al público», se enfrentan a una brecha entre lo que se espera de ellos y los recursos de los que disponen. Para salvarla, los trabajadores sanitarios desarrollan sus propias estrategias, incluido el uso de sus propios móviles, datos y minutos de llamadas. También utilizan otros recursos personales, como su tiempo personal a la hora de hacer y recibir llamadas fuera del horario laboral, y sus redes personales a la hora de contactar con otras personas en busca de ayuda y consejo.
En algunos ámbitos, el uso del teléfono personal de los sanitarios, a pesar de no estar regulado, se ha convertido en una parte normal de muchos procesos de trabajo. Por eso, algunos sanitarios sienten presión o expectativa por parte de gestores y compañeros de que utilicen su móvil personal. Algunos también sienten que deben utilizar sus teléfonos en el trabajo y en casa por un sentimiento de obligación hacia sus pacientes o compañeros.
En positivo, el uso del móvil personal por parte de trabajadores sanitarios, su tiempo y sus redes, ayudan a humanizar la sanidad. Permite que los trabajadores sanitarios sean más flexibles, eficientes y respondan mejor a las necesidades del paciente. Puede dar a los pacientes acceso a trabajadores sanitarios concretos, en lugar de a sistemas genéricos y puede ayudar a que los pacientes conserven la información sensible fuera del sistema formal. También permite que los sanitarios se comuniquen entre sí de formas más personalizadas y socialmente adecuadas que las que permiten los sistemas formales. Todo ello puede reforzar las relaciones de los sanitarios con los miembros de la comunidad y sus compañeros.
Sin embargo, estos enfoques informales pueden también replicar jerarquías sociales existentes y profundizar en desigualdades presentes entre los trabajadores sanitarios. El uso del teléfono personal cuesta dinero a los trabajadores sanitarios. Es un problema particular de sanitarios de menor categoría y sanitarios de contextos de ingresos bajos, puesto que probablemente cobren menos y podrían tener menos acceso a teléfonos corporativos o compensaciones. El uso fuera del horario laboral también podría suponer una carga mayor para trabajadores sanitarios de menor categoría laboral, porque les podría resultar más difícil ignorar llamadas cuando están en casa. Los sanitarios con acceso deficiente a la electricidad y a internet tienen menos capacidad de utilizar soluciones con teléfonos móviles personales, mientras que los trabajadores sanitarios con pocas capacidades y formación para valorar información en internet no avalada, probablemente tengan dificultades en identificar información fiable. Los canales digitales informales pueden ayudar a los trabajadores sanitarios a ampliar sus redes. No obstante, los sanitarios que dependen de las redes personales para buscar ayuda y asesoramiento están en desventaja cuando estas redes son débiles.
El uso que hacen los sanitarios de sus recursos personales también puede acarrear problemas para los pacientes y puede beneficiar más a algunos pacientes que a otros. Por ejemplo, si los trabajadores sanitarios almacenan y comparten información del paciente en sus teléfonos móviles, la confidencialidad de dicha información podría quebrantarse. Además, los sanitarios podrían decidir utilizar sus recursos personales en unos pacientes, pero no en otros. A veces, los sanitarios describen el uso del teléfono personal y de su tiempo y redes personales para ayudar a pacientes y clientes que consideran especialmente necesitados. Estas decisiones probablemente reflejen sus propios valores e ideas, por ejemplo, sobre la equidad social y el «valor» del paciente. Pero podría no reflejar necesariamente las metas, los ideales y las normas del sistema de salud formal.
Finalmente, el uso informal del móvil salva las lagunas del sistema pero también puede debilitarlo. Almacenar y compartir información en teléfonos personales y a través de canales informales puede representar un «sistema informático en la sombra» que impide que se registre en el sistema formal información sobre el flujo de pacientes, la logística, etc. Los trabajadores sanitarios también podrían estar más distraídos en el trabajo, por ejemplo, con llamadas de compañeros y familiares o con el uso de las redes sociales. Tales retos, podrían ser difíciles de afrontar por parte de sistemas sanitarios débiles.
La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.