Los niños nacidos prematuramente o con muy bajo peso luchan por sobrevivir y precisan de cuidados intensivos. Incluso cuando sobreviven, tienen riesgo elevado de padecer enfermedad pulmonar crónica y los corticoides son uno de los tratamientos que se utilizan para prevenirlo. En una actualización de revisión Cochrane de enero de 2017, Vibhuti Shah, de la Universidad de Toronto en Canadá, y sus compañeros revisaron las pruebas más actuales sobre el uso de corticoides inhalados.
Este podcast ha sido traducido y grabado por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.
Los niños nacidos prematuramente o con muy bajo peso luchan por sobrevivir y precisan de cuidados intensivos. Incluso cuando sobreviven, tienen riesgo elevado de padecer enfermedad pulmonar crónica y los corticoides son uno de los tratamientos que se utilizan para prevenirlo. En una actualización de revisión Cochrane de enero de 2017, Vibhuti Shah, de la Universidad de Toronto en Canadá, y sus compañeros revisaron las pruebas más actuales sobre el uso de corticoides inhalados.
La enfermedad pulmonar crónica es una complicación cada vez más frecuente en neonatos prematuros, a pesar del uso de corticoides antenatales y surfactantes posnatales. Esto se debe en parte al aumento de la supervivencia de neonatos con un peso extremadamente bajo al nacer y existe una relación inversamente proporcional de la incidencia de enfermedad pulmonar crónica con la edad gestacional y el peso al nacer. De manera que la incidencia es mayor cuanto más bajo es el peso del bebé al nacer y la edad gestacional.
Una de las maneras de intentar gestionar este problema es abordar la inflamación, que desempeña un papel importante en el desarrollo de la enfermedad pulmonar crónica. En muchos neonatos se evidencia una reacción inflamatoria poco después del nacimiento, que sugiere que el proceso podría haberse desencadenado en el vientre materno. Por lo tanto, las intervenciones cuyo objetivo es el proceso inflamatorio pueden reducir la incidencia o la intensidad de la enfermedad pulmonar crónica. La administración oral o intravenosa de corticoides al bebé constituye una estrategia de intervención atractiva para conseguir este objetivo, dadas las fuertes propiedades antiinflamatorias de este fármaco.
Sin embargo, estos agentes pueden causar complicaciones a corto plazo como la hiperglucemia, la hipertensión y complicaciones graves a largo plazo como la parálisis cerebral y el retraso en el desarrollo. En teoría, el uso de corticoides inhalados para que el fármaco alcance directamente el pulmón podría presentar efectos beneficiosos sobre el sistema pulmonar y reducir el riesgo de efectos secundarios sistémicos no deseados. Por ello se investigó si la administración de corticoides inhalados a neonatos prematuros, con un peso al nacer de hasta 1.500 gramos, iniciada en las primeras dos semanas tras el parto, prevenía la enfermedad pulmonar crónica, pero se halló que no redujo la incidencia de enfermedad pulmonar crónica a las 36 semanas de edad posmenstrual. Hubo una reducción significativa del desenlace combinado de muerte o enfermedad pulmonar crónica a una edad de 36 semanas de edad posmenstrual en todos los bebés asignados aleatoriamente y en los supervivientes. No obstante, aunque los resultados son significativos, el tamaño del beneficio es muy incierto e implica tener que tratar a todos los bebés con corticoides inhalados para prevenir que uno muera o desarrolle enfermedad pulmonar crónica a las 36 semanas de edad posmenstrual, lo cual no sería aceptable en la práctica clínica.
En resumen esta revisión muestra que existen cada vez más pruebas de que la administración temprana de corticoides inhalados a neonatos de muy bajo peso al nacer es efectiva para reducir la incidencia de muerte y enfermedad pulmonar crónica. Sin embargo, la relevancia clínica se desconoce y los resultados del seguimiento a largo plazo de uno de los estudios, publicado en 2015, podrían afectar a las conclusiones de esta revisión.
Si desea leer los resultados actuales de esta última versión de revisión Cochrane, diríjase a la Biblioteca Cochrane punto com y busque ‘corticosteroides inhalados y neonatos’.