El miedo asociado a ir al dentista, especialmente entre los niños, puede dificultar la prestación del tratamiento. Por ello, entre las muchas revisiones sobre los efectos de los tratamientos dentales, el grupo Cochrane de Salud Oral cuenta con una revisión sobre los efectos de la sedación en niños que reciben este tipo de tratamientos. La tercera actualización de la revisión se publicó en diciembre de 2018 y su autor principal es Paul Ashley, del UCL Eastman Dental Institute de Londres.
El podcast ha sido traducido por Andrea Cervera y grabado por Salomé Planas, del Centro Cochrane Iberoamericano.
El miedo asociado a ir al dentista, especialmente entre los niños, puede dificultar la prestación del tratamiento. Por ello, entre las muchas revisiones sobre los efectos de los tratamientos dentales, el grupo Cochrane de Salud Oral cuenta con una revisión sobre los efectos de la sedación en niños que reciben este tipo de tratamientos. La tercera actualización de la revisión se publicó en diciembre de 2018 y su autor principal es Paul Ashley, del UCL Eastman Dental Institute de Londres.
El podcast ha sido traducido por Andrea Cervera y grabado por Salomé Planas, del Centro Cochrane Iberoamericano.
Los niños a los que les asusta ir al dentista a menudo lo expresan a través de un comportamiento no cooperativo o complicado durante la visita. Si esto evita la aplicación de un tratamiento efectivo, podría resultar en una caries no tratada. Las técnicas de gestión de la conducta podrían ayudar, aunque no siempre son suficiente. En niños que no puedan gestionar su conducta, los dentistas podrían considerar el uso de sedación. Esta revisión examinó la efectividad de los fármacos para sedar al niño manteniendo la consciencia para poder realizar el tratamiento dental; sin embargo, se observó que existen más lagunas que datos en la literatura.
Se identificaron 50 ensayos con asignación al azar con más de 3700 niños de países de todo el mundo, aunque la mayoría de estos estudios tenían un alto riesgo de sesgo. También fue difícil combinar los datos por motivos como la variedad de desenlaces informados, la mezcla de dosis y métodos de administración de los fármacos y el gran número de fármacos y combinaciones de fármacos distintos que se evaluaron. De hecho, se registraron 34 combinaciones diferentes en la revisión y, de todas las intervenciones evaluadas, solo se pudo hacer un metanálisis que combinó los resultados de seis ensayos pequeños que compararon el midazolam oral con placebo. El metanálisis mostró que el midazolam oral probablemente sea efectivo, aunque esto dice más de la necesidad de estudios futuros que de los efectos del tratamiento.
Se realizaron diversas recomendaciones para nuevos estudios con el fin de que se traten algunos de los problemas que se identificaron. En general, se trata de los mismos problemas observados en muchas otras revisiones Cochrane sobre la mala calidad del informe, la asignación, el pequeño tamaño de los estudios, etcétera. Pero hubo algunos asuntos específicos de esta revisión como la necesidad de una mayor consistencia en las medidas de desenlaces utilizadas, una mejor consideración de los intervalos de edad evaluados (puesto que las técnicas de sedación adecuadas para niños de tres años pueden diferir de las que lo son para niños de 12 años) y más estudios sobre el mismo fármaco o combinación de fármacos que permitan una mejor evaluación de la efectividad global.
En resumen, aunque la revisión mostró evidencia de certeza moderada de que el midazolam oral es un sedante efectivo para niños que reciben un tratamiento dental, se necesitan más ensayos clínicos bien diseñados e informados para evaluar otros posibles sedantes. Estos estudios deberían considerar también evaluar la comparación de regímenes experimentales con midazolam oral u óxido nitroso inhalado.
Si desea examinar las pruebas de esta última actualización y estar informado de futuras actualizaciones, puede encontrar la revisión en la Biblioteca Cochrane punto com buscando 'sedación tratamiento dental'.