La vacunación es un componente clave para prevenir las enfermedades y en diciembre de 2023 se actualizó la revisión Cochrane de intervenciones para mejorar la cobertura de vacunación infantil en países de ingresos medios y bajos.

Este podcast ha sido traducido por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano y locutado por Marco Culqui de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y colaborador externo del Centro Cochrane Ecuador.

Los países de ingresos medios y bajos cargan con la mayor tasa de enfermedad y mortalidad infantil, sobre todo de enfermedades infecciosas. La vacunación tiene una función principal para reducir la morbilidad y mortalidad por estas enfermedades y se ha estimado que las vacunas tradicionales del Programa Ampliado de Vacunación, o PAI, lanzado en 1974, evitan 2,5 millones de muertes infantiles cada año, principalmente de sarampión, tosferina, tétanos y difteria. También previenen la morbilidad grave de millones de niños de todo el mundo por enfermedades devastadoras como la poliomielitis, la tuberculosis y la meningitis.
Pero la vacunación puede hacer más. Aumentar la cobertura con vacunas existentes, así como introducir y aumentar la aceptación de una cartera con nuevas vacunas disponibles en programas PAI de países de ingresos medios y bajos, podría salvar la vida de millones de niños más cada año.
Sin embargo, a pesar de los avances mundiales en el número de niños vacunados, el progreso en los países de ingresos medios y bajos es lento. Todavía no se ha alcanzado el objetivo óptimo y vacunar a los niños en estos países sigue siendo un reto. Por ejemplo, unos dos tercios de los 19 millones de niños de menos de un año que no han recibido la vacuna de difteria, tétanos y tosferina, o DPT3, viven en 10 países de ingresos medios y bajos. Se necesita evidencia científica para fundamentar las estrategias para llegar a las personas sin vacunar o parcialmente inmunizadas en estos y otros países de ingresos medios y bajos.
Para ayudar con ello se ha revisado la investigación sobre las estrategias que podrían potenciar el porcentaje de niños que reciben la vacuna DTP3/Penta 3 antes del año de edad y el porcentaje que recibe todas las vacunas recomendadas a los dos años de edad. También se observó el efecto en otros desenlaces, pero no hubo suficiente evidencia para la mayoría de ellos.
Se encontraron 41 estudios con algo más de 100 000 niños incluidos. Se llevaron a cabo en 4 países de ingresos medios-altos (China, Georgia, México y Guatemala), 11 países de ingresos medios-bajos (Costa de Marfil, Ghana, Honduras, India, Indonesia, Kenia, Nigeria, Nepal, Nicaragua, Pakistán y Zimbabue) y 3 países de ingresos bajos (Afganistán, Mali y Ruanda). Sin embargo, siguen necesitándose estudios nuevos y rigurosos con riesgo de sesgo bajo para reforzar la base de la evidencia.
Once intervenciones fueron intervenciones únicas o combinadas y se agruparon las intervenciones por su orientación al receptor, el profesional sanitario, el sistema de salud o la comunidad.
En resumen, se encontró evidencia de que las intervenciones dirigidas al receptor, como la educación en salud o los registros en el domicilio, podrían aumentar la vacunación de la DTP3. De las distintas intervenciones estudiadas dirigidas al sistema de salud, la evidencia indica que la integración de servicios de vacunación con otros servicios podría aumentar la vacunación de DTP3. Además, la concienciación sobre la vacunación, por sí sola o combinada con educación en salud o un incentivo no económico, probablemente mejora la vacunación completa de niños menores de 5 años. Se desconoce el efecto de la intervención en profesionales sanitarios (en concreto la supervisión de apoyo) sobre el aumento de la vacunación, pero la combinación de implicar a los líderes de la comunidad y formar a profesionales sanitarios, podría aumentar la vacunación de DTP3 y la de sarampión.

Si desea leer la revisión completa, está disponible de forma gratuita en la Biblioteca Cochrane buscando “cobertura de vacunación infantil”.