Podcast: ¿Cuáles son los efectos beneficiosos y perjudiciales de los distintos tratamientos para las picaduras de medusa?

El Grupo Cochrane de Dolor y cuidados paliativos ha producido más de 300 revisiones de temáticas muy variadas. Entre ellas se incluye una revisión del tratamiento de las picaduras de medusa, actualizada en junio de 2023.

Este podcast ha sido traducido y locutado por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.

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El Grupo Cochrane de Dolor y cuidados paliativos ha producido más de 300 revisiones de temáticas muy variadas. Entre ellas se incluye una revisión del tratamiento de las picaduras de medusa, actualizada en junio de 2023.

Este podcast ha sido traducido y locutado por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.

Las medusas se encuentran en los mares y océanos de todo el mundo, y puesto que la mayoría de las personas prefieren nadar en aguas templadas, aquí es donde más contactos con medusas se producen. Cualquier persona que haya sufrido la picadura de una medusa sabe cómo duele cuando las células urticantes especializadas de la medusa, llamadas cnidocitos, un veneno en la piel a través de una púa. Las picaduras de las diferentes especies producen distintos síntomas de intensidad variable. Los síntomas más leves incluyen dolor, enrojecimiento y picor en el lugar de la picadura. Sin embargo, la reacción a algunas especies de medusa puede ser más grave y en ocasiones causar el llamado síndrome Irukandji, que puede ser mortal.
Dado que las picaduras de medusa son tan frecuentes en todo el mundo, existen muchos remedios populares y mucho interés por la mejor manera de tratarlas y aquí se observan la evidencia disponible para intentar entender mejor los efectos beneficiosos y perjudiciales de los diferentes tratamientos.
Se encontraron 9 estudios con 574 participantes de Australia, Malasia y Estados Unidos. Cada estudio incluía una muestra pequeña de participantes y todos tenían problemas en relación con la metodología. Entre otros, que los participantes conocían el tipo de tratamiento que recibían y que un gran porcentaje de personas abandonaron el estudio antes de que finalizara. Esto limita la confianza en la evidencia, pero sigue siendo interesante que repasemos los estudios que se han llevado a cabo.
En primer lugar, se encontraron 4 estudios que compararon tratamientos fríos y calientes para el dolor. En 2 de ellos, las personas habían sufrido una picadura accidental de la medusa Physalia en Australia, mientras que los otros 2 estudios analizaron a personas con picadura de la medusa de caja hawaiana o la medusa avispa de mar en Australia y Hawaii, tratadas en la playa o en el hospital. El calor se aplicó en el lugar de la picadura con compresas calientes o agua caliente mediante duchas, baños, cubos o mangueras. El frío se aplicó con compresas frías o bolsas de hielo. Por desgracia, no es posible saber si aplicar frío o calor a la picadura de medusa reduce o detiene el dolor a la hora de aplicarlo, si reduce la necesidad de tratamiento o pasar a un tratamiento alternativo, si reduce las reacciones cutáneas en las primeras 24 horas ni si tiene efectos perjudiciales.
Cuatro estudios compararon tratamientos tópicos aplicados a la piel o alrededor de la picadura. En uno de ellos las personas recibieron tratamiento en la playa tras una picadura accidental de una medusa de caja hawaiana en Hawaii, pero, en los otros 3 estudios, las personas fueron voluntarios y la picadura se produjo en un laboratorio. Se analizó un amplio abanico de tratamientos: agua mineral, agua del mar, un producto comercial llamado Sting Aid, ablandador de carne Adolph's (con bromelina), alcohol isopropílico, amoníaco, agua calentada, ácido acético y bicarbonato sódico. De nuevo, la baja confianza en la evidencia no permite afirmar si alguno de estos tratamientos reduce o detiene el dolor a las 6 horas de tratamiento ni si causa efectos perjudiciales. De hecho, un participante sufrió una quemadura química tras la aplicación del amoníaco.
Finalmente, el noveno estudio incluyó a personas tratadas en el hospital tras una picadura accidental de medusa de caja que causa el síndrome Irukandji con sulfato de magnesio intravenosos o un placebo. Sin embargo, este estudio no midió el alivio del dolor de manera que pudiese incluirse en esta revisión y no midió ninguno de los demás desenlaces de interés de la misma.
En conclusión, no está claro si alguno de los tratamientos evaluados reduce o detiene el dolor ni si proporciona otros beneficios después de una picadura de las especies de medusa incluidas en esta revisión. Además, dado que los hallazgos solo son relevantes a las picaduras de este pequeño grupo de especies de medusas de Australia, Malasia y Hawaii, no deben utilizarse para tomar decisiones sobre las opciones terapéuticas de otro tipo de medusas.

Si desea saber más sobre estas especies de medusas y los tipos de tratamientos analizados, puede leer la revisión en la Biblioteca Cochrane buscando “medusa”.

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