Andrea: El grupo Cochrane de Problemas del desarrollo, psicosociales y de aprendizaje aborda un amplio abanico de temas relevantes para la salud mental, tanto para adultos como para niños en sus más de 140 revisiones Cochrane producidas hasta la fecha. En marzo de 2018, se sumó una nueva revisión de intervenciones cognitivo-conductuales para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad en adultos. Consultamos a uno de sus autores, Pablo López de la Fundación INECO y de la Universidad Favaloro de Buenos Aires (Argentina) para que nos cuente más sobre este tema.

Pablo: El trastorno por déficit de atención con hiperactividad, comúnmente llamado TDAH, es considerado un trastorno del desarrollo. Sus síntomas centrales son la inatención, la hiperactividad y la impulsividad. Las personas con TDAH también tienen dificultades en sus funciones ejecutivas, en la regulación emocional y en la motivación. En adultos, el TDAH afecta significativamente las relaciones interpersonales, el rendimiento en el estudio y el trabajo y está frecuentemente asociado a síntomas de ansiedad, depresión y abuso de sustancias.
Uno de los tratamientos que podría ser de utilidad para el TDAH es la terapia cognitivo-conductual, o TCC, la cual está organizada en sesiones breves, focalizadas y estructuradas. La mayoría de los programas cognitivo-conductuales para adultos con TDAH tienen una duración de entre 8 y 12 sesiones que pueden desarrollarse tanto en formato individual como grupal. El objetivo principal es modificar las conductas que refuerzan los efectos negativos del TDAH, enseñando a las personas a manejar los síntomas centrales, mejorar la adaptación emocional y la autoestima, y a reducir los otros problemas frecuentemente asociados con esta condición.
En relación con lo anterior, hicimos esta revisión para ver si la TCC puede reducir los síntomas del TDAH cuando se usa sola o en conjunto con farmacoterapia, y hemos encontrado evidencia de que tiene un efecto positivo. Hemos realizados tres comparaciones: en primer lugar, TCC versus intervenciones inespecíficas, no tratamiento o lista de espera; en segundo lugar, TCC más farmacoterapia versus farmacoterapia sola; y, finalmente, TCC versus otras intervenciones específicas que incluyen estrategias especialmente diseñadas para el TDAH.
En nuestra búsqueda hemos encontrado 14 estudios aleatorizados, que incluyeron 700 adultos con TDAH. Trece de esos estudios se realizaron en el hemisferio norte y uno en Australia. Ninguno se llevó a cabo en países con ingresos bajos y medio-bajos. Tampoco se han reportado eventos adversos severos.
En síntesis, nuestros resultados sugieren que, comparada con intervenciones específicas y no específicas, la TCC podría mejorar los síntomas centrales del TDAH; reduciendo la inatención, la hiperactividad y la impulsividad. También encontramos evidencia de que la TCC, cuando es combinada con farmacoterapia, mejora el funcionamiento global y reduce los síntomas de depresión y ansiedad, comparado con el uso de la farmacoterapia sola. Sin embargo, los resultados deben ser leídos con cautela. La calidad de la evidencia global es baja, con importantes limitaciones metodológicas que reducen la confiabilidad de los resultados de la mayoría de los estudios incluidos. En este sentido, mucho de los estudios presentaron muestras pequeñas y sus resultados fueron extraídos de diferentes instrumentos de medición, aumentando la posibilidad de sesgo de reporte selectivo de resultados.

Andrea: Gracias Pablo. Si desea conocer la evidencia actual en mayor profundidad, puede encontrar la revisión completa en la Biblioteca Cochrane punto com, buscando 'TCC para el TDAH'.