La depresión afecta a un gran número de personas en todo el mundo. En julio de 2020 se añadió a la colección especial de Cochrane sobre este tema una nueva revisión de los efectos de una terapia conocida como activación conductual, cuya autora principal es Eleonora Uphoff, del Grupo Cochrane de Trastornos mentales comunes en la Universidad de York en el Reino Unido.
Este podcast ha sido traducido por Victoria Leo y locutado por Montse León del Centro Cochrane Iberoamericano.
La depresión afecta a un gran número de personas en todo el mundo. En julio de 2020 se añadió a la colección especial de Cochrane sobre este tema una nueva revisión de los efectos de una terapia conocida como activación conductual, cuya autora principal es Eleonora Uphoff, del Grupo Cochrane de Trastornos mentales comunes en la Universidad de York en el Reino Unido.
Este podcast ha sido traducido por Victoria Leo y locutado por Montse León del Centro Cochrane Iberoamericano.
La activación conductual es uno de los tipos de terapia psicológica que podría usarse para tratar la depresión. Esta revisión tenía el objetivo de evaluar si es un tratamiento eficaz y aceptable para la depresión en adultos. Esta terapia se ha estudiado ampliamente en ensayos aleatorizados y se pudieron incluir 53 estudios de 14 países diferentes, que la habían probado con diferentes comparadores, incluidas otras terapias.
Como punto de partida, cuando se agruparon los resultados de más de 1500 pacientes en ensayos, se observó que la activación conductual puede ser más eficaz para la depresión que el tratamiento habitual. También parece ser más eficaz que la terapia humanista, pero no se encontraron diferencias en la efectividad entre la activación conductual y la terapia cognitivo-conductual, o TCC, que es un tratamiento que se utiliza con frecuencia para la depresión. Tampoco se observaron diferencias obvias cuando se comparó con la TCC de tercera generación, la terapia psicodinámica o la medicación, pero la evidencia fue menos clara en estas comparaciones.
La aceptabilidad de la activación conductual para los pacientes, medida por el número de participantes que abandonaron los estudios, fue similar entre la activación conductual y la mayoría de los otros tratamientos, pero podría ser menor que para el tratamiento habitual.
Esta revisión se puede utilizar para informar decisiones sobre recomendar o proporcionar activación conductual para el tratamiento de la depresión en adultos, pero se debe tener cautela a la hora de sacar conclusiones debido a la solidez de la evidencia. Junto con estos hallazgos, las personas con depresión pueden querer considerar factores distintos a la eficacia y aceptabilidad del tratamiento, como la probabilidad de que se den efectos secundarios, la disponibilidad de diferentes formatos de tratamiento y el compromiso de tiempo requerido. Las investigaciones futuras podrían contribuir a esto y también se necesitan ensayos de alta calidad realizados en diferentes países y entornos con diversos grupos de personas. Estos ayudarían a mostrar dónde y para quién puede la activación conductual ser un tratamiento eficaz y aceptable
Si desea leer más sobre la evidencia actual en la revisión y no perderse futuras actualizaciones, puede ir a la Biblioteca Cochrane punto com y buscar "activación conductual para la depresión".