¿Cuál es el tema?
¿El asesoramiento dietético o la administración de suplementos para aumentar la ingesta calórica y proteica en el embarazo mejoran los resultados de los lactantes y tiene algún efecto adverso? ¿Estas intervenciones repercuten de forma diferente en las mujeres embarazadas desnutridas y bien nutridas y en sus lactantes?
¿Por qué es importante?
Durante el embarazo, el feto que se desarrolla dentro de la matriz recibe toda su nutrición por parte de la madre. La ingesta dietética insuficiente durante el embarazo puede provocar desnutrición y resultados deficientes para el lactante. Por lo tanto, el asesoramiento a las mujeres sobre su dieta y la provisión de suplementos alimentarios durante el embarazo pueden ayudar al feto a crecer y a alimentarse.
¿Qué pruebas se encontraron?
Esta revisión incluye 17 ensayos controlados aleatorios con 9030 mujeres. La calidad de los ensayos incluidos es de baja a moderada. Se examinaron varios aspectos del asesoramiento dietético y la administración de suplementos y se obtuvieron los siguientes cuatro resultados principales.
(1) Proporcionar asesoramiento nutricional dio lugar a un aumento de la ingesta proteica de la madre, hubo menos neonatos que nacieron demasiado temprano (dos ensayos que incluyeron a 449 mujeres) y menos neonatos con bajo peso al nacer (un ensayo que incluyó a 300 mujeres). Un estudio con 389 mujeres mostró aumentos del perímetro cefálico al nacer en algunos neonatos (en un ensayo que incluyó a 389 mujeres). También hubo más neonatos con un peso al nacer mayor entre las mujeres con desnutrición (dos ensayos que incluyeron 320 mujeres).
(2) Proporcionar a las madres suplementos calóricos y proteicos equilibrados se asoció con menos fetos que murieron durante el trabajo de parto (cinco ensayos, 3408 mujeres), aumentos claros en el peso al nacer (11 ensayos, 5385 mujeres) y menos neonatos que fueron pequeños para la edad gestacional (siete ensayos, 4408 mujeres). Sin embargo, la repercusión sobre la salud a largo plazo del lactante fue incierta, incluidas las mujeres con desnutrición.
(3) La administración de suplementos con alto contenido proteico (un ensayo que incluyó a 1051 mujeres) no mostró efectos beneficiosos en las mujeres y la posibilidad de efectos perjudiciales para el neonato debido al aumento del número de neonatos pequeños para la edad gestacional al nacer.
(4) Las administraciones de suplementos proteicos isocalóricos (es decir suplementos equilibrados en los que la proteína reemplaza una cantidad igual de otros nutrientes, p.ej. grasa y carbohidrato): en el peso al nacer y el aumento de peso gestacional semanal, no mostraron efectos beneficiosos en las mujeres o los neonatos (dos ensayos que incluyeron a 184 mujeres).
¿Qué quiere decir esto?
La provisión de asesoramiento nutricional o de suplementos calóricos y proteicos equilibrados a las mujeres durante el embarazo puede ser beneficiosa. Sin embargo, no hay pruebas suficientes sobre los suplementos proteicos isocalóricos que actualmente no parecen ser útiles, y los suplementos con alto contenido de proteínas pueden ser nocivos.
Esta revisión aporta pruebas alentadoras de que la educación nutricional prenatal con la intención de aumentar la ingesta calórica y proteica en la población obstétrica en general, parece ser eficaz para reducir el riesgo de parto prematuro, el bajo peso al nacer, aumentar el perímetro cefálico al nacer, aumentar el peso al nacer entre las mujeres con desnutrición y aumentar la ingesta proteica. No hubo pruebas de efectos beneficiosos o adversos en otros resultados informados.
La administración equilibrada de suplementos calóricos y proteicos parece mejorar el crecimiento fetal y puede reducir el riesgo de mortinato y de neonatos pequeños para la edad gestacional. La administración de suplementos con alto contenido proteico no parece ser beneficiosa y puede ser perjudicial para el feto. La administración equilibrada de suplementos proteicos solamente no tuvo ningún efecto significativo sobre los resultados perinatales.
Los resultados de esta revisión deben interpretarse con cautela. El riesgo de sesgo fue incierto o alto para al menos una categoría examinada en varios de los ensayos incluidos, y la calidad de las pruebas fue baja para varios resultados importantes. Además, como las características antropométricas de la población obstétrica en general han cambiado, las intervenciones en desarrollo dirigidas a alterar la ingesta calórica y proteica deben asegurar que solamente se incluyan mujeres con probabilidad de beneficiarse. Se necesitan ensayos aleatorios amplios y bien diseñados para evaluar los efectos del aumento de la ingesta calórica y proteica durante el embarazo en las mujeres cuya ingesta está por debajo de los niveles recomendados.
El aumento de peso gestacional se asocia positivamente con el crecimiento fetal, y los estudios observacionales de la administración de suplementos alimentarios durante el embarazo han informado un incremento en el aumento de peso gestacional y el crecimiento fetal.
Evaluar los efectos de la educación durante el embarazo para aumentar la ingesta calórica y proteica, o de la administración real de suplementos calóricos y proteicos, sobre la ingesta calórica y proteica, y el efecto en los resultados de salud maternos y del lactante.
Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (31 enero 2015), en las listas de referencias de los estudios recuperados y se contactó con investigadores del tema.
Ensayos controlados aleatorios de educación dietética para aumentar la ingesta calórica y proteica, o de administración real de suplementos calóricos y proteicos, durante el embarazo.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, valoraron los ensayos para su inclusión y evaluaron el riesgo de sesgo. Dos autores de la revisión, de forma independiente, extrajeron los datos y verificaron su exactitud. Se complementaron los datos extraídos con información adicional de los autores de los ensayos con los que se contactó.
Se examinaron 149 informes correspondientes a 65 ensayos. De estos ensayos, se incluyeron 17, se excluyeron 46, y dos están en curso. En total, se incluyeron 17 ensayos que involucraron a 9030 mujeres. Para esta actualización, se evaluó la calidad metodológica de los ensayos incluidos mediante los criterios estándar Cochrane (riesgo de sesgo) y el enfoque GRADE. El riesgo general de sesgo fue incierto.
Educación nutricional (cinco ensayos, 1090 mujeres)
Las mujeres que recibieron educación nutricional tuvieron un riesgo relativo menor de tener un parto prematuro (dos ensayos, 449 mujeres) (cociente de riesgos [CR] 0,46; IC del 95%: 0,21 a 0,98; pruebas de calidad baja) y bajo peso al nacer (un ensayo, 300 mujeres) (CR 0,04; IC del 95%: 0,01 a 0,14). El perímetro cefálico al nacer aumentó en un ensayo (389 mujeres) (diferencia de medias [DM] 0,99 cm; IC del 95%: 0,43 a 1,55), mientras que el peso al nacer aumentó significativamente entre las mujeres con desnutrición en dos ensayos (320 mujeres) (DM 489,76 g; IC del 95%: 427,93 a 551,59; pruebas de calidad baja), pero no aumentó significativamente en las mujeres con nutrición adecuada (DM 15,00; IC del 95%: -76,30 a 106,30; un ensayo, 406 mujeres). La ingesta proteica aumentó significativamente (tres ensayos, 632 mujeres) (ingesta proteica: DM +6,99 g/día, IC del 95%: 3,02 a 10,97). No se observaron diferencias significativas en otros resultados como muerte neonatal (CR 1,28; IC del 95%: 0,35 a 4,72; un ensayo, 448 mujeres, pruebas de calidad baja), mortinato (CR 0,37; IC del 95%: 0,07 a 1,90; un ensayo, 431 mujeres, pruebas de calidad baja), neonatos pequeños para la edad gestacional (CR 0,97; IC del 95%: 0,45 a 2,11; un ensayo, 404 mujeres, pruebas de calidad baja) y aumento de peso gestacional total (DM -0,41; IC del 95%: -4,41 a 3,59; dos ensayos, 233 mujeres). No hubo datos sobre la muerte perinatal.
Administración equilibrada de suplementos calóricos y proteicos (12 ensayos, 6705 mujeres)
El riesgo de mortinato se redujo significativamente en las mujeres que recibieron administración equilibrada de suplementos calóricos y proteicos (CR 0,60; IC del 95%: 0,39 a 0,94; cinco ensayos, 3408 mujeres, pruebas de calidad moderada), y el peso medio al nacer aumentó significativamente (DM de efectos aleatorios +40,96 g; IC del 95%: 4,66 a 77,26; Tau² = 1744; I² = 44%, 11 ensayos, 5385 mujeres, pruebas de calidad moderada). También hubo una reducción significativa en el riesgo de neonatos pequeños para la edad gestacional (CR 0,79; IC del 95%: 0,69 a 0,90; I² = 16%, siete ensayos, 4408 mujeres, pruebas de calidad moderada). No se detectaron efectos significativos en el parto prematuro (CR 0,96; IC del 95%: 0,80 a 1,16; cinco ensayos, 3384 mujeres, pruebas de calidad moderada) o la muerte neonatal (CR 0,68; IC del 95%: 0,43 a 1,07; cinco ensayos, 3381 mujeres, pruebas de calidad baja). El aumento de peso gestacional semanal no aumentó significativamente (DM 18,63; IC del 95%: -1,81 a 39,07; nueve ensayos, 2391 mujeres, pruebas de calidad muy baja). No hubo datos que informaran sobre la muerte perinatal y el bajo peso al nacer.
Administración de suplementos con alto contenido de proteínas (un ensayo, 1051 mujeres)
La administración de suplementos con alto contenido proteico (un ensayo, 505 mujeres) se asoció con un aumento significativo del riesgo de neonatos pequeños para la edad gestacional (CR 1,58; IC del 95%: 1,03 a 2,41; pruebas de calidad moderada). No hubo efectos significativos en el mortinato (CR 0,81; IC del 95%: 0,31 a 2,15; un ensayo, 529 mujeres), la muerte neonatal (CR 2,78; IC del 95%: 0,75 a 10,36; un ensayo, 529 mujeres), el parto prematuro (CR 1,14; IC del 95%: 0,83 a 1,56; un ensayo, 505 mujeres), el peso al nacer (DM -73,00; IC del 95%: -171,26 a 25,26; un ensayo, 504 mujeres) y el aumento de peso gestacional semanal (DM 4,50; IC del 95%: -33,55 a 42,55; un ensayo, 486 mujeres, pruebas de calidad baja). No hubo datos sobre la muerte perinatal.
Administración de suplementos proteicos isocalóricos (dos ensayos, 184 mujeres)
La administración de suplementos proteicos isocalóricos (dos ensayos, 184 mujeres) no tuvo efectos significativos sobre el peso al nacer (DM 108,25; IC del 95%: -220,89 a 437,40) y el aumento de peso gestacional semanal (DM 110,45; IC del 95%: -82,87 a 303,76; pruebas de calidad muy baja). No hubo datos que informaran sobre la mortalidad perinatal, el mortinato, la muerte neonatal, los neonatos pequeños para la edad gestacional y el parto prematuro.