Los betabloqueantes son un grupo de fármacos que se han utilizado como complemento de los fármacos antipsicóticos "estándar" para tratar a los pacientes con esquizofrenia. En la actualidad, hay muy poca evidencia convincente que apoye esta práctica.
La evidencia existente es limitada y está anticuada. Cualquier posible efecto beneficioso del tratamiento adyuvante con betabloqueantes es ocultado por el informe deficiente de los estudios. No se dispone de datos importantes sobre la calidad de vida, la satisfacción, los días con salud y el coste. Al considerar el número de pacientes con síntomas que sólo responden parcialmente a la medicación antipsicótica, se podría justificar la realización de ensayos bien realizados e informados en esta área.
Muchos pacientes con esquizofrenia o con una enfermedad mental grave similar no logran una respuesta satisfactoria al tratamiento farmacológico antipsicótico habitual. En estos casos, se utilizan varios medicamentos complementarios, entre ellos los antagonistas de los receptores betaadrenérgicos (betabloqueantes).
Evaluar los efectos clínicos de los betabloqueantes como complemento de la medicación antipsicótica en la esquizofrenia o trastornos mentales graves similares.
Se realizaron búsquedas en el Registro de Ensayos del Grupo Cochrane de Esquizofrenia (octubre de 2009) y se revisaron las referencias de todos los estudios identificados para obtener otras citas de ensayos. En algunos casos, se estableció contactó con los autores de los ensayos para obtener información adicional.
Todos los ensayos controlados aleatorizados que compararon los betabloqueantes con placebo como complemento de la medicación antipsicótica convencional en pacientes con esquizofrenia.
Al menos dos autores de la revisión extrajeron los datos de forma independiente. Para los datos dicotómicos, se calcularon los riesgos relativos (RR) y sus intervalos de confianza (IC) del 95% sobre la base de un análisis por intención de tratar (intention-to-treat analysis), según el modelo de efectos fijos. Cuando se incluyeron datos continuos, se analizaron mediante la diferencia de medias ponderada (DMP), según el modelo de efectos aleatorios, con un intervalo de confianza del 95%.
En esta actualización de 2010 se identificaron cuatro ensayos adicionales, por lo que el número de estudios incluidos fue nueve (n total = 282, ocho ensayos fueron a corto plazo, de duración inferior o igual a 12 semanas). La información proporcionada por los datos generalmente fue deficiente, lo que dio lugar a que se perdiera mucha información en esta revisión. No fue posible incluir datos sobre el estado mental. Los datos se informaron en gráficos sin varianzas. La adición de betabloqueantes al tratamiento antipsicótico parece generalmente aceptable (n = 274, ocho ECA, RR de abandono temprano del estudio a las 12 semanas 1,62; IC: 0,92 a 2,83). No se encontraron diferencias en las tasa de recaída entre los dos grupos de tratamiento (n = 68; dos ECA; RR a las 12 semanas 3,12; IC: 0,34 a 28,36). Hubo pocos eventos adversos generales informados (n = 48, un ECA, RR a las 12 semanas 5,42; IC: 0,27 a 107,20). El efecto adverso específico más frecuente fue la hipotensión o síntomas que probablemente se relacionan con la hipotensión (n = 274; ocho ECA; RR a las 12 semanas 1,63; IC: 0,70 a 3,84).
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