La mayoría de pacientes con problemas de salud mental son tratados por su médico de familia o médico generalista. Los médicos tratan estos problemas, a menudo, sin derivación a especialistas en salud mental y, a veces, la atención no es coherente y podría mejorarse.
Esta revisión investigó si el trabajo de profesionales de la salud mental in situ en forma conjunta con médicos en sus consultorios cambiaría la atención que prestan los médicos. Se revisaron cuarenta y dos estudios en los cuales los profesionales de la salud mental in situ, como asesores o psiquiatras, trabajaron junto con médicos para el tratamiento de los pacientes. La revisión encontró que cuando había trabajadores de salud mental en el lugar, los pacientes podían reducir el número de visitas a sus médicos; los médicos podían reducir la frecuencia con que remitían a los pacientes a especialistas en salud mental fuera del lugar; los médicos podían reducir el número de fármacos que prescribían a los pacientes que consultaban a los trabajadores de salud mental; y los costos relacionados con esos fármacos podían ser menores. Sin embargo, estas reducciones fueron pequeñas y no se encontraron en todos los estudios.
Además, la revisión halló que puede haber poca o ninguna diferencia en cómo los médicos prescriben los fármacos o derivan a los pacientes que presentan problemas de salud mental, pero que no son atendidos por profesionales de la salud mental in situ. No se conoce el efecto de los profesionales de la salud mental in situ sobre el desempeño de los médicos para reconocer y diagnosticar problemas de salud mental.
Esta revisión aporta alguna evidencia que muestra que la terapia psicológica e intervenciones psicosociales brindadas por un PSM en la atención primaria causan una reducción significativa en el desempeño de los PAP como consultas, prescripción y derivaciones a la atención de especialistas. Sin embargo, los cambios son moderados en su magnitud, incoherentes, no se generalizan a una mayor población de pacientes y su importancia clínica o económica no está clara.
Los problemas de salud mental son frecuentes en la atención primaria y los profesionales de la salud mental (PSM) están trabajando cada vez más en este contexto mediante la utilización de terapia psicológica e intervenciones psicosociales. Además de tratar a los pacientes directamente, la introducción de los PSM in situ representa un cambio institucional que puede producir modificaciones en el desempeño clínico de los profesionales de atención primaria (PAP).
Evaluar los efectos de la terapia psicológica e intervenciones psicosociales por PSM in situ en la asistencia primaria sobre el desempeño clínico de los profesionales de la atención primaria (PAP).
En 1998 se realizaron búsquedas en las siguientes fuentes: el registro especializado del Grupo Cochrane para una Práctica y Organización Sanitaria Efectivas (Cochrane Effective Practice and Organisation of Care Group), el Registro Cochrane de Ensayos Controlados (Cochrane Controlled Trials Register), MEDLINE, EMBASE, PsycINFO, CounselLit, NPCRDC skill-mix in primary care bibliography, y en las listas de referencias de los artículos. Se hicieron búsquedas adicionales en febrero 2007, utilizando las siguientes fuentes: MEDLINE, EMBASE, PsycINFO, CINAHL y el Registro Cochrane Central de Ensayos Clínicos Controlados (Cochrane Central Register of Clinical Trials, CENTRAL) (The Cochrane Library).
Ensayos aleatorizados, estudios controlados tipo antes y después (before and after studies) y análisis de series de tiempo interrumpido de los PSM trabajando en conjunto con los PAP en contextos de atención primaria. Los resultados incluyeron medidas objetivas del desempeño de los PAP como las tasas de consulta, prescripción y derivación.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, extrajeron los datos y evaluaron la calidad de los estudios.
Se incluyeron 42 estudios en la revisión. Se encontró evidencia que mostró que los PSM causaron reducciones significativas en las consultas a los PAP (diferencia de medias estandarizada -0,17; IC del 95%: -0,30 a -0,05), prescripción psicotrópica (riesgo relativo 0,67; IC del 95%: 0,56 a 0,79), costes de prescripción (diferencia de medias estandarizada -0,22; IC del 95%: -0,38 a -0,07) y tasas de derivación a salud mental (riesgo relativo 0,13; IC del 95%: 0,09 a 0,20) para los pacientes que estaban siendo atendidos. En los estudios controlados tipo antes y después la incorporación de PSM en la práctica no afectó la conducta de prescripción en una amplia población de práctica. No hubo modelos coherentes para la repercusión sobre las derivaciones en una población de pacientes mayor.
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