¿Pueden las campañas de medios masivos de comunicación(televisión, radio, diarios, vallas publicitaria, panfletos) disuadir a los jóvenes de empezar a fumar?

Antecedentes

Fumar es una epidemia moderna y evitar que los jóvenes empiecen a fumar sigue siendo una prioridad sanitaria clave, ya que la experimentación con el tabaco comienza a una edad temprana. Un posible método para conseguir esta meta es a través de los medios de comunicación de masas, que tienen el potencial de alcanzar y modificar el conocimiento, las actitudes y el comportamiento de una gran parte de la población.

Pregunta de la revisión

¿Pueden las campañas en los medios de comunicación impedir que los jóvenes comiencen a fumar?

Características de los estudios

Se encontraron ocho estudios de 1326 publicaciones, ,que incluían a 52 746 participantes. Uno de estos estudios es nuevo en esta versión actualizada de la revisión. La búsqueda más reciente se realizó en junio de 2016. Todos los estudios estuvieron dirigidos a los jóvenes menores de 25 años. Siete estudios se realizaron en EE. UU. y uno en Noruega. El método de medio de comunicación (por ejemplo, la televisión) y ciertas características de los participantes (por ejemplo, la edad), así como la duración del seguimiento, difirieron entre los estudios.

Resultados clave

Tres de ocho estudios encontraron que la intervención fue efectiva para prevenir el tabaquismo en los jóvenes. Los cinco estudios restantes no detectaron ningún efecto. Aunque hubo cierta superposición de características entre los programas eficaces e ineficaces, las campañas eficaces tendieron a durar más tiempo (un mínimo de tres años) y fueron más intensas (más tiempo de contacto) tanto para las clases en las escuelas (un mínimo de ocho lecciones por curso) como para los anuncios en los medios de comunicación (un mínimo de cuatro semanas de duración a través de múltiples canales de medios de comunicación, con entre 167 y 350 anuncios en televisión y radio). La aplicación de componentes escolares combinados (por ejemplo, carteles escolares) y el uso de mensajes repetitivos en los medios de comunicación transmitidos por múltiples canales (por ejemplo, periódicos, radio, televisión) parecieron contribuir al éxito de las campañas.

Calidad de las pruebas

La calidad de los estudios en esta revisión es limitada, debido a los problemas en el informe de los resultados y los problemas con el diseño de los estudios. Los estudios variaron en su diseño, las intervenciones que analizaron y en las personas que participaron. Los estudios hallaron resultados contradictorios. En particular, ninguno de los estudios informó cegamiento de los grupos y hubo preocupaciones acerca de cómo se asignaron los estudios a la intervención o al control. Por lo tanto, no sería prudente ofrecer conclusiones firmes basadas en las pruebas de esta revisión. La inclusión de sólo dos estudios de los últimos 10 años es preocupante, especialmente si se tiene en cuenta el creciente uso de las redes sociales entre los jóvenes. Se necesitan más estudios de alta calidad.

Conclusiones de los autores: 

La certeza acerca de los efectos de las campañas en los medios masivos de comunicación sobre el hábito de fumar en los jóvenes es muy baja, debido a la inconsistencia entre los estudios tanto en el diseño como en los resultados, y debido a problemas metodológicos en los estudios incluidos. Por lo tanto, no sería prudente ofrecer conclusiones firmes basadas en las pruebas de esta revisión. Se necesitan estudios metodológicamente rigurosos que investiguen el efecto de las redes sociales y las nuevas formas de tecnología como parte de las campañas de prevención del tabaco para los jóvenes.

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Antecedentes: 

Las intervenciones de los medios de comunicación de masas pueden utilizarse como una forma de transmitir mensajes de salud preventivos. Tienen el potencial de alcanzar y modificar el conocimiento, las actitudes y el comportamiento de una gran parte de la comunidad.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de las intervenciones de los medios masivos de comunicación sobre la prevención del tabaquismo en los jóvenes y si pueden reducir la aceptación del hábito de fumar entre los jóvenes (menores de 25 años), mejorar las actitudes, las intenciones y el conocimiento sobre el tabaquismo, mejorar la autoeficacia/autoestima y mejorar las percepciones sobre el tabaquismo, incluida la elección de seguir modelos de conducta positivos.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el Registro Especializado de Ensayos Controlados del Grupo Cochrane de Adicción al Tabaco (Cochrane Tobacco Addiction Group), con búsquedas adicionales en MEDLINE y Embase en junio de 2016. Ésta es una actualización de una revisión publicada por primera vez en 1998.

Criterios de selección: 

Ensayos aleatorios, ensayos controlados no aleatorios y los estudios de series de tiempo interrumpido que evaluaron el efecto de las campañas de medios de comunicación de masas (definidos como canales de comunicación como la televisión, la radio, los periódicos, las redes sociales, las vallas publicitarias, los carteles, los panfletos o los folletos, concebidos para llegar a un gran número de personas y que no dependen del contacto entre personas) para influir la conducta con respecto al hábito de fumar (objetiva o autoinformada) de jóvenes menores de 25 años. Se definió la conducta con respecto al hábito de fumar como la presencia o ausencia de tabaquismo u otro consumo de tabaco, o ambos, y la frecuencia del consumo de tabaco. Los comparadores aptos fueron ninguna intervención o la educación.

Obtención y análisis de los datos: 

La información en relación con las características y el contenido de las intervenciones en los medios, los participantes, los resultados, los métodos del estudio y el riesgo de sesgo fue extraída por un dos autores de la revisión de manera independiente. Se combinaron estudios con una síntesis narrativa cualitativa. Se evaluaron los riesgos de sesgo para cada estudio con la herramienta de Cochrane de riesgo de sesgo junto con otros dominios para considerar la naturaleza de la intervención. Se evaluó la calidad de la evidencia que contribuyó a los resultados usando GRADE.

Resultados principales: 

Se identificaron ocho estudios elegibles que informaron sobre las campañas de tabaquismo en los medios de comunicación masivos, uno de los cuales es nuevo para esta actualización. Siete de los estudios utilizaron un diseño de ensayo controlado y uno un análisis de series de tiempo interrumpido. Tres estudios (n = 17 385), uno de los cuales comparó una intervención en los medios masivos de comunicación con ninguna intervención y dos de los cuales evaluaron las intervenciones en los medios masivos de comunicación como complementos de las intervenciones en las escuelas, encontraron que las intervenciones en los medios masivos de comunicación redujeron el hábito de fumar de los jóvenes. Los cinco ensayos restantes (n = 72 740) no detectaron un efecto significativo en la conducta fumadora. Estos incluyeron tres estudios que compararon una intervención en los medios masivos de comunicación con ninguna intervención, un estudio que evaluó una intervención en los medios masivos de comunicación como complemento de una intervención en la escuela, y un estudio de series de tiempo interrumpido de una intervención en las redes sociales. Las tres campañas que encontraron un efecto significativo describieron su base teórica, utilizaron investigación formativa para diseñar los mensajes de la campaña y utilizaron la difusión de mensajes de intensidad razonable durante períodos de tiempo extensos. Sin embargo, algunas de las campañas que no detectaron un efecto también mostraron estas características. Las campañas eficaces tendieron a durar más tiempo (un mínimo de tres años) y fueron más intensas (más tiempo de contacto) tanto para las clases en las escuelas (un mínimo de ocho lecciones por curso) como para los anuncios en los medios de comunicación (un mínimo de cuatro semanas de duración a través de múltiples canales de medios de comunicación, con entre 167 y 350 anuncios en televisión y radio). La aplicación de componentes escolares combinados (por ejemplo, carteles escolares) y el uso de mensajes repetitivos en los medios de comunicación transmitidos por múltiples canales (por ejemplo, periódicos, radio, televisión) parecieron contribuir al éxito de las campañas.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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