La mecamilamina es un fármaco comercializado originalmente para reducir la presión arterial, que se observó que bloqueaba los efecto de recompensa de la nicotina. Sin embargo, cuando se utilizan dosis suficientemente grandes para lograr este efecto, puede acarrear efectos adversos significativos como somnolencia, hipotensión y estreñimiento. Se ha sugerido que dosis más pequeñas pueden funcionar bien con la terapia de sustitución de nicotina (TSN) y que ambas terapias pueden contrarrestar los efectos adversos de la otra. La revisión de los ensayos encontró que aunque la mecamilamina no tiene un efecto grande sobre las tasas de abandono del hábito de fumar, puede mejorar la efectividad de la TSN, por lo cual merece estudios adicionales.
Los datos provenientes de dos estudios con pequeño número de casos sugieren que la combinación de nicotina y mecamilamina puede ser superior a la nicotina sola para promover el abandono del hábito de fumar. Sin embargo, estos resultados requieren confirmación por estudios con mayor número de casos antes de que el tratamiento pueda recomendarse clínicamente.
La mecamilamina es un antagonista de la nicotina (es decir, bloquea el efecto de la nicotina). La base racional para su uso en el abandono del hábito de fumar es que puede bloquear el efecto placentero de la nicotina y reduce de esa forma el impulso de fumar.
El objetivo de esta revisión fue determinar la efectividad de la mecamilamina para promover el abandono del hábito de fumar, ya sea sola o en combinación con terapia de sustitución de la nicotina.
Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Adicción al Tabaco (Cochrane Tobacco Addiction Group) para encontrar ensayos de con mecamilamina en octubre de 2010.
Ensayos con asignación al azar de mecamilamina, sola o en combinación con terapia de sustitución de la nicotina que informaran de tasas de abandono del hábito de fumar por lo menos después de seis meses de la intervención.
La medida de resultado principal fue la abstinencia de fumar sostenida (bioquímicamente convalidada) después de por lo menos seis de seguimiento en pacientes que fumaban al comenzar el ensayo. Los fumadores perdidos en el seguimiento fueron considerados como que continuaban fumando. Debido a la naturaleza preliminar de los datos disponibles, no realizamos metanálisis, sino que informamos de los resultados narrativamente.
Identificamos dos estudios, ambos de los mismos investigadores. En un estudio de 48 voluntarios, una combinación de mecamilamina más parches de nicotina fue más eficaz que el parche de nicotina solo (tasa de abstinencia a un año 37,5% versus 4,2%). En un segundo estudio, se trataron 80 voluntarios durante cuatro semanas previas al abandono con uno de cuatro tratamientos: 1. Parche de nicotina más cápsulas de mecamilamina 2. Nicotina sola 3. Mecamilamina sola 4. Ninguna sustancia activa. Los cuatro grupos recibieron tratamiento combinado con nicotina y mecamilamina después de la fecha estipulada para dejar de fumar. La tasa de abstinencia en estos cuatro grupos fue respectivamente 40%, 20%, 15% y 15%. La tasa de abstinencia más alta en el grupo tratado con la terapia de combinación no fue estadísticamente significativa. Los autores informan de un beneficio estadísticamente significativo de la mecamilamina usando un análisis de supervivencia de Kaplan-Meier.
En las dosis usadas, la mecamilamina se toleró bien, aunque hasta el 40% de los sujetos requirieron reducciones de la dosis, normalmente debido a estreñimiento.
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