La incontinencia fecal (la incapacidad para controlar la liberación de heces) puede ser debilitante y es una causa frecuente de ingreso de personas de edad avanzada a una residencia geriátrica. Puede presentarse por varias razones, incluidas malformaciones del recto (parte inferior del intestino) o el ano, enfermedades neurológicas (nerviosas) o daño durante el parto o la cirugía. Los tratamientos incluyen entrenamiento del suelo pélvico, estimulación eléctrica, fármacos y cirugía. La cirugía se usa en grupos seleccionados de personas, en particular (pero no exclusivamente), cuando los defectos en los músculos que rodean el canal anal pueden corregirse de forma mecánica. La revisión halló que todavía no hay suficiente evidencia para decidir si un tipo de intervención quirúrgica fue mejor o peor que otra o mejor que otros tipos de tratamiento para la incontinencia fecal. Sin embargo, el uso general de muchas de las técnicas originalmente revisadas en la actualidad no es frecuente.
La revisión es sorprendente por la falta de ensayos controlados aleatorizados de alta calidad sobre la cirugía para la incontinencia fecal que se han realizado en los últimos 10 años. Los ensayos que se han realizado se han centrado en la neuromodulación del sacro y en los agentes de carga inyectables, ambos informados en revisiones separadas. El número reducido y continuo de ensayos pertinentes identificados, junto con el pequeño tamaño de las muestras y otras deficiencias metodológicas, limitan la utilidad de esta revisión para orientar la práctica. No fue posible identificar o rechazar las diferencias clínicamente importantes entre los procedimientos quirúrgicos alternativos. Aún se necesitan ensayos rigurosos de mayor tamaño. Sin embargo, debe reconocerse que el régimen de tratamiento óptimo puede ser una combinación compleja de varios tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos.
La incontinencia fecal es un cuadro debilitante, con importantes implicaciones médicas, sociales y económicas. Las opciones de tratamiento incluyen intervenciones no quirúrgicas conservadoras (por ejemplo, entrenamiento muscular del piso pélvico, biorretroalimentación, fármacos) y procedimientos quirúrgicos. Un procedimiento quirúrgico puede dirigirse a corregir un defecto mecánico evidente o a aumentar un complejo esfinteriano funcionalmente deficiente pero estructuralmente intacto.
Evaluar los efectos de las técnicas quirúrgicas para el tratamiento de la incontinencia fecal en adultos sin prolapso rectal. El objetivo fue, en primer lugar, comparar el tratamiento quirúrgico con el tratamiento no quirúrgico y, en segundo lugar, comparar las diferentes técnicas quirúrgicas.
Se realizaron búsquedas electrónicas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Incontinencia (Cochrane Incontinence Group) (búsqueda del 6 de marzo de 2013), el registro especializado del Grupo Cochrane de Cáncer Colorrectal (Cochrane Colorectal Cancer Group) (búsqueda del 6 de marzo de 2013), CENTRAL (2013, número 1) y EMBASE (del 1 de enero de 1998 al 6 de marzo de 2013). Se hicieron búsquedas manuales específicas en The British Journal of Surgery (1 enero 1995 hasta 6 junio 2013) Colorectal Diseases (1 enero 2000 hasta 6 junio 2013) y en Diseases of the Colon and Rectum (1 enero 1995 hasta 6 junio 2013). Se examinaron las actas de las reuniones anuales de la Association of Coloproctology of Great Britain and Ireland celebradas de 1999 a 2012. Se realizaron búsquedas en las listas de referencias de artículos relevantes para obtener ensayos adicionales.
Ensayos aleatorizados o cuasialeatorizados de cirugía para el tratamiento de la incontinencia fecal en adultos (sin la inclusión de cirugía para el prolapso rectal).
Tres autores de la revisión seleccionaron los estudios de forma independiente a partir de la bibliografía, evaluaron la calidad metodológica de los ensayos elegibles y extrajeron los datos. Las tres medidas de resultado primarias fueron el cambio o el deterioro de la incontinencia, el hecho de no lograr la continencia completa y la presencia de urgencia fecal.
Se incluyeron nueve ensayos con un tamaño total de muestra de 264 participantes. Dos ensayos incluyeron un grupo que recibió tratamiento no quirúrgico. Un ensayo comparó la levatorplastia con la electroestimulación del tapón anal y otro comparó un esfínter intestinal artificial con el mejor tratamiento de apoyo. Después de la inserción del esfínter intestinal artificial, se observaron mejorías significativas en al menos un resultado primario, aunque con cifras bajas. El otro ensayo no mostró ninguna diferencia en las medidas de resultado primarias.
Siete ensayos compararon diferentes intervenciones quirúrgicas. Éstas incluyeron levatorplastia anterior versus reparación postanal, levatorplastia anterior versus reparación total del suelo pélvico, reparación total del suelo pélvico versus reparación postanal, reparación del esfínter de extremo a extremo versus superpuesta, reparación superpuesta con o sin un estoma defectuoso o con o sin biorretroalimentación, y reparación total del suelo pélvico versus reparación más plicatura del esfínter interno y formación de un neoesfínter versus reparación total del suelo pélvico. La estimulación del nervio sacro y los inyectables se consideran en revisiones Cochrane separadas. Sólo una comparación se incluyó en más de un ensayo (reparación total del suelo pélvico versus reparación postanal: 44 participantes) y ningún ensayo mostró diferencias en las medidas de resultado primarias.
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