La aterosclerosis puede causar el estrechamiento y endurecimiento del principal vaso sanguíneo que abastece a los riñones (estenosis de la arteria renal), lo que provoca una presión sanguínea elevada. Incluso con el uso de fármacos que reducen la presión arterial (antihipertensivos) el estrechamiento de la arteria renal aterosclerótica tiende a progresar. La falta de irrigación sanguínea provoca falta de oxígeno (isquemia renal) y pérdida de la función renal, lo que causa insuficiencia renal. En la actualidad, los posibles tratamientos son el tratamiento médico con fármacos para reducir la presión sanguínea, la angioplastia con balón con la inserción de un stent (inserción de un tubo parecido a un balón que se infla para abrir la arteria seguido de la inserción de un tubo metálico que permanece en su lugar para tratar de mantener la arteria abierta), y la cirugía para reconstruir la arteria. Los autores de la revisión identificaron ocho ensayos controlados en los que se asignó al azar a un total de 2222 adultos para someterse a una angioplastia con balón o a un tratamiento farmacológico solamente. Se consideró que la calidad general de la evidencia fue moderada porque la calidad metodológica de los estudios varió significativamente y dos de ellos no proporcionaron datos suficientes para poder evaluar el riesgo de sesgo. En general, los datos no fueron suficientes para demostrar que un tratamiento era mejor que el otro para evitar la pérdida de la función renal o la reestenosis de la arteria renal. Los pacientes tratados con angioplastia con balón pueden necesitar menos fármacos antihipertensivos o dosis más bajas y presentar una ligera mejoría en la presión arterial diastólica pero no en la sistólica. La angioplastia con balón parece ser segura y hubo un número similar de eventos adversos renales y cardiovasculares en los participantes tratados con cualquiera de los dos métodos. Se informó de un pequeño número de complicaciones del procedimiento de angioplastia con balón (colección de sangre fuera del vaso sanguíneo en el lugar de inserción del catéter [6,5%], dilatación de la arteria inguinal [0,7%], perforación o desgarro de la arteria renal o el riñón [2,5%], así como muertes poco antes, durante o después del procedimiento [0,4%]). No se informaron efectos secundarios del tratamiento médico.
Los datos disponibles no son suficientes para concluir que la revascularización en forma de angioplastia con balón, con o sin stent, es superior al tratamiento médico para el tratamiento de la estenosis de la arteria renal aterosclerótica en pacientes con hipertensión. Sin embargo, la angioplastia con balón da lugar a una pequeña mejoría de la presión arterial diastólica y a una pequeña reducción de las necesidades de fármacos antihipertensivos. La angioplastia con balón parece segura y da lugar a un número similar de eventos adversos cardiovasculares y renales que el tratamiento médico.
La estenosis de la arteria renal aterosclerótica es la causa más frecuente de hipertensión secundaria. La angioplastia con balón y stent es muy utilizada para el tratamiento de los pacientes con hipertensión y estenosis de la arteria renal, pero la eficacia de este procedimiento para tratar la hipertensión, mejorar la función renal y evitar eventos cardiovasculares y renales adversos todavía no está clara. Se trata de una actualización de una revisión publicada por primera vez en 2003, que incluye los resultados de importantes y recientes ensayos con una duración prolongada.
Comparar la eficacia de la angioplastia con balón (con y sin stent) con el tratamiento médico para el tratamiento de la estenosis de la arteria renal aterosclerótica en pacientes con hipertensión. Se compararon los siguientes resultados: control de la presión sanguínea, función renal, frecuencia de eventos adversos cardiovasculares y renales, presencia o ausencia de reestenosis de la arteria renal, efectos secundarios del tratamiento médico, número y dosis diarias definidas de fármacos antihipertensivos.
Para esta actualización, el Coordinador de Búsqueda de Ensayos del Grupo Cochrane de Enfermedades Vasculares Periféricas (Cochrane Peripheral Vascular Diseases Group) realizó búsquedas en el Registro Especializado (última búsqueda en mayo de 2014) y en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) (2014, número 4). También se revisaron las bibliografías y se estableció contacto con los autores de los ensayos para obtener más información.
Ensayos controlados aleatorizados (ECA) que compararon la angioplastia con balón con el tratamiento médico en pacientes con hipertensión y estenosis hemodinámicamente significativa de la arteria renal (reducción de más del 50% del diámetro luminal) y con un seguimiento mínimo de seis meses.
Se extrajeron, de forma independiente, los datos sobre el diseño del ensayo, los participantes, las intervenciones y las medidas de resultado. Se completó un metanálisis formal para evaluar el efecto sobre la presión arterial, la función renal y los eventos adversos cardiovasculares y renales. Se calcularon los odds ratios (OR) de Peto y los correspondientes intervalos de confianza (IC) del 95% para los resultados dicotómicos y las diferencias de medias (DM) y los correspondientes IC del 95% para las variables continuas.
En la revisión se incluyeron ocho ECA con 2222 participantes con estenosis de la arteria renal. La calidad general de la evidencia de esta revisión fue moderada. La agrupación limitada de los resultados fue posible debido a la presentación variable de algunos de los resultados de los ensayos. El metanálisis de los cuatro estudios que informaron el cambio en la presión arterial (PA) diastólica encontró una pequeña mejoría en la PA diastólica en el grupo de angioplastia (DM -2,00 mmHg; IC del 95%: -3,72 a -0,27), mientras que el metanálisis de los cinco estudios que informaron el cambio en la PA sistólica no encontró evidencia de una mejoría significativa (DM -1,07 mmHg; IC del 95%: -3,45 a 1,30). No hubo un efecto significativo en la función renal medida por la creatinina sérica (DM -7,99 µmol/l; IC del 95%: -22,6 a 6,62). El metanálisis de los tres estudios que informaron sobre el número medio de fármacos antihipertensivos encontró una pequeña disminución en las necesidades de fármacos antihipertensivos en el grupo de angioplastia (DM -0,18; IC del 95%: -0,34 a -0,03). La angiografía de repetición sólo se realizó en un pequeño número de participantes en un único ensayo y, por lo tanto, no es posible emitir comentarios sobre la reestenosis de la arteria renal después de la angioplastia con balón. Sobre la base de los resultados de los siete estudios que informaron sobre resultados clínicos cardiovasculares y renales, no hubo diferencias en los eventos adversos cardiovasculares (OR 0,91; IC del 95%: 0,75 a 1,11) o renales (OR 1,02; IC del 95%: 0,75 a 1,38) entre los grupos de angioplastia y tratamiento médico. Se informó de un pequeño número de complicaciones relacionadas con el procedimiento de angioplastia con balón (hematoma en el lugar de inserción del catéter [6,5%], pseudoaneurisma de la arteria femoral [0,7%], perforación o disección de la arteria renal o el riñón [2,5%], así como muertes periprocesales [0,4%]). No se informaron efectos secundarios del tratamiento médico.
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