Los clavos metálicos a veces se utilizan para aplicar tracción o asegurar otros dispositivos de fijación externos en brazos o piernas fracturadas. Estos clavos atraviesan la piel. La manera en que se manipulan puede afectar la frecuencia de infección. Se utilizan diferentes soluciones para limpiar la zona alrededor de los clavos. Pueden utilizarse distintos apósitos, las costras se pueden retirar o no y se puede utilizar el masaje para drenar el líquido que se acumula alrededor de los clavos. Pocos ensayos clínicos han investigado esta área, y los mismos fueron de calidad baja. Como resultado, esta revisión no encontró pruebas sólidas de que una técnica de cuidado del sitio de inserción de clavos fuese mejor que otra para reducir las posibilidades de infección y otras complicaciones.
Las pruebas disponibles de los ensayos no fueron extensivas, fueron muy heterogéneas y en general de calidad deficiente, por lo que no hubo pruebas suficientes para poder identificar una estrategia de cuidado de los sitios de inserción de clavos que reduzca al mínimo las tasas de infección. Se necesitan ensayos aleatorios con el poder estadístico adecuado para examinar los efectos de diferentes regímenes de cuidado de los sitios de inserción de clavos, y las cointervenciones - como la administración de antibióticos - y deben controlarse otros factores extraños en el diseño de los estudios.
Los clavos metálicos se utilizan para aplicar dispositivos de tracción esquelética o de fijación externos para el tratamiento de las fracturas ortopédicas. Estos clavos percutáneos sobresalen a través de la piel, y la forma en la cual son tratados después de la inserción puede afectar a la incidencia de infección en el sitio de inserción del clavo. Esta revisión se llevó a cabo para resumir las pruebas de investigación acerca del efecto sobre las tasas de infección de los sitios donde se insertaron los clavos.
Evaluar el efecto sobre las tasas de infección de los diferentes métodos de limpieza y vendaje de los sitios donde se insertaron clavos ortopédicos percutáneos.
En septiembre 2013, para esta tercera actualización, se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochane de Heridas (Cochrane Wounds Group); Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials), (CENTRAL) (The Cochrane Library); Ovid MEDLINE; Ovid MEDLINE (In-Process & Other Non-Indexed Citations); Ovid EMBASE; y en EBSCO CINAHL.
Se evaluaron todos los ensayos controlados aleatorios (ECA) que compararon el efecto sobre las tasas de infección y de otras complicaciones de diferentes métodos de limpieza o vendaje de los sitios donde se insertan los clavos ortopédicos percutáneos.
Dos revisores evaluaron de forma independiente las citas recuperadas mediante las estrategias de búsqueda para obtener informes de ECA relevantes, luego seleccionaron los ensayos que satisfacían los criterios de inclusión, extrajeron los datos y realizaron la evaluación de la calidad de forma independiente.
Un total de once ensayos (572 participantes) fueron elegibles para su inclusión en la revisión, pero no todos los participantes contribuyeron con datos para cada comparación. Tres ensayos compararon un régimen de limpieza (solución salina, alcohol, peróxido de hidrógeno o jabón antibacteriano) con ninguna limpieza (aplicación de un apósito seco), tres ensayos compararon soluciones estériles de limpieza alternativas, (solución salina, alcohol, peróxido, povidona yodada), tres ensayos compararon métodos de limpieza (un ensayo comparó cuidados idénticos de los sitios de inserción de clavos realizados de forma diaria o semanal y los otros dos compararon técnicas estériles con no estériles), , un ensayo comparó el cuidado diario de los sitios de inserción de clavos con ningún cuidado y seis ensayos compararon diferentes apósitos (con diferentes soluciones/ungüentos y gasa o esponjas secas e impregnadas). Un estudio pequeño y ciego con 38 pacientes halló que el riesgo de infección del sitio de inserción del clavo se redujo significativamente con gasa con polihexametileno biguanida (PHMB) en comparación con gasa simple (CR 0,23; IC del 95%: 0,12 a 0,44) (tasa de infección del 1% en el grupo de PHMB y de 4,5% en el grupo de control), aunque este estudio estuvo en riesgo alto de sesgo debido a que la unidad de análisis fueron las observaciones en lugar de los pacientes. . No hubo otras diferencias estadísticamente significativas entre los grupos en ninguno de los otros ensayos.
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