La polineuropatía es una complicación común de la diabetes mellitus que provoca dolor y déficits sensoriales y motores en brazos y piernas. También puede provocar úlceras en los pies y amputación. Los inhibidores de la aldosa reductasa son una clase de medicamentos que bloquean la descomposición de la glucosa por una vía metabólica específica denominada vía de los polioles, y podrían enlentecer o revertir la progresión de la neuropatía. Los autores revisaron los resultados de todos los ensayos aleatorizados que compararon un inhibidor de la aldosa reductasa con un control y que duraron al menos seis meses. Muchos de los 32 ensayos controlados aleatorizados identificados presentaban importantes deficiencias metodológicas. Los ensayos utilizaron diversas medidas para buscar un beneficio del tratamiento con inhibidores de la aldosa reductasa. Los autores decidieron centrarse principalmente en los cambios en la fuerza muscular y la sensibilidad. Se eligieron porque se considera que son el mejor indicador de la gravedad de la polineuropatía, y se han utilizado en un estudio anterior de referencia sobre los efectos del control intensivo de la glucemia en la neuropatía diabética, así como en estudios de tratamientos en otros tipos de polineuropatía. La fuerza muscular o la sensibilidad se evaluaron en 29 ensayos, pero sólo se dispuso de datos suficientes para el análisis en 13 estudios, con 879 participantes tratados y 906 controles. No hubo diferencias significativas en general entre los grupos tratados y los de control. En el caso de un fármaco, el tolrestat, posiblemente hubo algún beneficio, pero la preocupación por la toxicidad hepática ha llevado a retirar el uso del tolrestat en humanos. Unos pocos ensayos informaron que los síntomas de la neuropatía mejoraron en el grupo tratado, pero esto fue contradicho por la mayoría de los otros ensayos. No se detectaron beneficios en los parámetros de electromiografía (EMG) (27 estudios) ni en la ulceración del pie (un estudio). Ningún estudio evaluó la calidad de vida. Los efectos adversos fueron poco frecuentes y, en su mayoría, de escasa importancia, excepto las reacciones alérgicas graves con sorbinil, el deterioro de la función renal con zenarestat y la alteración de la función hepática con tolrestat. Los autores concluyeron que no había beneficios significativos del tratamiento con inhibidores de la aldosa reductasa para la polineuropatía diabética.
No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los inhibidores de la aldosa reductasa y placebo en el tratamiento de la polineuropatía diabética. Cualquier ensayo clínico futuro de inhibidores de la aldosa reductasa debería limitarse a los compuestos que hayan demostrado tener ventajas biológicas o preclínicas sustanciales sobre los agentes probados anteriormente.
La polineuropatía, una complicación común de la diabetes mellitus, provoca dolor y déficits sensoriales y motores en las extremidades, y es también un importante factor predictivo independiente de la ulceración del pie. La inhibición del metabolismo de la glucosa por la vía de los polioles mediante los inhibidores de la aldosa reductasa es un mecanismo potencial para aminorar o revertir la progresión de la neuropatía.
Evaluar los efectos de los inhibidores de la aldosa reductasa en la progresión de los síntomas, los signos o la discapacidad funcional en la polineuropatía diabética.
Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane Neuromuscular (Cochrane Neuromuscular Disease Group), en MEDLINE (desde enero de 1966 hasta mayo de 2007), en EMBASE (desde enero de 1980 hasta mayo de 2007) y en LILACS (desde 1982 hasta mayo de 2007). Se revisaron las bibliografías de los ensayos aleatorizados identificados y se estableció contacto con autores y expertos en la materia.
Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados que compararon un inhibidor de la aldosa reductasa con un control, y que duraron al menos seis meses.
La medida de desenlace principal fue el cambio en la función neurológica, medido de varias maneras, incluyendo pruebas de fuerza, examen sensorial y puntuaciones compuestas del examen neurológico. Las medidas de desenlace secundarias fueron los estudios de conducción nerviosa, los síntomas neuropáticos, la calidad de vida, la aparición de úlceras en los pies y los efectos adversos.
Al menos dos de los autores de la revisión seleccionaron los ensayos incluidos y los evaluaron de forma independiente. Los criterios metodológicos y los resultados de los estudios se registraron en formularios de extracción de datos.
Se identificaron 32 ensayos controlados aleatorizados que cumplían los criterios de inclusión. Muchos de ellos tenían importantes deficiencias metodológicas. El cambio en la función neurológica, la medida de desenlace principal, se evaluó en 29 ensayos, pero sólo se dispuso de datos suficientes para el metanálisis en 13 estudios, con 879 participantes tratados y 909 controles. No hubo diferencias significativas en general entre los grupos tratados y los de control (DME -0,25; IC del 95%: -0,56 a 0,05), aunque un análisis de subgrupos (cuatro ensayos que utilizaron tolrestat) favoreció el tratamiento. Un grupo de ensayos que utilizó un desenlace dicotómico (mejoría o no) indicó un efecto beneficioso en los síntomas neuropáticos, pero este resultado fue contradicho por otro grupo de ensayos que midió los síntomas en una escala continua. No hubo beneficios generales sobre los parámetros de conducción nerviosa (27 estudios) o la ulceración del pie (un estudio). Ningún estudio evaluó la calidad de vida. Aunque la mayoría de los efectos adversos fueron poco frecuentes y leves, tres compuestos provocaron efectos adversos limitantes de la dosis y que llevaron a su retirada del uso en humanos: reacciones de hipersensibilidad graves con el sorbinil, elevación de la creatinina con el zenarestat y alteración de la función hepática con el tolrestat.
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