Antecedentes
La migraña y las cefaleas en racimos son intensas e discapacitantes. La oxigenoterapia hiperbárica (OTHB, que es la respiración de oxígeno puro a presiones mayores de una atmósfera en una cámara presurizada) y la oxigenoterapia a presión normal (OTNB) se pueden aplicar a través de una máscara en el domicilio o en un consultorio. Estos tratamientos pueden ayudar a interrumpir los ataques agudos y prevenir ataques futuros.
Resultados
Se buscó originalmente y de manera amplia en la bibliografía en mayo de 2008, y más recientemente en junio de 2015. Se buscaron ensayos de alta calidad que ayudarían a definir si había evidencia convincente a favor o en contra de la administración de oxígeno para la migraña o la cefalea en racimos. Se incluyeron 11 ensayos en esta revisión.
Calidad de la evidencia
Se encontró evidencia de calidad baja que indicaba que la OTHB alivia el dolor de migrañas agudas y posiblemente las cefaleas en racimos, y que la OTNB puede aliviar el dolor de la cefalea en racimos. No se encontró evidencia de que alguno de los dos tratamientos pueda prevenir ataques futuros. Muchas migrañas se pueden tratar sencillamente con un tratamiento farmacológico adecuado, por eso es necesario realizar más estudios de investigación que ayuden a elegir a los pacientes más apropiados (de existir alguno) para recibir la OTHB.
Desde la última versión de esta revisión, dos nuevos estudios incluidos han aportado información adicional para modificar las conclusiones. Había evidencia de que la OTHB era efectiva para combatir la migraña aguda en una población no seleccionada y evidencia débil de que la OTNB era igualmente efectiva para la cefalea en racimos. Dado el coste y la mala disponibilidad del OTHB, se deberían realizar más investigaciones en pacientes que no responden al tratamiento estándar. La OTNB es económica, segura y fácil de aplicar, de manera que probablemente se continúe utilizando a pesar de la evidencia limitada en esta revisión.
La migraña y las cefaleas en racimos son intensas e discapacitantes. La migraña afecta hasta el 18% de las mujeres, mientras que las cefaleas en racimos son mucho menos frecuentes (0,2% de la población). Existen varios tratamientos agudos y profilácticos disponibles. La oxigenoterapia hiperbárica (OTHB) es la administración terapéutica de oxígeno al 100% a presiones ambientales mayores que una atmósfera, mientras que la oxigenoterapia normobárica (OTNB) se administra a una atmósfera. Esta es una versión actualizada de la revisión Cochrane original publicada en el Número 3 de 2008 bajo el título "Oxígeno normobárico e hiperbárico para la migraña y la cefalea en racimos".
Examinar la eficacia y la seguridad de la oxigenoterapia normobárica (OTNB) y la oxigenoterapia hiperbárica (OTHB) en el tratamiento de la migraña y la cefalea en racimos.
Se actualizaron las búsquedas en las siguientes bases de datos hasta el 15 de junio de 2015: CENTRAL (la Biblioteca Cochrane), MEDLINE, EMBASE y CINAHL. Para la revisión original, se realizaron búsquedas en las siguientes bases de datos hasta mayo 2008: CENTRAL, MEDLINE, EMBASE, CINAHL, DORCTIHM y listas de referencias de artículos relevantes. Se efectuaron búsquedas manuales en revistas relevantes y se contactó con investigadores para identificar ensayos.
Ensayos controlados aleatorizados que compararan OTHB u OTNB entre sí, otros tratamientos activos, intervenciones placebo (simuladas) o ningún tratamiento en participantes con migraña o cefalea en racimos.
Tres autores de la revisión extrajeron de forma independiente los datos y evaluaron la calidad de la evidencia con el método GRADE.
En esta actualización, se incluyeron 11 ensayos con 209 participantes. Cinco ensayos (103 participantes) compararon OTHB versus tratamiento simulado para la migraña aguda, tres ensayos compararon OTNB con tratamiento simulado o tartrato de ergotamina para la cefalea en racimos (145 participantes), dos ensayos evaluaron la OTHB para la cefalea en racimos (29 participantes), y un ensayo (56 participantes) comparó OTNB con tratamiento simulado para un grupo mixto de cefaleas. El riesgo de sesgo varió considerablemente entre estos ensayos, pero en general, la calidad de los ensayos fue de mala a moderada. Un ensayo puede no haber sido verdaderamente aleatorizados y dos estudios incluidos se informaron solamente como resúmenes. Siete ensayos no indicaron la ocultación de la asignación ni el método de asignación aleatoria. Es de señalar que diez de los 11 ensayos utilizaron un tratamiento simulado como comparador y el evaluador de los desenlaces no estaba al tanto de la asignación.
Se agruparon los datos de tres ensayos, lo que indicó que la OTHB fue efectiva para aliviar la migraña en comparación con el tratamiento simulado (razón de riesgos [RR] 6,21; IC del 95%: 2,41 a 16,00; 58 participantes, tres ensayos). La calidad de la evidencia fue baja y se degradó por los estudios cruzados (cross-over) pequeños con informe incompleto. No había evidencia de que la OTHB pudiera prevenir los episodios de migraña, redujera la incidencia de náuseas y vómitos o redujera la necesidad de medicación de rescate. No había evidencia de que la OTHB fuera efectiva para combatir la cefalea en racimos (RR 11,38; IC del 95%: 0,77 a 167,85; p = 0,08) (un ensayo), pero este ensayo tenía una potencia estadística baja.
La OTNB fue efectiva para combatir la cefalea en racimos en comparación con el tratamiento simulado en un único estudio pequeño (RR 7,88; IC del 95%: 1,13 a 54,66), pero no fue mejor que la administración de ergotamina en otro ensayo pequeño (RR 1,17; IC del 95%: 0,94 a 1,46; p = 0,16). Un tercer ensayo informó una diferencia estadísticamente significativa en la proporción de ataques tratados con éxito con oxígeno (117 de 150 ataques fueron tratados con éxito con OTNB [78%] versus 30 de 148 ataques tratados con OTNB [20%]). La proporción de personas que respondieron fue consistente en estos tres ensayos e indicó que era probable que más del 75% de las cefaleas respondiera a la OTNB.
No se informaron eventos adversos graves con la OTHB o la OTNB.
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