La hipercalciuria, una enfermedad metabólica hereditaria, consiste en la presencia excesiva de calcio en la orina. La causa es a menudo desconocida (idiopática) y puede ocurrir en pacientes que por lo demás están bien. Aunque los pacientes con dicha enfermedad tienen niveles normales de calcio en sangre, lo pierden a través de la orina.
Los adultos con hipercalciuria son propensos a desarrollar cálculos renales y perder el calcio de los huesos. En los niños, la hipercalciuria puede causar hematuria recurrente (sangre en la orina), síndrome de disuria y polaquiuria (micción dolorosa o difícil frecuente), infección urinaria y dolor abdominal y de espalda.
Se sugirió que alterar los regímenes dietéticos de los pacientes con hipercalciuria podría ayudar a prevenir las complicaciones de la enfermedad. Por lo tanto, se evaluaron los efectos beneficiosos y perjudiciales de las intervenciones dietéticas investigadas en los estudios clínicos. Se incluyeron cinco estudios en esta revisión. Uno comparó un régimen dietético bajo en calcio con un régimen dietético con niveles normales de calcio, bajo en proteína y en sal durante cinco años. Este estudio halló que las dietas sin restricción para la ingesta de calcio disminuyeron significativamente los números de nuevos cálculos renales.
Otras intervenciones dietéticas, como el salvado de trigo no procesado, no mostraron pruebas de efectos beneficiosos.
No se encontró ningún estudio en niños, y ninguno que investigara recomendaciones dietéticas específicas para los pacientes con hipercalciuria asintomática.
El cumplimiento a largo plazo (cinco años) de los regímenes dietéticos con niveles normales de calcio, bajos en proteína y sal pueden reducir el número de recurrencias de cálculos, disminuir la oxaluria y los índices de hipersaturación relativa de oxalato de calcio en los pacientes con hipercalciuria idiopática y cálculos renales recurrentes. El cumplimiento de un régimen dietético bajo en sal, con niveles de calcio normales durante algunos meses puede reducir la calciuria y la oxaluria. Sin embargo, las otras intervenciones dietéticas examinadas no mostraron pruebas de efectos beneficiosos significativos.
No se encontró ningún estudio que investigara el efecto de las recomendaciones alimentarias en otras complicaciones clínicas o en la hipercalciuria idiopática asintomática.
La hipercalciuria idiopática es una anomalía metabólica hereditaria que se caracteriza por cantidades excesivas de calcio excretado en la orina de pacientes en que los niveles séricos de calcio son normales. La morbilidad asociada con la hipercalciuria idiopática está principalmente relacionada con los cálculos renales y la desmineralización ósea, que lleva a la osteopenia y la osteoporosis. La hipercalciuria idiopática es responsable de los cálculos renales en todos los estadios de vida; los pacientes con esta enfermedad son propensos a desarrollar cálculos renales de oxalato y fosfato de calcio. En algunos casos, el calcio cristalizado puede depositarse en el intersticio renal, lo que causa mayores niveles de calcio en los riñones. En los niños, la hipercalciuria idiopática puede causar un rango de comorbilidades incluida la hematuria macroscópica o microscópica recurrente, síndrome de disuria y polaquiuria, infecciones urinarias, dolor abdominal y lumbar. Se prescribieron diversas intervenciones dietéticas con el objetivo de disminuir los niveles de calcio urinario o la cristalización urinaria.
Los objetivos fueron evaluar la eficacia, la efectividad y la seguridad de las intervenciones dietéticas para la prevención de las complicaciones en la hipercalciuria idiopática (urolitiasis y osteopenia) en adultos y niños, y evaluar los beneficios de dichas intervenciones en la reducción de la sintomatología urológica en niños con hipercalciuria idiopática.
Se realizaron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane de Riñón (Cochrane Renal Group, 23 de abril de 2013) a través del contacto con el coordinador de búsquedas de ensayos y mediante términos de búsqueda relevantes para esta revisión. Los estudios contenidos en el registro especializado se identificaron a través de estrategias de búsquedas específicamente diseñadas para CENTRAL, MEDLINE and EMBASE.
Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorios (ECA) y ensayos cuasialeatorios que investigaron las intervenciones dietéticas para prevenir las complicaciones de la hipercalciuria idiopática, en comparación con placebo, ninguna intervención u otras intervenciones dietéticas de forma independiente de la vía de administración, la dosis o la cantidad.
Se evaluaron los estudios y se extrajeron los datos utilizando un formulario de extracción de datos estandarizado. Se calcularon los cocientes de riesgos (CR) para los resultados dicotómicos y las diferencias de medias (DM) para los resultados continuos, ambos con intervalos de confianza (IC) del 95%.
Se incluyeron cinco estudios (379 participantes adultos) que investigaron varias intervenciones. La ausencia de semejanza entre las intervenciones estudiadas significó que no se pudieran agrupar los datos. En general, la metodología de los estudios no se informó adecuadamente en ninguno de los estudios incluidos. Se encontró un alto riesgo de sesgo asociado con el cegamiento (aunque parece improbable que las medidas de resultados estuviesen influidas excesivamente por la falta de cegamiento de la intervención) y la generación de la secuencia aleatoria, y las metodologías de asignación fueron poco claras en la mayoría de los estudios, aunque el sesgo de informe selectivo fue bajo.
Un estudio (120 participantes) comparó un régimen dietético bajo en calcio con uno de calcio normal, bajo en proteína y bajo en sal por cinco años. Hubo una disminución significativa en los números de nuevas recurrencias de cálculos en los pacientes tratados con un régimen dietético de calcio normal, bajo en proteína y en sal (CR 0,77; IC del 95%: 0,61 a 0,98). Este régimen dietético también llevó a una disminución significativa en la oxaluria (DM 78,00 µmol/día, IC del 95%: 26,48 a 129,52) y en el índice de hipersaturación relativa de oxalato de calcio (DM 1,20; IC del 95%: 0,21 a 2,19).
Un estudio (210 participantes) comparó un régimen dietético bajo en sal, de calcio normal con un régimen dietético amplio durante tres meses. El régimen bajo en sal y calcio normal disminuyó el calcio urinario (DM -45,00 mg/d, IC del 95%: -74,83 a -15,17) y la excreción de oxalato (DM -4,00 mg/d, IC del 95%: -6,44 a -1,56).
Un estudio pequeño (17 participantes) comparó el efecto de la fibra dietética como parte de un régimen dietético bajo en calcio y en oxalato durante tres semanas, y encontró que aunque los niveles de calciuria disminuyeron, la oxaluria aumentó.
Se investigó el consumo de sustrato de la planta Phyllanthus niruri en un subgrupo pequeño con hipercalciuria (20 participantes); no hubo ningún efecto significativo en los niveles de calciuria después de tres meses de tratamiento.
Un estudio cruzado pequeño (12 participantes), que evaluó los cambios en los índices de hipersaturación urinaria en los pacientes que consumieron jugo de naranja o leche fortificada con calcio durante un mes, no encontró ningún beneficio para los participantes.
Ninguno de los estudios informó efectos adversos significativos asociados con las intervenciones.
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