Los pacientes con depresión muy a menudo son grandes fumadores. Se deseaba saber si los tratamientos para ayudar a los pacientes a abandonar el hábito de fumar son efectivos para los pacientes con depresión actual o con antecedentes de depresión. En esta revisión, los tratamientos se dividieron en los que incluyen atención específica para el manejo de la depresión y los que no. Se encontró que los tratamientos para abandonar el hábito de fumar con atención específica en el manejo de la depresión ayudaron a los fumadores que sufrían de depresión a abandonar el hábito de fumar. Las intervenciones psicosociales para el “manejo del estado de ánimo”, en las que los participantes aprenden cómo manejar los síntomas depresivos con técnicas psicológicas, fueron efectivas en los pacientes con depresión actual y con antecedentes de depresión. Se ha demostrado que el bupropión, una medicación antidepresiva para ayudar a dejar de fumar, es efectivo para el abandono del hábito de fumar en los fumadores sanos. Los hallazgos indican que el bupropión también puede beneficiar a los fumadores con antecedentes de depresión. Sin embargo, no se hallaron los mismos datos para los pacientes con depresión actual. Hubo una falta de pruebas sobre la efectividad de otros antidepresivos para ayudar a los fumadores con antecedentes de depresión a dejar de fumar. Tampoco hubo pruebas suficientes sobre la administración de antidepresivos en los fumadores con depresión actual. Aunque se ha demostrado que los tratamientos sin atención específica en el manejo de la depresión, como el tratamiento de reemplazo de nicotina y las intervenciones psicosociales estándar de abandono del hábito de fumar, ayudan a otros grupos de personas a dejar de fumar, no hubo pruebas suficientes para indicar que fueron útiles en los pacientes con antecedentes de depresión o depresión actual.
Las pruebas indican que el agregado de un componente psicosocial de manejo del estado de ánimo a una intervención estándar de abandono del hábito de fumar aumenta las tasas de abandono a largo plazo en los fumadores con depresión tanto actual como anterior en comparación con la intervención estándar sola. Los resultados agrupados de cuatro ensayos indican que la administración de bupropión puede aumentar el abandono a largo plazo en los fumadores con depresión anterior. No se encontraron pruebas sobre la administración de bupropión en fumadores con depresión actual. No hubo pruebas suficientes para evaluar la efectividad de los otros antidepresivos en fumadores con depresión actual o anterior. Tampoco hubo pruebas suficientes para evaluar el grupo de ensayos que investigaron intervenciones sin componentes específicos de manejo del estado de ánimo para la depresión, incluido el TRN y las intervenciones psicosociales.
Los individuos con depresión actual o anterior suelen ser fumadores que presentan más dependencia de nicotina, más probabilidades de sufrir cambios negativos en el estado de ánimo después del síndrome de abstinencia nicotínica, y más probabilidades de recaer en el hábito de fumar después del abandono que la población en general, lo cual contribuye a un aumento de la morbilidad y la mortalidad por enfermedades relacionadas con el hábito de fumar. Aún no se conoce qué intervenciones pueden ayudarlos a abandonar el hábito de fumar.
Evaluar la efectividad de las intervenciones de abandono del hábito de fumar, con y sin componentes específicos de manejo del estado de ánimo, en fumadores con depresión actual o anterior.
En abril de 2013, se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL), MEDLINE, EMBASE, PsycINFO, otras revisiones y se solicitó información sobre ensayos a expertos.
Los criterios para la inclusión de estudios en esta revisión fueron que debían ser ensayos controlados aleatorios (ECA) que compararan intervenciones de abandono del hábito de fumar en fumadores adultos con depresión actual o anterior. La depresión se definió como depresión o síntomas depresivos graves. Se incluyeron estudios en los que se identificaron subgrupos de participantes con depresión, ya sea declarada de forma previa o post hoc. El resultado fue la abstinencia del hábito de fumar después de un seguimiento de seis meses o mayor. Se prefirió la abstinencia prolongada o continua y la abstinencia validada bioquímicamente cuando estaban disponibles.
De ser posible, se calcularon los cocientes de riesgos (CR) agrupados con el método de Mantel-Haenszel (modelo de efectos fijos). También se realizaron análisis de subgrupos por duración del seguimiento, medición de la depresión, grupo de depresión en estudio, uso de antidepresivos, datos publicados o no publicados, formato de la intervención, nivel del apoyo conductual, tratamiento farmacológico adicional, tipo de medicación antidepresiva y tratamiento de reemplazo de nicotina (TRN) adicional.
Se incluyeron cuarenta y nueve ECA de los cuales 33 ensayos investigaron intervenciones de abandono del hábito de fumar con componentes específicos de manejo del estado de ánimo para la depresión. En los fumadores con depresión actual, el metanálisis mostró un efecto positivo significativo del agregado del manejo psicosocial del estado de ánimo a una intervención estándar de abandono del hábito de fumar en comparación con la intervención estándar de abandono del hábito de fumar sola (11 ensayos, N = 1844; CR 1,47; IC del 95%: 1,13 a 1,92). En los fumadores con depresión anterior se encontró un efecto similar (13 ensayos, N = 1496; CR 1,41; IC del 95%: 1,13 a 1,77). El metanálisis resultó en un efecto positivo, aunque no significativo, para el agregado de bupropión en comparación con placebo en los fumadores con depresión actual (5 ensayos, N = 410; CR 1,37; IC del 95%: 0,83 a 2,27). No hubo datos suficientes en los ensayos para evaluar la efectividad de la fluoxetina y la paroxetina para los fumadores con depresión actual. El bupropión (4 ensayos, N = 404; CR 2,04; IC del 95%: 1,31 a 3,18) podría aumentar de forma significativa el abandono a largo plazo entre los fumadores con depresión anterior comparado con placebo, aunque las pruebas sobre el bupropión son relativamente débiles debido al número pequeño de estudios y a los subgrupos post hoc para todos los estudios. No hubo datos suficientes en los ensayos para evaluar la efectividad de la fluoxetina, la nortriptilina, la paroxetina, la selegilina y la sertralina en los fumadores con depresión anterior.
Veintitrés de los 49 ensayos investigaron intervenciones de abandono del hábito de fumar sin componentes específicos para la depresión. Hubo heterogeneidad entre los ensayos que compararon intervenciones psicosociales con asesoramiento estándar sobre el abandono del hábito de fumar para los fumadores con depresión tanto actual como anterior. Por tanto, no se estimó un efecto agrupado. Un ensayo comparó el tratamiento de reemplazo de nicotina (TRN) versus placebo en fumadores con depresión actual y encontró un efecto positivo, aunque no significativo (N = 196; CR 2,64; IC del 95%: 0,93 a 7,45). El metanálisis también encontró un efecto positivo, aunque no significativo, para el TRN versus placebo en los fumadores con depresión anterior (3 ensayos, N = 432; CR 1,17; IC del 95%: 0,85 a 1,60). Tres ensayos compararon otros tratamientos farmacológicos versus placebo y seis ensayos compararon otras intervenciones en fumadores con depresión actual o anterior. Debido a la heterogeneidad entre las intervenciones de los ensayos incluidos no se calcularon los efectos agrupados.
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