En las personas de edad avanzada, la "rotura de la muñeca" (por una fractura en el extremo inferior de uno de los dos huesos del antebrazo) se puede deber a una caída sobre la mano extendida. El tratamiento suele consistir en la reducción (volver a colocar el hueso roto en su posición) y la inmovilización de la muñeca con un yeso (tratamiento conservador). La cirugía se puede considerar en las fracturas gravemente desplazadas. Un tipo de cirugía es la fijación externa, en la que se insertan clavos metálicos en el hueso, generalmente a través de pequeñas incisiones en la piel, a ambos lados de la fractura. Luego, estos clavos se fijan externamente, por ejemplo, mediante la incorporación en un yeso o a través de la fijación en un marco de un fijador externo. El componente externo sostiene los fragmentos óseos en posición mientras se consolida el hueso. Esta revisión consideró la evidencia de los ensayos controlados aleatorizados que compararon la fijación externa con el tratamiento conservador.
Se incluyeron 15 ensayos, en los que participaron 1022 adultos con fracturas potencial o evidentemente inestables. Aunque todos los ensayos compararon la fijación externa con la inmovilización con yeso, hubo una considerable variación en sus características, especialmente en lo que respecta a las características de los pacientes y el método de fijación externa. La debilidad de la metodología, como el uso de métodos inadecuados de asignación al azar y evaluación de los resultados, hace que no se pueda excluir la posibilidad de sesgo grave.
La revisión determinó que la fijación externa reduce el redesplazamiento de la fractura con necesidad de tratamiento adicional y mejora en general el resultado anatómico final. Parece que también mejora la función, pero esto se debe confirmar. Las complicaciones, como la infección del trayecto del clavo, asociadas a la fijación externa fueron muchas, pero generalmente eran leves. Se produjeron complicaciones graves en ambos grupos. La revisión concluye que hay alguna evidencia que apoya el uso de la fijación externa en estas fracturas.
Hay alguna evidencia que apoya el uso de la fijación externa para las fracturas de desplazamiento dorsal del radio distal en adultos. Aunque no hay evidencia suficiente para confirmar un mejor resultado funcional, la fijación externa reduce el redesplazamiento, proporciona mejores resultados anatómicos y la mayoría de las complicaciones excesivas relacionadas con la cirugía son leves.
La fractura del radio distal ("rotura de la muñeca") es un problema clínico frecuente. Se puede tratar de forma conservadora, habitualmente con la inmovilización de la muñeca con un yeso, o de forma quirúrgica. Un método clave de fijación quirúrgica es la fijación externa.
Evaluar la evidencia de los ensayos controlados aleatorizados que compararon la fijación externa con el tratamiento conservador para las fracturas del radio distal en adultos.
Se realizaron búsquedas en el Registro Especializado del Grupo Cochrane de Lesiones Óseas, Articulares y Musculares (Cochrane Bone, Joint and Muscle Trauma Group) (septiembre de 2006), el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials), MEDLINE, EMBASE y otras bases de datos, resúmenes de congresos y listas de referencias de artículos. No se aplicaron restricciones de idioma.
Ensayos clínicos controlados aleatorizados o cuasialeatorizados en adultos con fractura del radio distal, que compararon la fijación externa con el tratamiento conservador.
Tras la selección de los estudios por parte de todos los autores de la revisión, dos autores evaluaron de forma independiente los ensayos incluidos. La extracción independiente de los datos de los nuevos ensayos fue realizada por dos autores. Se realizó un agrupamiento de los datos cuando fue apropiado.
Se incluyeron 15 ensayos heterogéneos, en los que participaron 1022 adultos con fracturas de radio distal desplazadas dorsalmente, y potencial o evidentemente inestables. Si bien todos los ensayos compararon la fijación externa con la inmovilización con yeso, hubo una variación considerable, especialmente en cuanto a las características de los pacientes y las intervenciones. Entre las deficiencias metodológicas de esos ensayos figuraron la falta de ocultación de la asignación y una evaluación inadecuada de los resultados.
La fijación externa mantuvo posiciones reducidas de fractura (el redesplazamiento requiere un tratamiento secundario: 7/356 versus 51/338 [datos de nueve ensayos]; riesgo relativo 0,17; intervalo de confianza del 95%: 0,09 a 0,32) y evitó el colapso tardío y la consolidación viciosa en comparación con la inmovilización con yeso. No hubo evidencia suficiente para confirmar un resultado funcional o clínico general superior en el grupo de fijación externa. La fijación externa se asoció con un alto número de complicaciones, como la infección del trayecto del clavo, pero muchas de ellas fueron leves. Probablemente, algunas complicaciones se podrían haber evitado con el uso de una técnica quirúrgica diferente para la inserción de los clavos. No hubo evidencia suficiente para establecer una diferencia entre los dos grupos en cuanto a las complicaciones graves como la distrofia simpática refleja: 25/384 versus 17/347 (datos de 11 ensayos); riesgo relativo 1,31; intervalo de confianza del 95%: 0,74 a 2,32.
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