Los médicos e investigadores han propuesto varios cambios en los lugares de trabajo para mejorar el estado de los trabajadores con asma ocupacional, que es el asma cuyo inicio es causado por exposición ocupacional. Estos cambios en el lugar de trabajo también se denominan intervenciones, y para el asma ocupacional incluyen el retiro temprano de la exposición y la reducción de la exposición. Sin embargo, los beneficios reales de estas intervenciones aún no están claros.
¿Cuál es el objetivo de esta revisión?
Determinar la efectividad de las intervenciones en el lugar de trabajo para el tratamiento del asma ocupacional.
Mensajes clave
Se realizó una revisión sistemática de las intervenciones en el lugar de trabajo para el tratamiento del asma ocupacional. Los síntomas del asma y la función pulmonar pueden mejorar cuando las personas con asma ocupacional son retiradas de la exposición, generalmente al terminar su trabajo, en comparación con la exposición continua en el mismo trabajo. Los síntomas del asma pero no la función pulmonar pueden mejorar después de reducir la exposición, por ejemplo mediante entrenamiento y educación, en comparación con la exposición continua. La eliminación de la exposición puede mejorar los síntomas y la función pulmonar más que la reducción de la exposición en los trabajadores expuestos a agentes de bajo peso molecular, aunque el retiro también puede aumentar el riesgo de desempleo. La evidencia fue de calidad muy baja y, por lo tanto, se necesitan estudios más adecuados para investigar la efectividad de las intervenciones en el lugar de trabajo para el asma ocupacional.
¿Qué se estudió en la revisión?
La revisión se basa en 26 estudios que incluyeron 1695 participantes con asma ocupacional. Los sensibilizadores causaron casi todos los casos. El interés principal fueron las intervenciones de eliminación de la exposición y reducción de la exposición, que se compararon con la exposición continua. Los resultados fueron cambios en los síntomas del asma, la función pulmonar y la hiperreactividad bronquial inespecífica entre el inicio y el seguimiento.
¿Cuáles son los principales resultados de la revisión?
Tanto el retiro como la reducción de la exposición pueden mejorar los síntomas del asma en comparación con la exposición continua. El retiro de la exposición, pero no su reducción, puede mejorar la función pulmonar en comparación con la exposición continua. El retiro de la exposición puede mejorar los síntomas y la función pulmonar más que la reducción de la exposición en los pacientes expuestos a agentes de bajo peso molecular, aunque el retiro también puede aumentar el riesgo de desempleo. Por consiguiente, el beneficio de una mayor mejoría debe sopesarse con el potencial de un mayor riesgo de pérdida de empleo.
Se necesita investigación adicional para determinar la efectividad de las intervenciones para reducir la repercusión del asma ocupacional.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
Se buscaron los estudios publicados hasta el 31 de julio de 2019.
Tanto el retiro como la reducción de la exposición pueden mejorar los síntomas del asma en comparación con la exposición continua. El retiro de la exposición, pero no la reducción, puede mejorar la función pulmonar en comparación con la exposición continua. Cuando se comparó el retiro de la exposición directamente con la reducción de la exposición, el primero puede mejorar los síntomas y la función pulmonar más entre los pacientes expuestos a agentes de bajo peso molecular. La eliminación de la exposición también puede aumentar el riesgo de desempleo. Los profesionales sanitarios deben equilibrar los posibles beneficios clínicos del retiro (o la reducción) de la exposición con los posibles efectos perjudiciales del desempleo. Se necesitan estudios adicionales de alta calidad para evaluar la efectividad de las intervenciones en el lugar de trabajo para el asma ocupacional.
No se comprende del todo el impacto de las intervenciones en el lugar de trabajo sobre el resultado de asma ocupacional.
Evaluar la efectividad de las intervenciones en el lugar de trabajo sobre el asma ocupacional.
Se hicieron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL); MEDLINE (PubMed); EMBASE (Ovid); NIOSHTIC-2; y CISILO (CCOHS) hasta el 31 de julio 2019.
Ensayos controlados aleatorizados, estudios controlados tipo antes y después (before and after studies) y series de tiempo interrumpido de intervenciones en el lugar de trabajo para el asma ocupacional.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron la elegibilidad y el riesgo de sesgo de los estudios y extrajeron los datos.
Se incluyeron 26 estudios controlados no aleatorizados de antes y después con 1695 participantes, que informaron sobre tres comparaciones: eliminación completa de la exposición y exposición reducida en comparación con la exposición continua, y eliminación completa de la exposición en comparación con la exposición reducida. La reducción de la exposición se logró limitando el uso del agente, mejorando la ventilación o utilizando equipo de protección en el mismo trabajo; cambiando a otro trabajo con exposición intermitente; o implementando programas educativos. Para la exposición continua, 56 de cada 1000 trabajadores informaron de ausencia de síntomas en el seguimiento; la disminución del volumen espiratorio forzado en un segundo como porcentaje de un valor de referencia (VEF1 %) fue del 5,4% durante el seguimiento y el cambio estandarizado en la hiperreactividad bronquial inespecífica (HNIE) fue de -0,18.
En 18 estudios, los autores compararon el retiro de la exposición con la exposición continua. El retiro puede aumentar la probabilidad de informar de la ausencia de síntomas de asma, con un cociente de riesgos (CR) de 4,80 (intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,67 a 13,86), y puede mejorar los síntomas de asma, con un CR de 2,47 (IC del 95%: 1,26 a 4,84), en comparación con la exposición continua. El cambio en el VEF1% puede ser mejor con el retiro de la exposición, con una diferencia de medias (DM) del 4,23% (IC del 95%: 1,14 a 7,31) en comparación con la exposición continua. La HNF puede mejorar con el retiro de la exposición, con una diferencia de medias estandarizada (DME) de 0,43 (IC del 95%: 0,03 a 0,82).
En siete estudios, los autores compararon la reducción de la exposición con la exposición continua. La reducción de la exposición puede aumentar la probabilidad de notificar la ausencia de síntomas, con un CR de 2,65 (IC del 95%: 1,24 a 5,68). Puede no haber diferencias considerables en el VEF1 % entre la reducción y la exposición continua, con DM 2,76 % (IC del 95%: -1,53 a 7,04). Ningún estudio informó o permitió calcular el cambio en la HNF.
En diez estudios, los autores compararon el retiro de la exposición con la reducción de la exposición. Después del retiro de la exposición, puede no haber aumento en la probabilidad de informar de ausencia de síntomas, con un CR 6,05 (IC del 95%: 0,86 a 42,34), y mejoría en los síntomas, con un CR 1,11 (IC del 95%: 0,84 a 1,47), así como ningún cambio considerable en el VEF1 %, con una DM de 2,58 % (IC del 95%: -3,02 a 8,17). Sin embargo, con los tres resultados, puede haber mejores resultados para el retiro de la exposición en el subconjunto de pacientes expuestos a agentes de bajo peso molecular. Ningún estudio informó o permitió calcular el cambio en la HNF.
En dos estudios, los autores informaron que el riesgo de desempleo después de la separación de la exposición puede aumentar en comparación con la reducción de la exposición, con un CR de 14,28 (IC del 95%: 2,06 a 99,16). Cuatro estudios informaron de una disminución de los ingresos del 20% al 50% después de la exposición.
La calidad de la evidencia es muy baja para todos los resultados.
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