¿Cuál era el objetivo de esta revisión?
Saber si el uso de gafas por parte de los niños hipermétropes evitará que se produzca estrabismo (ojos cruzados) y sus efectos asociados.
Mensajes clave
La evidencia actual no apoya la conclusión de que los anteojos previenen el estrabismo en los niños hipermétropes, ni que el uso de gafas previene la ambliopía (ojo perezoso). Esta evidencia fue limitada debido a que algunas partes de los estudios no se realizaron de forma adecuada y al número reducido de participantes en los mismos.
¿Qué se estudió en la revisión?
Los niños suelen presentar hipermetropía al nacer, lo que significa que solo tienen una visión clara a distancia. A medida que los niños crecen, sus ojos también crecen hasta donde pueden ver de forma clara tanto de cerca como de lejos. Alrededor del 9% de los niños siguen presentando un nivel alto de hipermetropía. La hipermetropía significa que para enfocar las cosas de cerca el niño debe realizar mucho esfuerzo. Este esfuerzo puede causar síntomas, como cefaleas, visión doble, y cansancio ocular, y también causa dificultades para realizar tareas que necesitan la visión cercana, como leer. Los niños que siguen siendo hipermétropes tienen más probabilidades que los niños con visión normal de desarrollar ojos cruzados (estrabismo), lo que puede ocurrir en el 3,5% al 5,7% de los niños, o en el 10% al 20% de los niños con altos niveles de hipermetropía. El estrabismo dificulta que los ojos trabajen en colaboración para enfocarse. Se cree que alrededor del 50% de los niños con estrabismo desarrollan ambliopía, lo que significa que el niño no puede tener una visión clara incluso cuando usa gafas. La percepción de la profundidad, o la forma en que dos cosas se relacionan entre sí en el espacio, a menudo también se ve afectada. Los médicos suelen recetar gafas para prevenir el desarrollo de estrabismo y los demás problemas asociados en los niños hipermétropes, pero no está claro si las gafas en sí pueden impedir que los ojos crezcan con normalidad.
¿Cuáles son los principales resultados de la revisión?
Se identificaron los resultados de cuatro ensayos controlados aleatorizados (estudios clínicos en los que las personas son asignadas al azar a uno de dos o más grupos de tratamiento) para determinar si los anteojos tuvieron éxito en la prevención del estrabismo en los niños hipermétropes en comparación con la ausencia de anteojos. Los ensayos incluyeron a niños de seis meses a menos de 36 meses y midieron los resultados entre los tres y cuatro años de edad. Los cuatro ensayos incluyeron a 985 niños. Se encontró evidencia poco clara de una diferencia entre los dos grupos en cuanto a la frecuencia con que se producía el estrabismo durante el período de seguimiento. También se encontró evidencia poco clara sobre si la prescripción de gafas afectaba la percepción de la profundidad o impedía que los ojos se desarrollaran de forma natural para tener una visión clara. Existe poca confianza en estos hallazgos debido a que algunas partes de los estudios no se realizaron de forma adecuada y al número pequeño de niños en los estudios.
¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
Diciembre 2018.
Aún no está claro el efecto de la corrección con gafas para la prevención del estrabismo. Además, tampoco está claro el uso de gafas sobre el riesgo de una agudeza visual inferior a 20/30; la ambliopía y la emetropización inadecuada. Podría haber un beneficio sobre la prevención de una estereoagudeza inadecuada. Sin embargo, estos efectos pueden haber sido hallazgos fortuitos o pueden deberse al sesgo.
La hipermetropía en la infancia requiere un esfuerzo de adaptación para enfocar las imágenes. El esfuerzo acomodativo prolongado se ha asociado con un mayor riesgo de estrabismo (desalineación ocular). El estrabismo puede dar lugar a astenopía y diplopía intermitente, lo cual da lugar a que las tareas en la que se utiliza la visión cercana sean difíciles de completar. Se cree que la prescripción de gafas para corregir el defecto de refracción de la hiperopía previene el desarrollo de estrabismo.
Evaluar la efectividad de las gafas prescritas en comparación con ninguna intervención para la prevención del estrabismo en lactantes y niños con hiperopía.
Se hicieron búsquedas en CENTRAL (2018, número 12; que contiene el Registro Cochrane de Ensayos de Ojos y Visión [Cochrane Eyes and Vision Trials Register]); Ovid MEDLINE; Embase.com; otras tres bases de datos y dos registros de ensayos. En las búsquedas electrónicas de ensayos, no se aplicaron restricciones de fecha ni de idioma. Se buscó por última vez en las bases de datos electrónicas el 4 de diciembre 2018.
Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados y cuasialeatorizados que investigaron la asignación a la intervención con gafas o ningún tratamiento para los niños con hiperopía. Se requirió que la hipermetropía fuera al menos mayor que +2,00 dioptrías (D).
Se utilizaron los procedimientos metodológicos Cochrane estándar. El resultado principal fue la proporción de niños con estrabismo manifiesto, según la definición de los investigadores del estudio. Otros resultados fueron la ambliopía, la estereoagudeza y el efecto del uso de gafas en el estrabismo y la agudeza visual. También se recogió información sobre el cambio en el error de refracción como medida de la interferencia de la emetropización.
Se identificaron cuatro ensayos controlados aleatorizados (985 niños incluidos con edades de entre seis y 36 meses) en esta revisión. Tres ensayos se realizaron en el Reino Unido con períodos de seguimiento que oscilaron de uno a tres años y medio y uno en los EE.UU. con tres años de seguimiento.
Los investigadores informaron sobre la incidencia y el estado final del estrabismo. La evidencia de la incidencia de estrabismo, medido en 804 niños de más de tres a cuatro años en cuatro ensayos, fue incierta aunque sugería un beneficio con el uso de gafas (riesgo relativo [RR] 0,65; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,41 a 1,02). Existe muy poca confianza en estos resultados debido al riesgo alto de sesgo, la inconsistencia y la imprecisión. Cuando se evaluó la proporción de niños con estrabismo al final de los tres años de seguimiento, se encontró un nivel de evidencia similar de un efecto de las gafas sobre el estrabismo que el que se informó en un estudio (RR 1,00; IC del 95%: 0,31 a 3,25; 106 niños). Existe muy poca confianza en estos resultados debido al tamaño reducido de la muestra y al riesgo de sesgo.
Un ensayo informó sobre el riesgo de desarrollar ambliopía y estereoagudeza inadecuada después de tres años en 106 niños. No hubo evidencia clara de una disminución del riesgo de desarrollar ambliopía (RR 0,78; IC del 95%: 0,31 a 1,93), y hubo evidencia limitada de un beneficio de las gafas para la prevención de la estereoagudeza inadecuada (RR 0,38; IC del 95%: 0,16 a 0,88). Existe muy poca confianza en estos hallazgos debido a la imprecisión y el riesgo de sesgo.
El riesgo de no desarrollar emetropización no está claro. Un ensayo informó sobre la proporción de niños que no lograron la emetropización a los tres años de seguimiento (RR 0,75; IC del 95%: 0,18 a 3,19). Un ensayo sugirió que las gafas impiden la emetropización, y otro ensayo no informó de ninguna diferencia. Estos dos ensayos no pudieron combinarse debido a que los métodos de evaluación de la emetropización eran diferentes. Debido al riesgo alto de sesgo y la inconsistencia, la certeza de la evidencia en cuanto al riesgo de impedir o beneficiar la emetropización es muy baja.
Sobre la base de un metanálisis de cuatro ensayos (770 niños), el riesgo de tener una agudeza visual peor que 20/30 medida hasta los tres años de edad o al final de tres años de seguimiento fue incierto para los niños con corrección con gafas en comparación con los niños sin corrección (RR 0,87; IC del 95%: 0,64 a 1,18; confianza muy baja debido al riesgo de sesgo y la imprecisión).
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