Este resumen de una revisión Cochrane presenta lo que se sabe de los estudios de investigación acerca de la exactitud de las pruebas de imagenología para detectar desgarros de los tendones del manguito rotador en el hombro.
El manguito rotador es un grupo de tendones que participan en el posicionamiento y el movimiento de la articulación del hombro. El manguito rotador ayuda a las personas a levantar el brazo y elevarlo por encima de la cabeza. En muchas personas, el desgaste de los tendones del manguito rotador por el uso es una parte normal del envejecimiento y pueden no presentar síntomas. Sin embargo, muchas personas desarrollarán dolor en el hombro en algún momento a medida que los tendones se degeneren más y se desarrollen desgarros en los tendones del manguito rotador. También puede haber inflamación de los tendones del hombro o la bolsa (un saco con superficies internas de deslizamiento que ayuda que el hombro se mueva). A menudo el dolor empeora por dormir sobre el hombro afectado y al mover el hombro en ciertas direcciones. Cuando se levanta el brazo con frecuencia el hueso superpuesto ejercerá presión sobre los tendones. A lo anterior se le denomina compresión. Se puede tornar difícil utilizar el hombro en las actividades cotidianas, el deporte o el trabajo.
Si el dolor no desaparece por sí solo o con tratamientos como las inyecciones de esteroides o la fisioterapia, se puede realizar una cirugía. La resonancia magnética (RM), la artrografía por resonancia magnética (ARM) y la ecografía se utilizan para evaluar la presencia y el tamaño de los desgarros del manguito rotador con el objetivo de ayudar a planificar la cirugía.
Los desgarros del manguito rotador se pueden clasificar como desgarros de espesor total o parcial según la extensión o el tamaño de los desgarros. Ninguna prueba es 100% precisa para identificar los desgarros o evaluar su tamaño. La exactitud de las pruebas se evalúa habitualmente por la sensibilidad de la prueba (la proporción de personas que tuvieron un desgarro según la prueba, entre los pacientes con desgarro) y la especificidad (la proporción de personas sin desgarro según la prueba, entre los pacientes sin desgarro).
Hasta febrero de 2011 se realizaron búsquedas en las bases de datos electrónicas, así como en los registros de ensayos, las actas de congresos y las listas de referencias de los artículos, de estudios que compararan pruebas diagnósticas en personas con presuntos desgarros del manguito rotador. La revisión incluyó 20 estudios (1147 hombros). Muchos estudios tuvieron deficiencias en el diseño, lo que limitó la fiabilidad de sus conclusiones. Se encontró que la RM, la ARM y la ecografía pueden tener una precisión similar para detectar la presencia de desgarros de espesor total. Para identificar cualquier desgarro (no hay distinción entre el de espesor parcial o total) o para identificar los desgarros de espesor parcial, la resonancia magnética y la ecografía también pueden tener una precisión similar. Sin embargo, parece que en comparación con la ecografía, la resonancia magnética puede ser más sensible para identificar los desgarros de espesor parcial. Con estos resultados se puede concluir que las tres pruebas de imagenología (RM, ARM y ecografía) pueden ayudar a tomar decisiones con respecto a la derivación a cirugía en pacientes con presuntos desgarros de espesor total. Los estudios incluidos no informaron sobre los efectos adversos del uso de estas pruebas.
La RM, la ARM y la ecografía tienen buena exactitud diagnóstica y cualquiera de estas pruebas se podría utilizar por igual para la detección de los desgarros de espesor total en pacientes con dolor de hombro para quienes se considera la cirugía. El rendimiento diagnóstico de la RM y la ecografía puede ser similar para la detección de cualquier desgarro del manguito rotador. Sin embargo, la RM y la ecografía pueden tener una sensibilidad deficiente para detectar desgarros de espesor parcial, y la sensibilidad de la ecografía puede ser mucho menor que la de la RM. La solidez de la evidencia para todas las comparaciones de las pruebas es limitada debido a que la mayoría de los estudios fueron pequeños, heterogéneos y presentaron deficiencias metodológicas, además de que hubo pocos estudios comparativos. Se necesitan estudios bien diseñados que comparen directamente la RM, la ARM y la ecografía para la detección de los desgarros del manguito rotador.
El dolor de hombro es un síntoma muy frecuente. Los trastornos de los tendones del manguito rotador debido al desgaste o a desgarros se encuentran entre las causas más frecuentes de dolor de hombro y discapacidad. La resonancia magnética (RM), la artrografía por resonancia magnética (ARM) y la ecografía se utilizan cada vez más para evaluar la presencia y el tamaño de los desgarros del manguito rotador con el objetivo de ayudar a planificar el tratamiento quirúrgico. No se sabe si un método diagnóstico por imágenes es superior a cualquiera de los otros.
Comparar la exactitud diagnóstica de la RM, la ARM y la ecografía para detectar cualquier desgarro del manguito rotador (es decir, de espesor parcial o total) en pacientes con presuntos desgarros del manguito rotador para quienes se considera la cirugía.
Se hicieron búsquedas en el Registro Cochrane de Estudios de Exactitud de las Pruebas de Diagnóstico (Cochrane Register of Diagnostic Test Accuracy Studies), MEDLINE, EMBASE y LILACS desde su inicio hasta febrero de 2011. También se buscó en los registros de ensayos, resúmenes de congresos y listas de referencias de los artículos para identificar estudios adicionales. No se aplicaron restricciones de idioma ni de publicación.
Se incluyeron todos los estudios prospectivos de exactitud diagnóstica que evaluaron la RM, la ARM o la ecografía en comparación con artroscopia o cirugía abierta como el estándar de referencia, en pacientes con sospecha de desgarro del manguito rotador de espesor parcial o total. Se excluyeron los estudios que seleccionaron un grupo control sano, o a participantes con diagnóstico previo de otras causas específicas de dolor de hombro como osteoartritis o artritis reumatoide. También se excluyeron los estudios con un período excesivamente largo (un año o más) entre las pruebas índice y de referencia.
Dos autores de la revisión extrajeron los datos sobre las características de los estudios y los resultados de los estudios incluidos y realizaron la evaluación de la calidad de acuerdo a los criterios QUADAS de forma independiente. La unidad de análisis fue el hombro. Para cada prueba se confeccionaron gráficos de las estimaciones de la sensibilidad y la especificidad de cada estudio en el espacio ROC y se construyeron diagramas de bosque para el examen visual de la variación en la exactitud de las pruebas. Los metanálisis se realizaron mediante el modelo bivariado para producir estimaciones resumidas de la sensibilidad y la especificidad. No fue posible investigar formalmente las posibles fuentes de heterogeneidad debido al escaso número de estudios.
Se incluyeron 20 estudios con pacientes con sospecha de desgarros del manguito rotador (1147 hombros), de los cuales seis evaluaron la RM y la ecografía (252 hombros), o la ARM y la ecografía (127 hombros) en los mismos pacientes. Muchos estudios presentaron deficiencias en el diseño, con la posibilidad de sesgo, lo que limitó la confiabilidad en los hallazgos. En general, la calidad metodológica de los estudios se consideró baja o incierta. En cada prueba se observó una heterogeneidad considerable en los resultados de los estudios, especialmente entre los estudios que evaluaron la ecografía para la detección de los desgarros de espesor total y los estudios que evaluaron la ARM para la detección de los desgarros de espesor parcial. Los criterios para una prueba diagnóstica positiva (pruebas índice y estándar de referencia) variaron entre los estudios.
No fue posible realizar metanálisis de los estudios que evaluaron la ARM para la detección de cualquier desgarro del manguito rotador o de los desgarros de espesor parcial. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la sensibilidad o la especificidad entre la RM y la ecografía en la detección de cualquier desgarro del manguito rotador (p = 0,13), ni en la detección de los desgarros de espesor parcial (p = 1,0). De manera similar, en la comparación entre la RM, la ARM y la ecografía para la detección de los desgarros de espesor total, no hubo diferencias estadísticamente significativas en el rendimiento diagnóstico (p = 0,7). Para cualquier desgarro del manguito rotador, la sensibilidad y la especificidad resumidas fueron del 98% (IC del 95%: 92% a 99%) y del 79% (IC del 95%: 68% a 87%) respectivamente para la RM (seis estudios, 347 hombros), y del 91% (IC del 95%: 83% a 95%) y del 85% (IC del 95%: 74% a 92%) respectivamente para la ecografía (13 estudios, 854 hombros). Para los desgarros de espesor total, la sensibilidad y especificidad resumidas fueron 94% (IC del 95%: 85% a 98%) y 93% (IC del 95%: 83% a 97%) respectivamente para la RM (siete estudios, 368 hombros); 94% (IC del 95%: 80% a 98%) y 92% (IC del 95%: 83% a 97%) respectivamente para la ARM (tres estudios, 183 hombros); y 92% (IC del 95%: 82% a 96%) y 93% (IC del 95%: 81% a 97%) respectivamente para la ecografía (diez estudios, 729 hombros).
Debido a que pocos estudios incluyeron comparaciones directas, no fue posible realizar metanálisis limitados a estos estudios. Por lo tanto, las comparaciones de las pruebas para cada una de las tres clasificaciones de la afección específica se basaron en comparaciones indirectas que pueden ser propensas a sesgo debido a factores de confusión.
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