Antecedentes
La escabiosis es una infección parasitaria común. Es causada por un ácaro, Sarcoptes scabiei de la variedad hominis, también conocido como ácaro de la sarna humana, que depende de los seres humanos para sobrevivir. La escabiosis con formación de costras (o escabiosis noruega) es causada por el mismo ácaro, aunque tiende a ocurrir en pacientes cuyo sistema inmunitario no está funcionando de forma muy adecuada, como los pacientes sometidos a trasplantes que reciben tratamiento inmunosupresor, los pacientes que consumen alcohol de forma excesiva u otras personas debilitadas. La infección por escabiosis se propaga de persona a persona por el contacto de la piel. Por este motivo es más prevalente en las áreas con saneamiento deficiente o superpoblación. En los países de ingresos altos tiende a propagarse entre los contactos familiares, entre los pacientes que residen en centros de atención o entre los pacientes y el personal de los hospitales. Los pacientes pueden estar infectados por estos ácaros durante varias semanas antes de presentar síntomas. Durante esta época es posible transmitir la infección a otras personas. En consecuencia, los pacientes que están en contacto con presuntos casos de infección por escabiosis a menudo reciben tratamientos preventivos en un intento por detener la aparición de los síntomas. El tratamiento preventivo también procura prevenir la propagación adicional de la infección y evitar que la persona que presentaba la fuente de infección vuelva a infectarse. Esta revisión es importante debido a que antes de realizarla no fue posible establecer si la administración del tratamiento preventivo ayuda o no.
¿Qué dice la investigación?
Se realizaron búsquedas de estudios en los que las personas que habían estado en contacto con personas infectadas por escabiosis habían recibido tratamiento médico, o habían sido asesoradas acerca de la higiene personal para prevenir la propagación de la infección por escabiosis. También se deseó encontrar estudios que estuviesen diseñados de tal forma que el tratamiento recibido por los participantes (medicación o asesoramiento) se determinara al azar. No se encontró ningún estudio que cumpliera estos criterios.
Conclusiones
Actualmente no hay pruebas para establecer si el tratamiento o el asesoramiento de las personas que han estado en contacto con personas infectadas por escabiosis son efectivos para prevenir la propagación de la infección por escabiosis. Es necesario que los investigadores realicen estudios con personas que pueden haber estado en contacto piel a piel con un paciente al que se le diagnosticó una infección por escabiosis en las seis semanas anteriores. La mitad de estas personas deben recibir tratamiento preventivo y la otra mitad algo diferente. Quién recibe qué debe determinarse al azar para que los dos grupos sean verdaderamente similares en cada aspecto excepto el tratamiento que reciben.
No se conocen los efectos de los tratamientos profilácticos administrados a los contactos de los pacientes con escabiosis para prevenir la infestación. Se necesitan ECA bien diseñados del uso de medidas profilácticas para prevenir la transmisión de la escabiosis realizados con personas que estuvieron en contacto prolongado piel a piel con un caso índice, como los miembros de la familia, trabajadores sanitarios o el personal de centros de atención residencial, en el plazo de las seis semanas anteriores.
La escabiosis, causada por Sarcoptes scabiei de la variedad hominis o ácaro de la sarna humana, es una infección parasitaria común. Aunque cualquier persona puede contraer la infección, causa una morbilidad significativa en huéspedes inmunocomprometidos y se propaga fácilmente entre huéspedes humanos en lugares donde hay superpoblación o donde el saneamiento es deficiente. El síntoma más común informado es la picazón, la cual empeora por la noche. Debido a que los síntomas se atribuyen a una reacción alérgica al ácaro, los mismos generalmente se presentan entre cuatro a seis semanas después de la infección primaria. Por lo tanto, los pacientes pueden estar infectados durante algún tiempo antes de presentar síntomas. Durante dicho periodo, aunque la enfermedad sea asintomática, pueden transmitir la infección a otras personas con las que están en contacto cercano. En consecuencia, generalmente se recomienda que cuando se está tratando un caso índice, también se debe tratar a las personas que han estado en contacto cercano con el caso índice.
Evaluar los efectos de las intervenciones profilácticas para los contactos de los pacientes con escabiosis con objeto de prevenir la infestación en los contactos.
Se hicieron búsquedas en bases de datos electrónicas (registro especializado del Grupo de revisión Cochrane de Seguridad y Salud Laboral [Cochrane Occupational Safety and Health Review Group], CENTRAL (The Cochrane Library), MEDLINE [Ovid], Pubmed, EMBASE, LILACS, CINAHL, OpenGrey y WHO ICTRP) hasta noviembre 2013.
Ensayos controlados aleatorios (ECA) o ECA agrupados que compararan intervenciones profilácticas administradas a los contactos de los casos índices con infestación de escabiosis. Las intervenciones podían ser comparadas entre sí, o con placebo o con ningún tratamiento. Se aceptaron tratamientos tanto farmacológicos como no farmacológicos.
Dos autores se propusieron extraer los datos dicotómicos (desarrollo de infección o ningún desarrollo de infección) sobre los efectos de las intervenciones y presentar dicha información como cocientes de riesgo con intervalos de confianza del 95%. De igual manera, se intentó informar sobre cualquier resultado adverso.
No se incluyó ningún ensayo en esta revisión. De 29 estudios potencialmente relevantes, se excluyeron 16 ECA debido a que no informaban datos sobre los contactos o los mismos se informaban sólo en combinación con los resultados para los casos índices. Se excluyeron otros 11 estudios porque no eran ECA. También se excluyó un estudio debido a que no todos los sujetos habían sido examinados al inicio y al momento del seguimiento, y otro debido a que era un estudio de casos.
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