Intervenciones digitales personalizadas para la reducción del consumo peligroso y perjudicial de alcohol en personas que residen en la comunidad

Pregunta de la revisión

Se intentó determinar si el asesoramiento personalizado para reducir el consumo de alcohol en exceso mediante una computadora o dispositivo móvil es mejor que nada o que la información impresa. También se comparó el asesoramiento proporcionado mediante una computadora o dispositivo móvil con el asesoramiento proporcionado mediante una conversación presencial. El resultado principal fue cuántas personas bebieron alcohol.

Antecedentes

Beber en exceso causa más de 60 enfermedades, así como muchos accidentes, lesiones y muertes prematuras cada año. El consejo o el asesoramiento breve, proporcionados por médicos o personal de enfermería, pueden ayudar a las personas a reducir el consumo de alcohol en alrededor de cuatro a cinco unidades a la semana. En el Reino Unido, la medida anterior corresponde a alrededor de dos pintas (1,13 l) de cerveza o la mitad de una botella de vino (375 ml) cada semana. Sin embargo, las personas se pueden sentir incómodas al hablar del consumo de alcohol.

Fecha de la búsqueda

Actualizada hasta marzo 2017.

Características de los estudios
Los estudios incluyeron personas reclutadas en lugares de trabajo, universidades o consultorios, así como usuarios de Internet. Todos tipificaron la información acerca de su forma de beber en una computadora o dispositivo móvil, que luego proporcionó a la mitad de las personas asesoramiento acerca de aproximadamente cuánto bebieron y el efecto que tiene sobre la salud. Este grupo también recibió sugerencias acerca de cómo reducir la cantidad de lo que beben. El otro grupo en ocasiones pudo leer información sanitaria general. Entre un mes y un año después, a todos se les pidió que confirmaran cuánto alcohol consumían. Los niveles de consumo de alcohol de ambos grupos se compararon entre sí en estos puntos temporales.

Fuentes de financiación de los estudios

Muchos estudios (56%) fueron financiados por el gobierno o con recursos de fundaciones de investigación. Algunos (11%) fueron financiados por becas personales como becas de doctorado. El resto no informó las fuentes de financiación.

Resultados clave
Se incluyeron 57 estudios que compararon el consumo de alcohol de personas que recibieron asesoramiento acerca de dicho consumo a partir de computadoras o dispositivos móviles con el de personas que no la recibieron después de uno a 12 meses. De estos estudios, 41 (42 comparaciones, 19 241 participantes) se centraron en las cantidades reales que las personas informaron beber cada semana. La mayoría de las personas informaron beber menos si recibieron asesoramiento acerca del consumo de alcohol a partir de una computadora o dispositivo móvil en comparación con las personas que no recibieron este asesoramiento.

La evidencia indica que la cantidad de alcohol que las personas redujeron puede estar alrededor de 1,5 pintas (800 ml) de cerveza o un tercio de una botella de vino (250 ml) cada semana. Otras medidas apoyaron la efectividad de las intervenciones digitales para la reducción del consumo de alcohol, aunque el tamaño del efecto tendió a ser más pequeño que para el consumo general de alcohol. Se observaron diferencias positivas en las medidas de consumo de alcohol al mes, los seis y 12 meses después del asesoramiento.

No hubo información suficiente para poder decidir si el asesoramiento fue mejor a partir de las computadoras, los teléfonos o la Internet en la reducción del consumo peligroso. No se sabe qué componentes del asesoramiento fueron más importantes para ayudar a las personas a reducir los problemas con el consumo de alcohol. Sin embargo, el asesoramiento de personas fiables como los médicos pareció ser útil, al igual que las recomendaciones de que las personas pensaran en maneras específicas a través de las cuales podrían superar los problemas que pudieran impedir que bebieran menos y las sugerencias acerca de cosas para hacer en lugar de beber. Se incluyeron cinco estudios que compararon el consumo de alcohol de las personas que recibieron asesoramiento a partir de computadoras o dispositivos móviles con el asesoramiento a partir de conversaciones presenciales con médicos o personal de enfermería; puede haber poca o ninguna diferencia entre estas intervenciones para reducir el consumo excesivo de alcohol.

Ningún estudio informó si las intervenciones provocaron algún daño.

El asesoramiento personalizado mediante computadoras o dispositivos móviles puede ayudar a las personas a reducir el consumo excesivo de alcohol mejor que no hacer nada o proporcionar solamente información general sobre la salud. El asesoramiento personalizado a través de computadoras o dispositivos móviles puede lograr poco o ningún cambio en la reducción del consumo de alcohol en comparación con las conversaciones presenciales.

Calidad de la evidencia

La evidencia fue de calidad moderada a baja.

Conclusiones de los autores: 

Hay evidencia de calidad moderada de que las intervenciones digitales pueden reducir el consumo de alcohol, con una reducción promedio de hasta tres consumiciones estándar (Reino Unido) por semana en comparación con los participantes control. La heterogeneidad significativa y el riesgo de realización y de publicación pueden significar que la reducción fue inferior. Evidencia de baja calidad de unos pocos estudios indicó que puede haber poca o ninguna diferencia en la repercusión sobre el consumo de alcohol entre las intervenciones digitales y presenciales.

Las TCC de sustitución del comportamiento, solución de problemas y fuente creíble se asociaron con la efectividad de las intervenciones digitales para reducir el consumo de alcohol y justifican la realización de estudios de investigación adicionales en un contexto experimental.

El informe del uso de la teoría fue muy limitado y a menudo no estuvo claro cuando se presentó. Más de la mitad de las intervenciones no hicieron referencia a alguna teoría. El informe limitado del uso de la teoría no estuvo relacionado con la heterogeneidad en la efectividad de la intervención.

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Antecedentes: 

El consumo excesivo de alcohol contribuye de forma significativa a enfermedades físicas y psicológicas, lesiones y muerte, y a una amplia variedad de perjuicios sociales en todos los grupos etarios. Una estrategia confirmada para reducir los niveles excesivos de consumo de alcohol es ofrecer una intervención conversacional breve en contextos de atención primaria, pero innovaciones tecnológicas más recientes han permitido que las personas interactúen directamente a través de la computadora, un dispositivo móvil o un teléfono inteligente con intervenciones digitales diseñadas para hacer frente al problema del consumo de alcohol.

Objetivos: 

Evaluar la efectividad y la relación entre costo y eficacia de intervenciones digitales para la reducción del consumo peligroso y perjudicial de alcohol, los problemas relacionados con el alcohol, o ambos, en personas que residen en la comunidad, específicamente: (i) ¿Las intervenciones digitales son más efectivas y costo efectivas que los controles ninguna intervención (o consumo mínimo)? (ii) ¿Las intervenciones digitales son al menos igual de efectivas que las intervenciones breves presenciales relacionadas con el consumo de alcohol? (iii) ¿Cuáles son los componente efectivos de las técnicas de cambio conductual (TCC) de dichas intervenciones y los mecanismos de acción? (iv) ¿Qué teorías o modelos se han utilizado en el desarrollo y la evaluación de la intervención? Los objetivos secundarios fueron (i) evaluar si los resultados difieren entre los ensayos cuando la intervención digital se dirige a participantes atendidos en contextos de salud, atención social, educativos u otros ámbitos extrahospitalarios y cuando se ofrece de forma remota por Internet o plataformas de teléfonos móviles; (ii) especificar las intervenciones según la forma de administración (p.ej. características de funcionalidad) y evaluar la repercusión de la forma de administración sobre los resultados.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en las bases de datos CENTRAL, MEDLINE, PsycINFO, CINAHL, ERIC, HTA y Web of Knowledge; en ClinicalTrials.com, en los registros de ensayos WHO ICTRP y en sitios web relevantes hasta abril 2017. También se verificaron las listas de referencias de los estudios incluidos y las revisiones sistemáticas relevantes.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorios (ECA) que evaluaron la efectividad de las intervenciones digitales en comparación con ninguna intervención o con intervenciones presenciales para la reducción del consumo de alcohol peligroso o perjudicial en personas que residen en la comunidad e informaron una medida de consumo de alcohol.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar recomendados por La Colaboración Cochrane.

Resultados principales: 

Se incluyeron 57 estudios que asignaron al azar a un total de 34 390 participantes. Las fuentes principales de sesgo fueron el desgaste y el cegamiento de los participantes (36% y 21% de los estudios respectivamente, alto riesgo de sesgo). Para el metanálisis primario 41 estudios proporcionaron datos (42 comparaciones, 19 241 participantes) y se demostró que los participantes que utilizaron una intervención digital bebieron aproximadamente 23 g de alcohol semanal (IC del 95%: 15 a 30) (cerca de 3 unidades del Reino Unido) menos que los participantes que recibieron ninguna intervención o intervenciones mínimas al final del seguimiento (evidencia de calidad moderada).

Quince estudios (16 comparaciones, 10 862 participantes) demostraron que los participantes que recibieron intervenciones digitales tuvieron menos de un día de bebida por mes menos que los controles ninguna intervención (evidencia de calidad moderada), 15 estudios (3587 participantes) mostraron alrededor de una sesión menos de consumo de alcohol de forma compulsiva por mes en el grupo de intervención en comparación con los controles ninguna intervención (evidencia de calidad moderada), y en 15 estudios (9791 participantes) los participantes que recibieron la intervención bebieron una unidad menos por ocasión que los participantes del grupo control ninguna intervención (evidencia de calidad moderada).

Solo cinco estudios pequeños (390 participantes) compararon intervenciones digitales y presenciales. No hubo diferencias en el consumo de alcohol al final del seguimiento (DM 0,52 g/semana; IC del 95%: -24,59 a 25,63; (evidencia de baja calidad). Por lo tanto, las intervenciones digitales para la reducción del consumo de alcohol dieron lugar a resultados muy similares en estos estudios. Ningún estudio informó efectos adversos debido a estas intervenciones.

En los brazos experimentales se utilizó una mediana de nueve TCC (rango = 1 a 22). "B" es una estimación del efecto (DM en la cantidad de consumo de alcohol, expresada en g/semana) por unidad de aumento de la TCC y es una manera de informar si las TCC individuales están vinculadas al efecto de la intervención. Las TCC de fijación de metas (B -43,94; IC del 95%: -78,59 a -9,30), solución de problemas (B -48,03; IC del 95%: -77,79 a -18,27), información acerca de los antecedentes (B -74,20; IC del 95%: -117,72 a -30,68), sustitución de comportamientos (B -123,71; IC del 95%: -184,63 a -62,80) y fuente creíble (B- 39,89; IC del 95%: -72,66 a -7,11) se asociaron de forma significativa con una reducción en el consumo de alcohol en modelos no corregidos. En un modelo de múltiples variables que incluyó las TCC con B > 23 en el modelo no corregido, las TCC de la sustitución de comportamientos (B -95,12; IC del 95%: -162,90 a -27,34), solución de problemas (B -45,92; IC del 95%: -90,97 a -0,87) y fuente creíble (B -32,09; IC del 95%: -60,64 a -3,55) se asociaron con una reducción en el consumo de alcohol.

Las teorías o los modelos mencionados con mayor frecuencia en los estudios incluidos fueron Motivational Interviewing Theory (7/20), Transtheoretical Model (6/20) y Social Norms Theory (6/20). Más de la mitad de las intervenciones (n = 21, 51%) no mencionó la teoría. Solo dos estudios utilizaron la teoría para seleccionar a los participantes o adaptar la intervención. No hubo evidencia de una asociación entre informar el uso de la teoría y la efectividad de la intervención.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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