¿Cuál es el objetivo de esta revisión?
Las modificaciones en las viviendas, como las mosquiteras (cubrir o cerrar los posibles puntos de entrada de los mosquitos en la casa con mallas u otros materiales) o el uso de materiales o diseños específicos para las viviendas, como los tejados de metal en lugar de los de paja, o las habitaciones elevadas, podrían contribuir a reducir la carga del paludismo. Funcionan evitando la entrada de los mosquitos a las casas y reduciendo del número de picaduras que reciben los habitantes en el interior. Algunos cambios de las viviendas que se consideran tienen además como objetivo matar a los mosquitos que intentan entrar en las casas al incorporar insecticida como parte del cambio.
Mensajes clave
Los cambios en la vivienda para evitar que los mosquitos entren en ella se asociaron a una reducción de la proporción de personas con parásitos del paludismo en la sangre y a una reducción de la anemia, según los datos de siete estudios realizados en África. El efecto de las modificaciones en las viviendas sobre el número de casos de paludismo identificados durante periodos de tiempo específicos fue contradictorio, y el efecto sobre la densidad de mosquitos en interiores fue menos claro debido a las diferencias entre los resultados de los estudios. Es probable que seis ensayos en espera de publicación enriquezcan la base de evidencia actual.
¿Qué se estudió en la revisión?
Esta revisión resume estudios que investigan los efectos de los cambios en las viviendas sobre desenlaces de paludismo en humanos. También se resumieron los datos si los estudios además informaron sobre el efecto de los cambios en la vivienda sobre los mosquitos (los que pueden ser portadores del parásito que causa el paludismo), o las opiniones de los habitantes. Tras la búsqueda de estudios relevantes, se incluyeron siete ensayos publicados y seis en curso. En todos los ensayos completados se evaluó la colocación de mosquiteras (en ventanas, puertas, aleros, techos o cualquier combinación de estos), ya sea solo o en combinación con la modificación del tejado o la instalación de tubos de alero (un dispositivo para "atraer y matar" colocado en los huecos del alero). En un ensayo se incorporó un insecticida en las mosquiteras de la casa.
¿Cuáles son los resultados principales de la revisión?
Los siete ensayos incluidos evaluaron el número de casos de paludismo identificados durante períodos de tiempo específicos en las personas que vivían en la casa, la proporción de personas con parásitos del paludismo en sangre, o ambos. En general, los estudios mostraron que las personas que vivían en casas modificadas tenían un 32% menos de probabilidades de tener parásitos de paludismo en sangre y un 30% menos de probabilidades de sufrir anemia moderada o grave. La confianza en estos resultados fue de moderada a alta. Los estudios mostraron una reducción del 37% en el número de mosquitos dentro de las casas modificadas por la noche, aunque este resultado varió entre los ensayos. Los ensayos mostraron resultados contradictorios en cuanto a la probabilidad de experimentar un episodio de paludismo clínico (causado por parásitos Plasmodium falciparum ), que fueron de un 62% menos, y un 68% más de paludismo para las personas que vivían en casas modificadas. Debido a la gran inconsistencia entre estos resultados, existe muy poca confianza en esta evidencia.
¿Qué grado de actualización tiene esta revisión?
Los autores de la revisión buscaron estudios disponibles hasta el 25 de mayo de 2022.
Las modificaciones en las viviendas (principalmente la colocación mosquiteras, a veces combinadas con insecticidas y dispositivos de atracción y eliminación) se asociaron con una reducción de la prevalencia del parásito del paludismo y una reducción del número de personas con anemia. Los resultados sobre la incidencia del paludismo fueron contradictorios. Las modificaciones también se asociaron a una menor densidad de mosquitos adultos en interiores, pero este efecto no se produjo en algunos estudios.
El paludismo continúa siendo un grave problema de salud pública. Las investigaciones realizadas en el siglo XX sugieren que modificaciones en las casas podrían reducir la transmisión del paludismo. Una versión anterior de esta revisión concluía que las mosquiteras en las casas podrían ser eficaces para reducir el paludismo. Esta actualización incluye datos de cinco nuevos estudios.
Evaluar los efectos de las modificaciones de las viviendas destinadas a reducir la exposición a los mosquitos sobre la enfermedad y la transmisión del paludismo.
Se realizaron búsquedas en el Registro Especializado del Grupo Cochrane de Enfermedades infecciosas (Cochrane Infectious Diseases Group); el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Central Register of Controlled Trials, CENTRAL), publicado en la Biblioteca Cochrane; MEDLINE (PubMed); Embase (OVID); los resúmenes científicos del Centre for Agriculture and Bioscience International (CAB) (Web of Science); y la Latin American Caribbean Health Sciences Literature (LILACS) hasta el 25 de mayo de 2022. También se hicieron búsquedas para identificar ensayos en curso en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la Organización Mundial de la Salud, ClinicalTrials.gov, y en el registro ISRCTN el 25 de mayo de 2022.
Los ensayos controlados aleatorizados, incluidos los ensayos controlados aleatorizados por conglomerados (ECAc), los estudios cruzados (cross-over) y los diseños escalonados, fueron elegibles para inclusión, así como los ensayos cuasiexperimentales, incluidos los estudios controlados tipo antes y después, las series temporales interrumpidas controladas y los estudios cruzados no aleatorizados.
Se buscaron estudios que investigaran la construcción primaria y las modificaciones de viviendas existentes que informaran sobre desenlaces epidemiológicos (incidencia de casos de paludismo, incidencia de infecciones de paludismo o prevalencia de parásitos). Se extrajeron todos los desenlaces entomológicos que también se comunicaron en estos estudios.
Dos autores de la revisión seleccionaron los estudios elegibles de forma independiente, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo. Para los datos dicotómicos se utilizaron los razones de riesgos (RR) para comparar el efecto de la intervención con el control. Para los datos continuos se presentó la diferencia de medias, y para los datos de recuento y tasas se utilizaron cocientes de tasas. Todos los resultados se presentaron con los intervalos de confianza (IC) del 95%. La certeza de la evidencia se evaluó con el método GRADE.
Un ECA y seis ECAc cumplieron los criterios de inclusión, y otros seis ECA están en curso. No se identificaron estudios no aleatorizados elegibles. Todos los ensayos incluidos se llevaron a cabo en el África subsahariana desde 2009; dos aleatorizaron a los participantes por hogar y cuatro a nivel de bloque o pueblo. En todos los ensayos se evaluó la colocación de mosquiteras en ventanas, puertas, aleros, techos o cualquier combinación de estos, ya sea solas o en combinación con la modificación del tejado o la instalación de tubos de alero (un dispositivo insecticida para "atraer y matar" que reduce la entrada de mosquitos a la vez que mantiene cierto flujo de aire). En un ensayo, el material de las mosquiteras se trató con un insecticida de permetrina al 2%. En cinco ensayos, los investigadores implementaron las intervenciones. En el otro ensayo se adoptó un enfoque comunitario.
En general, la implementación de modificaciones en el domicilio probablemente redujo la prevalencia de parásitos del paludismo (RR 0,68, IC del 95%: 0,57 a 0,82; cinco ensayos, 5183 participantes; evidencia de certeza moderada), aunque se observó un efecto inconsistente en una subpoblación de niños en un estudio. Las modificaciones en el hogar redujeron la prevalencia de la anemia moderada a grave (RR 0,70; IC del 95%: 0,55 a 0,89; tres ensayos, 3643 participantes; evidencia de certeza alta). No hubo un efecto consistente sobre la incidencia del paludismo clínico, con cocientes de tasas que oscilaron entre 0,38 y 1,62 (tres ensayos, 3365 participantes, 4126,6 años-persona). Las modificaciones de la vivienda podrían reducir la densidad de mosquitos en el interior (cociente de tasas 0,63; IC del 95%: 0,30 a 1,30; cuatro ensayos, 9894 noches; evidencia de certeza baja), aunque dos estudios mostraron tener poco efecto sobre este parámetro.
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