¿Cuáles son los efectos del sexo y el género sobre los desenlaces posteriores al trasplante renal?

Mensajes clave

• Es posible que no haya diferencias en la pérdida de un riñón trasplantado (una intervención quirúrgica en la que un riñón se transfiere de una persona [donante] a otra [receptora]), la muerte, el rechazo agudo o crónico (el sistema inmunitario del cuerpo ataca al riñón trasplantado) o la incidencia de cáncer entre los receptores de trasplante renal de sexo masculino y femenino (la definición de "sexo masculino" o "sexo femenino" se basa en diferencias biológicas).

• Solo un estudio investigó el género (definido como la identidad sociocultural de las personas), y no fue posible establecer conclusiones acerca del efecto del género sobre los desenlaces del trasplante renal.

¿Cuál es el problema?

Para una persona con insuficiencia renal (una enfermedad en la que los riñones ya no funcionan lo suficientemente bien como para mantenerse con vida), el trasplante renal (una intervención quirúrgica en la que un riñón se transfiere de una persona [donante] a otra [receptora]) mejora significativamente la supervivencia y la calidad de vida de la persona. Como resultado, es esencial que se evalúen a fondo todos los factores que repercuten en desenlaces importantes, como la supervivencia del riñón trasplantado y la supervivencia global de la persona. El sexo del receptor, que se define como "masculino" o "femenino" según las diferencias biológicas, podría influir en estos desenlaces a través de un proceso inmunológico que afecta el rechazo del injerto. El género, definido como la identidad sociocultural de las personas, podría influir en factores como el cumplimiento con la medicación, que también podría afectar a desenlaces relevantes. Sin embargo, actualmente no está claro si hay un efecto.

¿Qué se quiso averiguar?

Se quiso saber si el sexo o el género de una persona influyen en los desenlaces posteriores al trasplante como el rechazo del riñón (causado por el ataque del sistema inmunitario al riñón trasplantado), la pérdida del riñón trasplantado, la aparición de cáncer o la muerte.

¿Qué se hizo?

Se realizaron búsquedas en la bibliografía médica principalmente de estudios de cohortes (estudios que siguen a las personas durante un período de tiempo), estudios de casos y controles (estudios que comparan dos grupos de personas con y sin desenlaces concretos) y estudios transversales (datos recopilados de muchas personas en un único punto temporal) que se centraron en cómo el sexo y el género repercuten en la supervivencia del injerto, la muerte, la incidencia del cáncer y el rechazo después del trasplante de riñón y del trasplante simultáneo de páncreas-riñón. No se incluyeron estudios que no definieran claramente el sexo y el género. Los resultados de los estudios se compararon y resumieron, y la confianza en la información se calificó según factores como la metodología y el tamaño de los estudios.

¿Qué se encontró?

Se encontraron 53 estudios con 2 940 273 pacientes, con un número que varió de 59 a 407 963, de los cuales el 46% eran de sexo femenino y el 54% de sexo masculino. Dieciséis estudios se realizaron en América, 12 en Europa, 11 en el Pacífico occidental, cuatro en el Mediterráneo oriental, tres en África, dos en el sudeste asiático y cinco en varias regiones. En comparación con las personas de sexo masculino, el hecho de ser de sexo femenino podría suponer poca o ninguna diferencia en la pérdida del riñón trasplantado, la muerte, las personas con diagnóstico de cáncer o la incidencia de rechazo agudo o crónico. Solo se encontró un estudio que se centró en el género del receptor y, por lo tanto, no se pueden establecer conclusiones sobre el efecto del género en los desenlaces después del trasplante renal.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

La confianza en la evidencia es baja porque la mayoría de los estudios no definieron sexo o género por separado, y los términos a menudo se utilizaron indistintamente. Los estudios se realizaron durante un período muy amplio (desde 1990 hasta 2023), y las definiciones, en especial para el rechazo agudo, han cambiado durante este período de 30 años.

¿Qué grado de actualización tiene esta revisión?

Se realizaron búsquedas en bases de datos hasta el 12 de abril de 2023.

Conclusiones de los autores: 

Hay evidencia de certeza baja que indica que no hay diferencias en la supervivencia del aloinjerto renal y pancreático, la supervivencia del paciente, el cáncer ni el rechazo agudo y crónico del aloinjerto entre los receptores de trasplante renal y de SPK de sexo masculino y femenino.

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Antecedentes: 

El sexo, como constructo biológico, y el género, definido como las actitudes y comportamientos culturales atribuidos por la sociedad, podrían estar relacionados con la pérdida del aloinjerto, la muerte, el cáncer y el rechazo. Otros factores, como la edad del receptor y el sexo del donante, podrían modificar la asociación entre sexo/género y los desenlaces posteriores al trasplante.

Objetivos: 

Se trató de evaluar los efectos pronósticos del sexo del receptor y, por separado, de su género, como predictores independientes de la pérdida del injerto, la muerte, el cáncer y el rechazo del aloinjerto después del trasplante renal o simultáneo de páncreas-riñón (SPR). El objetivo fue evaluar este efecto pronóstico definiendo la relación entre el sexo o el género del receptor y los desenlaces posteriores al trasplante, identificando los motivos de las variaciones entre los sexos y los géneros, y luego cuantificando la magnitud de esta relación.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en las bases de datos MEDLINE y EMBASE desde su creación hasta el 12 de abril de 2023, mediante el contacto con el documentalista del Grupo Cochrane de Riñón y trasplante (Cochrane Kidney and Transplant), con el uso de términos de búsqueda relevantes para esta revisión y sin restricciones por idioma.

Criterios de selección: 

Se incluyeron estudios de cohortes, de casos y controles o transversales si el sexo o el género eran la exposición primaria y estaban claramente definidos. Los estudios debían centrarse en los desenlaces después del trasplante definidos en esta revisión. El sexo se definió como las características cromosómicas, gonadales y anatómicas asociadas con el sexo biológico, y se utilizaron los términos "sexo masculino" y " sexo femenino". El género se definió como las actitudes y los comportamientos que una cultura determinada asocia con el sexo biológico de una persona, y se utilizaron los términos “hombre” y “mujer”.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores, de forma independiente, evaluaron la elegibilidad de las referencias, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo mediante la herramienta Quality in Prognosis Studies (QUIPS). Siempre que fue apropiado, se realizaron metanálisis de efectos aleatorios para calcular la diferencia de medias de los desenlaces. Los desenlaces de interés incluyeron los desenlaces fundamentales del Standardised Outcomes in Nephrology-Kidney Transplant (SONG-Tx), la pérdida del aloinjerto, la muerte, el cáncer (incidencia global y específica del sitio) y el rechazo agudo o crónico del injerto.

Resultados principales: 

Se incluyeron 53 estudios (2 144 613 pacientes; intervalo: 59 a 407 963) realizados entre 1990 y 2023. Dieciséis estudios se realizaron en América, 12 en Europa, 11 en el Pacífico occidental, cuatro en el Mediterráneo oriental, tres en África, dos en el sudeste asiático y cinco en varias regiones. Todos los estudios excepto uno, se centraron en el sexo en lugar del género como exposición primaria de interés.

El número de participantes identificados como sexo masculino fue del 54%; 49 estudios incluyeron a receptores de trasplante renal y cuatro estudios incluyeron a receptores de trasplante SPR. En 24 estudios se incluyeron a adultos y niños, en 25 estudios se incluyeron solo adultos y en cuatro, solo a niños. En el metanálisis se incluyeron los datos de 33 estudios. Entre ellos, seis estudios presentaron cocientes de riesgos instantáneos (CRI) no ajustados que evaluaron el efecto del sexo del receptor sobre la pérdida del aloinjerto renal. Los otros estudios proporcionaron las razones de riesgos (RR) para los desenlaces predefinidos. Cabe destacar que la decisión de restringir los metanálisis a las estimaciones no ajustadas surgió de la variación en los métodos de ajuste de las covariables entre los estudios, sin que hubiera un conjunto común de variables ajustadas.

Solo tres estudios consideraron el efecto modificador de la edad del receptor sobre la pérdida del injerto o la muerte, lo cual probablemente es crucial para evaluar las diferencias por sexo en los desenlaces posteriores al trasplante. Ningún estudio consideró el efecto modificador de la edad del receptor sobre la incidencia del cáncer o el riesgo de rechazo del aloinjerto.

En evidencia de certeza baja, en comparación con los receptores de sexo masculino, el hecho de ser de sexo femenino podría suponer poca o ninguna diferencia en la pérdida del aloinjerto renal después del trasplante (siete estudios, 5843 pacientes: RR 0,91; IC del 95%: 0,73 a 1,12; I 2 = 73%). También se observó en los estudios que incluyeron análisis del tiempo transcurrido hasta el evento (seis estudios, 238 937 pacientes; CRI 1,07; IC del 95%: 0,95 a 1,20; I 2 = 44%). Dos estudios de cohortes grandes recientes basados en registros que consideraron los efectos modificadores del sexo del donante y la edad del receptor mostraron que las receptoras de sexo femenino menores de 45 años de edad tuvieron tasas de pérdida del injerto significativamente mayores que los receptores de sexo masculino de la misma franja de edad en el contexto de donante masculino. Por el contrario, las receptoras de sexo femenino a partir de los 60 años tuvieron tasas de pérdida del injerto inferiores que los receptores de sexo masculino de la misma franja de edad, independientemente del sexo del donante.

En comparación con los receptores de sexo masculino, el hecho de ser de sexo femenino podría suponer poca o ninguna diferencia en la mortalidad hasta 30 años después del trasplante (13 estudios, 60 818 pacientes: RR 0,94; IC del 95%: 0,81 a 1,09; I 2 = 92%). Los estudios que consideraron el efecto modificador de la edad del receptor y el sexo del donante mostraron que las receptoras de sexo femenino tuvieron un mayor riesgo de exceso de mortalidad que los de sexo masculino menores de 45 años en el contexto de donante masculino.

En comparación con los receptores de sexo masculino, el hecho de ser de sexo femenino podría suponer poca o ninguna diferencia en la incidencia de cáncer hasta 20 años después del trasplante (siete estudios, 25 076 pacientes: RR 0,84: IC del 95%: 0,70 a 1,01; I 2 = 60%).

En comparación con los receptores de sexo masculino, el hecho de ser de sexo femenino podría suponer poca o ninguna diferencia en la incidencia de rechazo agudo o crónico del aloinjerto renal hasta 15 años después del trasplante (nueve estudios, 6158 pacientes: RR 0,89; IC del 95%: 0,75 a 1,05; I 2 = 54%; evidencia de certeza baja).

Un estudio evaluó el género e informó de que, en comparación con los hombres, las mujeres experimentaron una mejor supervivencia a los cinco años en las áreas de ingresos altos (CRI 0,71; IC del 95%: 0,59 a 0,87) e intermedios (CRI 0,82; IC del 95%: 0,74 a 0,92), sin diferencias en las áreas de ingresos bajos (CRI 0,85; IC del 95%: 0,72 a 1,01).

Hubo una incertidumbre considerable con respecto a cualquier asociación entre el sexo o el género y los desenlaces relevantes para los pacientes después del trasplante. Esto se debe principalmente a la heterogeneidad clínica y metodológica. La heterogeneidad clínica observada entre los estudios podría atribuirse a las características diversas de los pacientes dentro de las poblaciones muestrales. Como resultado de que se proporcionaron datos demográficos estratificados por sexo limitados, se limitó la investigación adicional de esta heterogeneidad. Sin embargo, los factores que contribuyen a este hallazgo podrían incluir la edad del receptor, la edad del donante, los tipos y el sexo. Se observó heterogeneidad metodológica con el uso intercambiable de sexo y género, la clasificación errónea de los desenlaces, el uso de diferentes medidas de los efectos, perfiles de covariables inconsistentes y la falta de consideración por la modificación importante del efecto.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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